Una actividad física laboral intensa y prolongada es un factor de riesgo para el deterioro de la salud mental

  • Liz Scherer
  • Resúmenes de artículos
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Conclusión práctica

La actividad física laboral de larga duración, es decir, el trabajo en ocupaciones físicamente exigentes, se asocia con un mayor deterioro cognitivo en edades avanzadas. El estudio fue realizado por investigadores noruegos y se ha publicado en la revista Lancet Regional Health - Europe.

Antecedentes y/o implicaciones

Es posible que los profesionales clínicos deseen ayudar a quienes realizan trabajos físicamente exigentes a largo plazo (agricultores, vendedores, personal de enfermería y sanitario) a determinar estrategias para reducir estas exigencias, por ejemplo, flexibilidad laboral, pausas, periodos de recuperación o reducción de horas, siempre que sea posible, con el objetivo de mitigar el deterioro cognitivo y los riesgos de demencia.

Diseño del estudio

Este fue un análisis de cohortes retrospectivo, basado en registros, en el que se examinaron las trayectorias de la actividad física laboral a la edad de 33-65 años en participantes noruegos y el riesgo de demencia y deterioro cognitivo leve a la edad de 70 años o más.

Resultados

Se evaluó a 7.005 participantes, de los que se disponía de datos de evaluación cognitiva en el registro nacional y de actividad física laboral. Casi la mitad de los participantes eran mujeres y, en el momento del análisis actual, tenían una edad promedio de 77,3 años. A 902 participantes se les diagnosticó demencia y a 2.407, deterioro cognitivo leve. Se identificaron cuatro trayectorias basadas en la actividad física laboral: estable-baja, creciente y luego decreciente, estable-intermedia y estable-alta.

En el análisis multivariante se mostró que las personas cuya actividad física laboral se mantuvo estable-alta tenían un cociente de riesgo relativo 1,34 mayor para la demencia en edades más avanzadas y de 1,80 para el deterioro cognitivo leve. Aquellas con trayectorias laborales estables-intermedias tenían un cociente de riesgo relativo 1,36 mayor para el deterioro cognitivo leve frente a los participantes con trayectorias estables-bajas. El aumento y posterior disminución de la actividad física laboral pareció mitigar parte de este riesgo, ya que los participantes con esta trayectoria tenían un riesgo un 24 % menor de demencia en comparación con los de trayectorias estables-bajas. Sin embargo, el riesgo de deterioro cognitivo leve no se vio afectado significativamente y siguió siendo superior al de los participantes con actividad física estable-baja.

Limitaciones

El estudio estaba limitado por la posibilidad de sesgos de autoinforme y de recuerdo. También pueden haber faltado factores de confusión, por ejemplo, cambios temporales en las tareas laborales en el curso del tiempo. No se recogieron los datos cognitivos durante la juventud y no se evaluó el riesgo competitivo de muerte (es decir, los participantes en el estudio tenían que sobrevivir y participar en el grupo de estudio inicial). Los factores de confusión residual también son una posibilidad.

Financiación

El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud y el Consejo de Investigación de Noruega. Los autores informan no tener relaciones económicas pertinentes.