Una app podría ayudar a los estudiantes a controlar el consumo de alcohol

  • Moheb Costandi
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Una intervención basada en un smartphone ayudó a los estudiantes universitarios suizos a reducir su consumo total de alcohol y la frecuencia de sus borracheras, según un ensayo controlado aleatorizado publicado en el British Medical Journal

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Europa tiene los niveles más altos del mundo de enfermedades y muertes prematuras relacionadas con el alcohol, y los estudiantes tienden a beber más que otras personas de la misma edad. 

Nicholas Bertholet, de la Universidad de Lausana, y sus colaboradores desarrollaron una aplicación para teléfonos inteligentes y la probaron con 1.770 estudiantes que dieron positivo en pruebas de consumo no saludable de alcohol.

La aplicación estimaba los niveles de alcohol en sangre y proporcionaba información personalizada basada en el consumo de alcohol declarado. También contaba con una función que permitía a los usuarios fijar objetivos diarios, semanales y mensuales de consumo de alcohol, una herramienta que seleccionaba un conductor designado sobrio a partir de las fotos cargadas y hojas informativas sobre los efectos agudos y a largo plazo del consumo de alcohol.

De los 884 estudiantes asignados aleatoriamente al grupo de intervención, 738 descargaron la aplicación. A lo largo de un año, estos estudiantes declararon consumir un 10 % menos de bebidas a la semana y un 11 % menos de días de consumo excesivo al mes, en comparación con los asignados al grupo de control.

Los resultados muestran que las aplicaciones para teléfonos inteligentes pueden tener un efecto pequeño pero significativo en el consumo de alcohol. Ya existen aplicaciones similares, pero su uso no está muy extendido. 

"Una característica única de este estudio es que la intervención probada consistió en proporcionar acceso a la aplicación", explicó Bertholet a Univadis. "Esto se acerca más a un escenario de la 'vida real' en el que las personas a las que se ofrece acceso deciden [cómo y cuándo] utilizarla". 

Esta app, y otras similares, "son útiles cuando el consumo de alcohol se aborda como un factor de riesgo", añadió, "pero no deben considerarse una alternativa para el tratamiento de los trastornos por consumo de alcohol, que requieren una atención más intensiva y personalizada." 

Martin McKee, catedrático de Salud Pública Europea de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, afirmó que el estudio está bien diseñado, pero señala sus limitaciones. "Se trata de un grupo de personas con un alto nivel educativo y relativamente privilegiadas, y no podemos dar por sentado que los resultados se aplican de forma más general, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los más desfavorecidos siguen careciendo de acceso digital", señaló. 

En el Reino Unido, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) aconseja el uso de aplicaciones para teléfonos inteligentes junto a los servicios existentes, pero no en su lugar. 

"Conseguir que más personas, incluidos los médicos, utilicen estas herramientas es un reto... porque tienen que ser visibles y accesibles, lo que requiere esfuerzos de comunicación", señala Bertholet, "por lo que deben considerarse con sus limitaciones, en particular la brecha digital de los usuarios o las personas que no tienen acceso a un smartphone."

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis.com