Un test genético para detectar a pacientes de cáncer de mama que podrían prescindir del tratamiento

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Hasta un 40 por ciento de las pacientes de cáncer de mama abandonan el tratamiento cuando este es muy prolongado. Es decir, igual o superior a 5 años. Principalmente debido a los efectos secundarios.  Por tanto, la oportunidad de “desescalar”, es decir, disminuir la duración, o incluso de prescindir del tratamiento endocrino con la seguridad de que la paciente con cáncer de mama no va a recaer sería un avance para estas pacientes. En este contexto aparece el test genético MammaPrint. Se trata de una prueba que analiza 70 genes del tumor para determinar el riesgo de recaída en pacientes con cáncer de mama.

Uno de los resultados de este test es la clasificación de “riesgo ultrabajo” en pacientes que muestran el mejor pronóstico en comparación con el resto de clasificaciones independientemente de sus factores de riesgo clínico, del tratamiento recibido y de la edad. Identificar a estas pacientes puede ayudar a avanzar en la desescalada del tratamiento, evitando toxicidades y costes innecesarios, así como riesgo de efectos secundarios.

Pacientes con cáncer de mama con riesgo ultrabajo
La última actualización de las guías de la National Comprehensive Cancer Network (NCCN), ha incluido la clasificación de “riesgo ultrabajo” de recurrencia del test MammaPrint en su tabla de recomendaciones de los estudios de expresión génica.

“Antes de conocer la clasificación de “riesgo ultrabajo”, con la clasificación de ‘bajo riesgo’ de MammaPrint ya sabíamos que la quimioterapia se podía evitar. Ahora vamos un paso más allá con evidencias también sobre la terapia endocrina”. Así lo aseguraba Miguel Gil Gil, jefe de Servicio de Oncología Médica del Institut Català d’Oncologia en el XXV Simposio de Revisiones en Cáncer.

En cuanto al perfil de pacientes con cáncer de mama con riesgo ultrabajo los estudios demuestran que se da tanto en pacientes premenopáusicas, como posmenopáusicas. “No obstante, hay que combinar estos resultados con otros factores clínicos del tipo TNM (cómo de grande es el tumor y cuáles son sus biomarcadores, si se ha diseminado a ganglios linfáticos y si existe metástasis). Tenemos más tranquilidad en la paciente posmenopáusica, ya que en el estudio MINDACT más del 60 por ciento de las pacientes eran posmenopáusicas y algo más de un 30 por ciento de premenopáusicas”, apunta.

Por último, el experto recuerda que los efectos secundarios del tratamiento hormonal alteran la calidad de vida de las pacientes, sobre todo en aspectos relacionados con la esfera sexual (alteraciones vaginales, disminución de la libido) y otras afecciones como dolores articulares y musculares.