Una alimentación rica en productos de origen vegetal puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón
- Zhang Y & al.
- Nutrients
- Univadis
- Clinical Summary
Una alimentación rica en unas sustancias de origen vegetal llamadas “antocianidinas” puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón. Ese fue el principal resultado de un nuevo estudio poblacional de cohortes entre estadounidenses. En el estudio también se halló que los grandes fumadores (actuales o anteriores) son los que más pueden beneficiarse.
¿Qué son las antocianidinas? Son flavonoides hidrosolubles que se encuentran en las plantas, en especial en las flores, las frutas y los tubérculos que contienen una gran cantidad de pigmentos naturales. En algunas investigaciones anteriores se ha establecido que las antocianidinas producen efectos antioxidantes, antinflamatorios y antineoplásicos en la mayoría de estudios de cultivos celulares.
Estos nuevos resultados proporcionan más recursos a los profesionales de atención primaria para ayudar a los pacientes con el riesgo más alto de cáncer de pulmón (a saber, grandes fumadores) a reducirlo cambiando a una alimentación rica en productos de origen vegetal.
El estudio fue un nuevo análisis de los datos de un estudio prospectivo de casi 100.000 participantes estadounidenses. El nombre original del estudio era Ensayo de cribado del cáncer de próstata, pulmón, ovario y colorrectal (PLCO). El estudio se realizó entre 1993 y 2001, y se diseñó para evaluar si distintos métodos de cribado reducían la mortalidad por determinados tipos de cáncer.
El nuevo análisis del estudio PLCO no fue un ensayo clínico, sino más bien un estudio prospectivo de cohortes en el que se comparó una ingesta elevada de antocianidinas con una ingesta baja para examinar las asociaciones con la incidencia del cáncer de pulmón hasta 16 años más tarde. La ingesta de antocianidinas se evaluó al inicio del estudio mediante un método estándar conocido como cuestionario de frecuencia alimentaria. En este caso, el cuestionario de frecuencia alimentaria se denominó “cuestionario de antecedentes alimentarios”. El cáncer de pulmón, el criterio de valoración principal, se obtuvo a través de la notificación de los propios pacientes y se confirmó a partir de las historias clínicas.
El resultado clave fue que la ingesta elevada, frente a la ingesta baja, de antocianidinas totales (es decir, el cuartil más alto de exposición [C4] frente al cuartil más bajo [C1]) redujo el riesgo de cáncer de pulmón en un 37 % con base en un hazard ratio (HR) de 0,63 (intervalo de confianza 95 % [IC 95 %]: 0,55-0,73). Este HR se ajustó por factores de confusión que incluían la edad, el sexo, el índice de masa corporal y los antecedentes familiares de cáncer de pulmón, entre otros.
Un análisis de la respuesta a la dosis reveló una relación no lineal entre las antocianidinas totales y el riesgo de cáncer de pulmón.
Los análisis por subgrupos trataron de establecer si la incidencia del cáncer de pulmón podía modificarse por edad, índice de masa corporal, raza, antecedentes familiares de cáncer de pulmón o tabaquismo. El único subgrupo que mostró que el riesgo de cáncer de pulmón podía reducirse fue el de los grandes fumadores con un consumo >20 años-cajetillas de cigarrillos (pinteracción= 0,004). Los grandes fumadores con una ingesta elevada de antocianidinas experimentaron una reducción del 45 % en el riesgo de cáncer de pulmón en comparación con una ingesta baja de antocianidinas (C4 frente a C1), con un HR de 0,55 (IC 95 %: 0,47-0,65).
Las principales limitaciones del estudio son que la ingesta de antocianidinas se evaluó solo una vez y que el diseño era observacional.
La Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, entre otros, financió este nuevo análisis del estudio PLCO. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos financiaron el estudio original.
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