Caso clínico: una mujer con un inusual "prolapso tisular”
- Dr. med. Thomas Kron
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Contrariamente al frecuente autodiagnóstico por parte de los pacientes, un "prolapso tisular" anorrectal no siempre es una hemorroide. Por lo tanto, la anamnesis de un prolapso perianal debe ir siempre seguida de un cuidadoso examen clínico y posiblemente también instrumental para poder valorar hallazgos inusuales, subrayan los cirujanos de Hamburgo dirigidos por el Dr. Frederick J. S. Arndt (Clínica de Cirugía General, Visceral y Tumoral, Hospital Albertinen), con la publicación del caso de una mujer de 87 años.
La paciente y sus antecedentes
La paciente acudió a la consulta externa de cirugía debido a una hemorragia perianal y a un prolapso tisular perianal poco claro. La paciente, de 87 años de edad, no había referido ninguna molestia de nueva aparición, ni ningún dolor abdominal o perianal. Negó cualquier procedimiento perianal reciente (como enemas o colonoscopias), así como cirugías abdominales o (peri)anales previas.
Pruebas complementarias y diagnóstico
- Paciente con estado general y nutricional estable correspondiente a su edad.
- Hallazgos locales: región perianal no sensible, prolapso de partes blandas, con aspecto de asa de intestino delgado.
- Tacto rectal con poca sangre y heces.
- Presión del esfínter reducida acorde con la edad.
- Resto de exploración física sin alteraciones
- El diagnóstico provisional fue: prolapso perianal de intestino delgado de origen desconocido.
- Tomografía computarizada (TC) del abdomen: en la luz rectal asa de intestino delgado por perforación en la pared ventral del recto superior.
- Ausencia de aire libre ni líquido libre
- Colonoscopia: asa intraluminal de intestino delgado con alteración circulatoria subaguda, recto sin observaciones
Tratamiento y evolución
Según los autores, una laparoscopia confirmó que un asa de íleon había penetrado en la pared anterior del recto superior. Tras la reducción del asa de intestino delgado, ésta se había recuperado rápidamente, por lo que no fue necesaria la resección del intestino delgado. Histológicamente no había indicios de displasia o malignidad tras la resección de la unión rectosigmoidea. Físicamente, la paciente se recuperó rápidamente de la operación y pudo ser dada de alta tras rehabilitación geriátrica y recuperar su estado general estable preoperatorio.
Discusión
Según los autores, este caso clínico muestra una forma inusual de prolapso perianal. También deja claro que un "prolapso tisular" no siempre tiene que ser hemorroides, un pólipo pediculado o un prolapso rectal. El caso de la paciente de 87 años también fue inusual por su evolución leve.
No es infrecuente, pero sí digno de mención, otro prolapso en esta región: el prolapso rectal.
El prolapso rectal afecta con más frecuencia a las mujeres que a los hombres (9:1) y se produce predominantemente después de los 65 años. Los pacientes con prolapso rectal se quejan de dolor anal agudo con síntomas de estreñimiento y hematoquecia. En caso de herniación, la porción prolapsada puede estar infraperfundida y luego necrosarse. Este cuadro clínico es muy poco frecuente, pero potencialmente mortal. Las hemorroides también pueden prolapsar. Dependiendo del estadio de la denominada enfermedad hemorroidal, los nódulos hemorroidales prolapsados pueden retroceder espontáneamente o requerir reducción.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania.
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