Un plan nacional para la migraña: el trastorno neurológico más prevalente en España

  • Andrea Jiménez

  • Maria Baena
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La migraña afecta a cinco millones de personas en España y es la principal causa de discapacidad en la población joven y activa. “Y la segunda causa neurológica de más años de vida perdidos por discapacidad”, apunta Lali Giné, enfermera especializada en cefalea y una de las participantes del Libro Blanco de la Cefalea publicado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y otras siete organizaciones científicas.

El documento, un proyecto nacional, multidisciplinar y transversal que analiza el impacto de la migraña en nuestro país, surge como un Plan Estratégico Nacional para un abordaje más eficiente e igualitario entre todas las comunidades autónomas. “Como pasa con otras con muchas patologías, hay una diferencia significativa entre comunidades a la hora de diagnosticar y tratar la migraña. Uno de los objetivos de este libro es la creación de un consenso que recoja las perspectivas y necesidades de este trastorno en el contexto del país”, detalla Giné, coordinadora del grupo de estudio de cefaleas de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE).

El 80 % de las personas que padecen esta enfermedad en España son mujeres, generalmente en edades comprendidas entre los 20 y 40 años. “Esto se debe a que hay un componente hormonal que provoca que la afección se dispare en las mujeres cuando empiezan su época fértil”. El trastorno puede comenzar en la infancia, pero la edad de desarrollo suele ser en la adolescencia. “Hasta los 13 y 14 años la incidencia de la migraña está muy igualada por sexo, pero a partir de la pubertad afecta mucho más a mujeres. Y en la curva de los 60 años, cuando ya se generaliza la menopausia, su incidencia se vuelve a equiparar entre hombres y mujeres”, señala la experta.

Este trastorno se suele acompañar de náuseas vómitos, fotofobia, fonofobia, dificultad cognitiva durante la crisis del dolor, hormigueo en un lado de la cara o en un brazo o pierna y dificultad para hablar. “También del desarrollo de discapacidad visual, sobre todo transitoria, y que es predecesora al dolor”, manifiesta Ginés. Además de las cefaleas, los pacientes pueden sufrir estrés, insomnio y depresión, generando un gran impacto en el funcionamiento diario de los pacientes que la padecen, tanto en aspectos físicos, emocionales y sociales, como con la familia, el trabajo y las relaciones sociales. Según SEMERGEN, el 70 % de las personas con migraña crónica cuentan con un nivel de discapacidad grave o muy grave que les impide llevar a cabo su vida con normalidad.

Entre los desencadenantes más destacados de la migraña se encuentran el estrés, los trastornos de sueño, el exceso o déficit de alimentación y la deshidratación. “Hay factores que pueden contribuir más o menos en el desarrollo de una crisis de migraña, eso no significa que en todos los pacientes y casos sea así. Tenemos que pensar que el ataque de migraña es como un ordenador en el que se van abriendo muchos programas y, de repente, necesita reiniciar”, compara la enfermera del Hospital Vall d’Hebron en Barcelona.

Infradiagnóstico y falta de adherencia al tratamiento

En los últimos años se han desarrollado tratamientos preventivos específicos para reducir la frecuencia e intensidad de las crisis de la migraña, pero no siempre están llegando a los pacientes que los requieren. “Hasta hace poco no había fármacos específicos para la migraña, y los que los pacientes tomaban tenían a menudo efectos secundarios sin resultados para evitar o parar las crisis. Por eso, para conseguir la adherencia al tratamiento es importante hacer manejo y seguimiento, sobre todo, a nivel enfermería”, dice Ginés. La medida que más destaca el Libro Blanco es promover el diagnóstico precoz para reducir el impacto de la migraña, debido al alto retraso diagnóstico que existe actualmente, y que ronda los 6 años.  El retraso del diagnóstico ha provocado que haya una falta de adherencia a los tratamientos entre los pacientes, quienes no encuentran una solución frente a las crisis con tratamiento sintomático y deciden abandonarlo. 

En España, más del 60 % de los pacientes con migraña episódica (con menos de 15 días al mes de cefalea) o crónica (15 o más días al mes de cefalea durante más de 3 meses) toman analgésicos y/o antinflamatorios durante las crisis. El uso de fármacos específicos como los triptanes es menor, un 30 % las personas con migraña episódica los consumen y casi el 50 % de las personas con migraña crónica En ocasiones ocurre lo opuesto: un sobre uso farmacológico que deriva en un consumo excesivo de analgésicos, ansiolíticos y antidepresivos. “Nos solemos encontrar con pacientes que hacen lo que pueden hasta llegar a un especialista o al médico de cabecera, abusando de medicación”. La automedicación es uno de los principales factores de riesgo de cronificación: más del 50 % de los pacientes se automedican con analgésicos sin receta.

Formación y acceso a la información

Para garantizar el control, la adecuada prescripción y adherencia al tratamiento es importante coordinar adecuadamente la atención sanitaria, según se constata en el Libro Blanco. Los expertos también recomiendan mejorar la formación de los especialistas, lo que facilitaría y agilizaría el acceso a pruebas diagnósticas como los estudios de imagen (tomografía computarizada [TC]/ resonancia magnética [RM]) cuando sean necesarios. Para Ginés, “también es necesario informar mejor a la población. Acercar los aspectos de este trastorno a la gente con el objetivo de mejorar el diagnóstico y el tratamiento. Como la campaña en forma de cómic llevada a cabo desde el Congreso de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE) de la mano con el Instituto Salud sin Bulos para acabar con los mitos alrededor de la migraña”, expone la enfermera, y añade como ejemplo: “Uno de los más concurridos es que a través de la alimentación se puede curar este trastorno. La migraña no se trata con la dieta DAO o con plantas medicinales. Pero este tipo de bulos están muy extendidos entre los jóvenes.”