Un proyecto del Hospital de la Paz para mejorar la atención a los mayores

  • Andrea Jiménez

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El Hospital La Paz acaba de presentar los avances del proyecto Entono Amigo para las Personas Mayores, una iniciativa para mejorar el cuidado y la estancia hospitalaria de las personas de la tercera edad.

Como explica a Univadis España Juan Ignacio González, jefe de Geriatría del centro madrileño, esta iniciativa “surgió en un intento de adaptar la atención hospitalaria a las especiales características y necesidades de las personas mayores hospitalizadas para mejorar su percepción del ingreso y para prevenir alteraciones de la salud que, con elevado riesgo de aparición, pueden surgir como consecuencia de la avanzada edad del paciente y su frecuente deterioro a nivel físico y/o cognitivo”.

Durante el periodo de hospitalización, las personas alteran sus rutinas básicas, situación que en el paciente geriátrico puede significar la aparición de alteraciones cognitivas como el síndrome confusional o delirium, físicas como episodios de incontinencia urinaria, o disminución de la movilidad, o emocionales como episodios de soledad, ansiedad o estados depresivos. “Por ello este proyecto tiene como finalidad ir un paso más allá de una correcta asistencia y mejorar la humanización de la planta de geriatría ofreciendo a profesionales, pacientes y acompañantes las conductas, servicios, espacios y recursos materiales que les ayuden a mantener unos niveles óptimos de estimulación física, afectiva y cognitiva para prevenir la aparición de alteraciones en la salud”, detalla el responsable de Entorno Amigo, desarrollado en línea con la estrategia de la Década del Envejecimiento Saludable, instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a partir de 2020. A través de esta propuesta, el organismo internacional busca concienciar acerca de la necesidad de que los gobiernos, la sociedad civil, las agencias internacionales, los medios de comunicación y otros agentes trabajen juntos para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades.

Si bien España destaca por una red sanitaria pública de calidad, complementada por un sistema privado de nivel, “su adaptación a las características y peculiaridades de las personas mayores es muy escasa todavía”, señala González. De acuerdo con el jefe del Servicio de Geriatría de la Paz, algunas comunidades autónomas como Madrid, Cataluña o Castilla La Mancha “han dado ya algunos pasos en la línea de ir incorporando al sistema de salud servicios de Geriatría que se van completando poco a poco. Otras están lejos de esto”.

Los servicios de Geriatría aportan una valoración y tratamiento especializados a las personas mayores con fragilidad y con enfermedades que tienen repercusiones funcionales o cognitivas, ofreciendo una respuesta más adaptada al perfil de sus problemas, siendo, a la vez, más eficientes para el sistema sanitario. Como señala el experto, “en un país con un índice de envejecimiento tan alto como España, “es urgente la creación de servicios de Geriatría en todos los hospitales, lo contrario es negar el modelo de atención más adecuado a un sector muy vulnerable de la población”.

Una atención integral que abarque tanto la esfera funcional como mental 

Como propone la especialidad geriátrica, en la asistencia integral a las personas mayores se debe tener en cuenta en primer lugar una correcta atención a los problemas de salud, “que a menudo son más complejos y coincidentes que en edades más jóvenes. Es muy importante aquilatar el grado de complejidad e intensidad en la atención”, destaca González.

Además, según proponen los expertos, debe realizarse una valoración minuciosa y dirigir las medidas terapéuticas a las categorías funcional (grado de independencia en la realización de las actividades de la vida diaria, nivel de autonomía de la persona) y mental (especial atención a los problemas de tipo cognitivo y afectivo). “El cuidado de estas otras esferas hace que el trabajo deba ser más laborioso, pero es imprescindible si se pretende ofrecer unos cuidados integrales. Por otro lado, no se pueden manejar bien los problemas médicos ni planificar los cuidados de una persona de edad avanzada si no se conoce y tiene en cuenta su situación social (tipo de convivencia, cuidador principal, posibles ayudas si se necesitan, etc.) que, sin duda, influirá mucho en su evolución posterior”, determina el coordinador del proyecto de la Paz, impulsado por la Dirección de Gestión del hospital y patrocinado por la empresa farmacéutica BAYER.

Entorno Amigo para las Personas Mayores se empezó a diseñar en 2019, antes de la llegada de la pandemia.  Desde entonces se han ido implementando algunas medidas entre una oleada y otra, de forma intermitente, por lo que, como asegura González, “el proyecto tardará en conseguir su dimensión completa unos dos años más”.

En él están implicados todos los profesionales que componen el equipo asistencial de la planta del centro madrileño. “No solo los sanitarios, médicos, personal de enfermería y de terapia, sino también celadores, personal de limpieza y hasta de cocina y otros”, aclara su responsable. 

Como acciones concretas ya realizadas figura un plan para respetar las horas de sueño, evitar traslados a horas inadecuadas, mejorar los espacios comunes, empezando por los pasillos, para fomentar la movilidad, un plan de prevención de la confusión mental durante el ingreso y algunas medidas para reducir la agresividad de las técnicas hospitalarias. “Conforme la reducción de las medidas de control de la pandemia lo permita, se van a iniciar acciones para mejorar el acompañamiento y la conexión con familiares y allegados y reforzar aún más la implementación de mayor actividad física”, detalla González.

Por otro lado, entre equipo médico y el personal de Enfermería de la planta de Geriatría del hospital se han elaborado unas tablas con la lista de propuestas para prevenir la confusión mental de los pacientes. “Se dividen en actividades sobre el entorno y directas con el paciente y abarcan toda una gama de acciones ambientales, de conducta del personal, de comunicación, de flexibilidad en los tratamientos, de interacción familiar, etc.”, destaca el especialista y explica que las sugerencias están editadas en un formato transportable que las hacen fácilmente compartidas por todo el personal asistencial de la planta.

Como recuerda González, la pandemia de la COVID-19 tuvo un impacto desproporcionado en las personas de edad avanzada en todos los países en los que se dispone de datos fiables. “Fue así para las personas mayores en la comunidad y, sobre todo, sobre las institucionalizadas”. Este hecho, por un lado, y el cuestionamiento de la idoneidad de los sistemas sanitarios para afrontar este problema, por otro, puso en evidencia, también en la mayoría de los países, que la asistencia social y sanitaria a este sector es muy mejorable y debe ser mejorada. En opinión de González, “el afloramiento de estas circunstancias ha generado una toma de conciencia y una sensibilidad especial en el seno de la sociedad. Ahora hace falta que las administraciones, los gestores y los encargados de organizar la atención social y sanitaria utilicen la lección que todos hemos recibido y que, en la medida de las posibilidades se den los pasos necesarios para adaptar los sistemas de atención a las necesidades especiales de las personas mayores. Esperemos que así sea”, concluye.