Un sistema de ayuda automatizada a la prescripción de tratamientos para el cáncer.
- Santiago Appdemecum
- Salud Digital
Posiblemente, el lugar del mundo en el que se están probando más ideas en la intersección entre la tecnología y la medicina es Singapur, no el Silicon Valley californiano. Es en la pequeña isla estado asiática (5,686 millones de habitantes en 733,1 kilómetros cuadrados) donde surgen más noticias sorprendentes, semana a semana, sobre avances en digitalización sanitaria. Sólo como ejemplo, una de las últimas ha sido la utilización de la inteligencia artificial para diagnosticar enfermedades de transmisión sexual. El gobierno de ese país está empeñado en mejorar la eficiencia sanitaria, y cree que la clave consiste en introducir sistemas inteligentes prácticamente en todas las áreas, desde el diagnóstico clínico a la prescripción de tratamientos.
Una de las últimas ideas que se han puesto en marcha consiste en una aplicación que permite estimar los costos totales de los tratamientos en pacientes con cáncer, y que elabora recomendaciones -guiadas, como no, por un sistema de inteligencia artificial- de acuerdo con las características clínicas del paciente, pero también en relación con su aseguramiento y el tipo de cobertura y reembolso de medicamentos que el Gobierno le facilite.
El aplicativo está basado en el motor de inteligencia artificial de la empresa local Bot MD. Se trata de una herramienta muy versátil, que tiene un uso muy extendido en diversos países, y que se ha especializado en intentar resolver muy diversas necesidades del área sanitaria.
Sobre esa base, se ha generado una calculadora de costos de tratamientos antineoplásicos que está pensada para ayudar a los clínicos a estimar los gastos mensuales que los pacientes deben reservar en función de factores determinantes, como el tipo de tratamiento recetado, la duración del proceso o las ayudas públicas que se puedan tener.
El sistema sanitario de Singapur es de cobertura universal, pero tiene unas características peculiares que lo hacen bastante complejo. Tradicionalmente, se ha caracterizado por su orientación hacia control de los costes, que hace que aquel país no sea precisamente de los que más dinero dedica a gasto sanitario -con un porcentaje sobre PIB menor que el de España antes de la pandemia- aunque ofrece unos buenos resultados y bastante capacidad innovadora.
En Singapur, el Estado obliga a sus ciudadanos a destinar un porcentaje de sus ganancias al ahorro, y parte de ese ahorro se realiza en una cuenta que gestiona el sistema de seguridad social y que se nutre de cotizaciones. Cuando un ciudadano tienen una necesidad sanitaria (o de vivienda, o de incapacidad), puede aplicar fondos de esa cuenta para pagarla. Todos los servicios se abonan en menor o mayor cantidad, lo que se entiende que es una manera de conseguir que el ciudadano tome conciencia del coste de sus necesidades.
En el caso sanitario, además de los fondos que se destinan a través de esa modalidad de ahorro (llamada “Medisave Account”), hay sistemas de reembolso público gestionados por el Ministerio de Sanidad, a través del Fondo de Asistencia para Medicamentos, que permiten reponer las cantidades cuando se dan determinados supuestos, como puede ser una enfermedad crónica o grave.

Tratamiento polinómico.
El sistema que calcula los costes de los tratamientos frente al cáncer está desarrollado en colaboración con el National University Cancer Institute (NCIS) y consiste en una plataforma capaz de identificar la opción más coste-efectiva mediante la evaluación de las alternativas de tratamiento disponibles.
Una de sus funciones permite estimar los gastos que los pacientes deberían reservar cada mes para sufragar sus tratamientos, esto es, lo que habrán de sacar de su cuenta de la seguridad social. Para elaborar esta estimación se toma en consideración el precio de los propios tratamientos, las circunstancias administrativas del paciente, y la posibilidad de acceder a reembolsos del Ministerio de Sanidad u otras organizaciones.
Los programas de reembolso del Gobierno que se han integrado en la calculadora incluyen la lista de medicamentos contra el cáncer que el Ministerio de Salud tiene aprobados, las tarifas a las que son reembolsados por el Fondo de Asistencia para Medicamentos, o las ayudas que conceden otras entidades sanitarias. La calculadora está pensada para que se actualice cada vez que haya cambios o revisiones.
En el desarrollo de la herramienta han participado médicos de diversos hospitales y del NCIS, farmacéuticos, responsables del área de apoyo al paciente, trabajadores sociales y economistas.
La calculadora también se puede adaptar para cumplir con determinados criterios específicos de los centros sanitarios, su experiencia de uso de tratamientos y las normas de adquisición de que dispongan. El bot está diseñado para optimizar el costo del tratamiento, mediante la identificación de la combinación más coste-efectiva, y alerta al médico cuando haya una alternativa basada en genéricos o biosimilares.
Los usuarios de esta calculadora de costos -que no está al alcance del paciente, sino del equipo médico- deben introducir datos como la pauta de tratamiento que consideran mejor, la altura y el peso del paciente, y junto a ello seleccionar opciones que incluyen la situación administrativa (ciudadano de Singapur, o con permiso de residencia), el nivel de ingresos familiares y el número de su cuenta de la seguridad social.
A partir de ahí, la aplicación calcula el costo mensual estimado para los pacientes, generando un desglose de cuánto suponen los medicamentos y los servicios necesarios para el tratamiento. Esto sirve no sólo como información para la toma de decisiones, sino que facilita ulteriormente los procesos de presentación de las solicitudes de reembolso por los pacientes.
La mayoría de los tratamientos contra el cáncer en Singapur comprenden una combinación de medicamentos que son específicos para cada paciente, lo que hacía que la gestión financiera fuera compleja, ya que se requerían complejos cálculos manuales para estimar los costos de cada tratamiento. Las recientes revisiones de las políticas de reembolso del Ministerio de Salud exigen además que las aportaciones de los pacientes cubran todas las indicaciones antes de poder ser reclamadas para su reembolso, aunque sólo son financiados los tratamientos de una lista de medicamentos clínicamente probados y considerados como coste-efectivos. De ahí la necesidad de disponer de una herramienta que tomara en cuanta todas estas variables y pudiera ofrecer una información precisa.
La receptividad de la herramienta ha sido buena. Los médicos consideran que es una calculadora "simple y eficaz" que puede ayudar a sus pacientes a comprender el costo de su tratamiento y facilitar la toma de decisiones sobre sus necesidades. Al simplificar el proceso de cálculo, la aplicación también libera tiempo en materias administrativas.
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