Una investigación española evalúa, por primera vez, los beneficios de la regla de los espacios verdes 3-30-300 sobre la salud mental

  • Iole Ferrara Romeo, PhD
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La presencia de espacios verdes en las ciudades brinda muchos beneficios para la salud, entre ellos, una mayor esperanza de vida, un mejor funcionamiento cognitivo y una menor incidencia de problemas de salud mental. Sin embargo, las investigaciones son todavía escasas y aún quedan muchas preguntas abiertas.

Un nuevo estudio, publicado en la revista Environmental Research y liderado por investigadores del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, ha examinado la relación entre la salud mental y la conocida como regla de los espacios verdes 3-30-300. Los hallazgos muestran que el cumplimiento de esta última está asociado con un mejor estado de salud mental. 

La regla 3-30-300, propuesta hace solo unos meses, requiere que cada ciudadano vea al menos 3 árboles desde su hogar, tenga un 30 % de cobertura arbórea en su vecindario y no viva a más de 300 metros del parque o espacio verde más cercano. La regla es atractiva y ampliamente promovida por los silvicultores y planificadores urbanos, pero hasta ahora nunca se había evaluado si es realmente beneficiosa para la salud.

El nuevo estudio se basa en una muestra de 3.145 personas de 15 a 97 años que participaron en la Encuesta de Salud de Barcelona 2016 (realizada por la Agencia de Salud Pública de la ciudad). Los participantes fueron reclutados aleatoriamente a partir del padrón municipal, respetando la estructura poblacional de los distritos para que la muestra fuese representativa de la población barcelonesa. La recolección de los datos se realizó aplicando el sistema de entrevista personal asistida por ordenador (Computer-Assisted Personal Interviewing).

Para evaluar la regla de los espacios verdes, los investigadores crearon unos indicadores a partir de un conjunto de datos: las respuestas de los participantes a las entrevistas, sistemas de información geográficas (SIG), mapas de cobertura terrestre y datos de teledetección. Por otro lado, los autores caracterizaron el estado de salud mental de los participantes utilizando tres tipos de información: el uso de tranquilizantes, sedantes y/o antidepresivos en los dos días anteriores a la entrevista; las consultas con psiquiatras o psicólogos a lo largo del último año; y la salud mental general percibida, que se determinó mediante el Cuestionario de Salud General de 12 ítems (un instrumento de cribado que se utiliza para detectar trastornos psicológicos o psiquiátricos). 

 

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Cumplir la regla 3-30-300 se asocia con una mejor salud mental

El 18 % de los participantes declaró sufrir mala salud mental y el 8,3 % informó haber visitado a un psicólogo o un psiquiatra en el año anterior. El 9,4 % había usado tranquilizantes o sedantes y el 8,1% antidepresivos en los dos días antes de la entrevista.

Los investigadores encontraron que solo el 4,7 % de la población encuestada cumple plenamente con la regla 3-30-300. Algo más del 43 % ve al menos 3 árboles desde su casa, el 62,1 % vive a un máximo de 300 metros de un parque o espacio verde y el 8,7 % vive en un área con suficiente vegetación circundante. Sin embargo, casi el 22,4 % de los encuestados no cumple con ninguno de estos elementos.

Los hallazgos del estudio muestran que el cumplimiento de la regla 3-30-300 se asocia con una menor incidencia de los tres aspectos de salud mental evaluados. Sin embargo, esa asociación es estadísticamente significativa solo en el caso de las consultas con un psiquiatra o un psicólogo en el último año.

Al considerar los tres componentes de la regla por separado, los autores encontraron que la cobertura arbórea en el vecindario de los encuestados se asocia significativamente con un estado de mejor salud mental. Sin embargo, ver al menos 3 árboles desde el hogar o vivir a un máximo de 300 metros de un parque no se asocia significativamente con ninguno de los aspectos de salud mental evaluados.

Según describen los autores, el nivel socioeconómico de los encuestados no tiene efectos sobre los resultados observados. Mark Nieuwenhuijsen, autor principal del trabajo, señala a Univadis España: “Es posible que no haya diferencias en los beneficios de la regla sobre personas de niveles socioeconómicos distintos; pero esa falta de diferencias podría ser debida a que el grupo de encuestados que cumple la regla es demasiado pequeño (solo el 4,7 %) para mostrarlas. Se necesitarán más estudios para aclarar este aspecto”. 

La regla 3-30-300 se enfoca en la presencia de zonas verdes, pero no especifica la calidad o el uso de esos espacios. Algunos estudios sugieren que no es solo la presencia, sino las visitas reales a la naturaleza que brindan bienestar. “Este es el primer estudio que evalúa la regla de los espacios verdes, pero son necesarias más investigaciones, no solo transversales sino también longitudinales”, indica Nieuwenhuijsen. “En el futuro, queremos incluir también la calidad y biodiversidad de los espacios verdes y su uso por parte de los ciudadanos”, concluye el investigador.