Un sistema similar a Matter para tecnología de la salud

  • Santiago Cervera
  • Salud Digital
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Quienes se hayan iniciado en el mundo de la domótica en su domicilio habrán experimentado una cierta frustración al comprobar que, al menos hasta ahora, los sistemas que están en el mercado frecuentemente se comportan como reinos independientes. Puede ocurrir el caso de que aparezca una buena oferta de bombillas automatizables, las compres, y te des cuenta de que tienes que activarlas a través de una aplicación específica de su propia marca, y de acuerdo con sus propias reglas. Lo que también ocurre, por ejemplo, si quieres ir actualizando progresivamente una instalación con aparatos de mejor calidad o funcionalidades más variadas y avanzadas.

Es cierto que hay maneras de unificar muchos dispositivos en un mismo centro de control, los llamados “hubs”, como son las aplicaciones de Alexa o Casa (de Apple). Desde ahí, y siempre que los aparatos instalados sean compatibles, se puede crear un modelo de gestión más o menos unificado. Pero esta es una solución que no siempre es satisfactoria, porque supone añadir un nivel más de complejidad.

Lo que hasta hace poco no era posible era que aparatos de diversas marcas pudieran manejarse desde un mismo sistema unificado de conectividad, lo que implicaría que se pudieran integrar dispositivos heterogéneos en una misma plataforma de gestión. Decimos “hasta hace poco”, porque este problema ya se ha resuelto. 

En efecto, desde hace unos meses se encuentra ya disponible un estándar llamado Matter, que ha sido diseñado conjuntamente por empresas como Apple, Google, Amazon, Samsung o Zigbee (y hasta 170 más), y cuya misión consiste en habilitar un protocolo común de interoperabilidad para hogares inteligentes. 

El objetivo de Matter es garantizar que los dispositivos domésticos inteligentes puedan funcionar conjuntamente en un mismo ecosistema. De esta manera se consiguen varias cosas. La primera, simplificar los procedimientos de activación de los aparatos, lo que puede redundar  en que una mayor variedad de estos puedan trabajar conjuntamente. Lo segundo, hacer más rápidas y seguras las comunicaciones entre ellos y entre los sistemas de gestión, incluso facilitando que “hablen” entre sí. Y tercero, ofrecer al usuario una manera más sencilla de interactuar, eliminando las peculiaridades y complejidades de cada marca.

Dispositivos conectados.

Por tanto, a partir de ahora el consumidor que quiera aprovecharse de este nuevo estándar, creado para facilitarle las cosas, lo único que tendrá que hacer es verificar que cuando adquiera un nuevo aparato domótico (una bombilla, un enchufe, un termómetro, un termostato, un sensor de humedad o contaminación, o incluso un electrodoméstico conectado), lleve el sello de Matter en sus especificaciones. A partir de ahí lo tendrá más fácil para integrarlo, operar con él, o generar automatizaciones. 

Un paso hacia la conectividad en el campo de la salud

Para llegar al protocolo unificado, quien ha trabajado en el desarrollo técnico del modelo ha sido la Connectivity Standards Alliance (CSA), una organización dedicada a definir la manera en la que ha de operar la interconectividad compartida entre diversos fabricantes. La noticia es que ahora la CSA se ha planteado un nuevo reto, que es el de generar un sistema similar a Matter para tecnologías de la salud, a través de un grupo de trabajo específico. Las implicaciones para la asistencia sanitaria y para el fomento de la innovación en este campo son importantes.

Este Matter especializado se está definiendo como un modelo específico de integración en el “Internet de las cosas” (IoT) dirigido a los dispositivos tecnológicos con utilidad en el campo de la salud, que puedan emplearse tanto en hospitales como especialmente en las casas. 

Permitiría que los dispositivos IoT se comuniquen entre sí, independientemente de la empresa que los haya fabricado, y se integren en una plataforma estandarizada. Se cree que donde más utilidad puede tener es en el desarrollo de modelos seguros y eficientes de telemonitorización de pacientes, hospitalización en domicilio y gestión de enfermedades crónicas.

Todavía no hay muchos detalles concretos de este proyecto, puesto que el grupo de trabajo se encuentra en las primeras etapas de trabajo. Pero lo que parece indudable es que hay muchas aplicaciones potenciales, y que abriría la puerta a que desarrolladores y empresas orientadas a la innovación asistencial tengan más facilidad para crear sus productos, sabiendo que pueden tener entrada en un ecosistema de referencia, unificado y de uso universal.  

Por ejemplo, existe actualmente mucha tecnología que permite detectar cuando una persona se cae. Está disponible en relojes inteligentes, como el Apple Watch o el Samsung Galaxy Watch, y en otros ciertos dispositivos domésticos inteligentes. Idealmente, el mejor escenario sería uno en el que cualquier dispositivo que hubiera sido elegido por el usuario pudiera monitorizar lo que le pase, e integrarlo de manera transparente en plataformas unificadas, como la de su servicio sanitario o de emergencias. Y así con muchos otros casos de uso.

Para lograr que esto sea posible, la Alianza se ha propuesto -y así lo cuenta en el anuncio público que acaba de hacer- impulsar la simplicidad y la fiabilidad en las conexiones de dispositivos y servicios que incorporan datos de salud dentro del hogar inteligente. “El potencial de mercado para respaldar la tecnología y los servicios de atención médica domiciliaria, especialmente los relacionados con el envejecimiento, es enorme y está creciendo. Alcanzar todo el potencial de esta iniciativa requiere enfoques tecnológicos estandarizados que respalden la interoperabilidad, la seguridad, la confiabilidad de los datos y la facilidad de uso: los pilares para impulsar su desarrollo y su aceptación en el mercado”, han dicho.

En el camino, hay varios desafíos y obstáculos que deben superarse, más complejos que el estándar de Matter para los hogares. Uno de ellos es que cualquier funcionalidad que tenga que ver con la atención médica y la medicina debe cumplir con un estándar mucho más alto de precisión y privacidad. Igualmente, es necesario que los organismos reguladores puedan ejercer algún tipo de supervisión u orientación. Y también, poder transmitir a los consumidores la suficiente seguridad y facilidad de utilización en estos sistemas, de las que se deriva la confianza y aceptación que hace avanzar la creación de soluciones. 

La CSA no ha hecho público el listado de qué empresas forman actualmente parte actualmente del grupo de trabajo, y se ha limitado a afirmar que lo compone “docenas de miembros”. Entre ellos deberán estar los principales fabricantes de dispositivos médicos, prestadores de servicios, empresas tecnológicas, organizaciones sanitarias, y agencias gubernamentales.