Traducción y validación de tres escalas nutricionales pediátricas para ser utilizadas en España
- Pura C. Roy
Tradicionalmente muchas de las palabras en medicina tenían su raíz en el latín o el griego. Pero esta situación cambió en el siglo XX: el inglés se convirtió en el idioma de referencia e internacional de la medicina.
“No es solo que una cuarta parte de los libros de medicina editados en España e Hispanoamérica corresponda a traducciones de obras extranjeras. Se trata fundamentalmente de que la mayoría de los artículos de las revistas incorporan más de un 80 % de las referencias bibliográficas en inglés” afirmaba ya a finales de los 90 el Dr. Fernando Navarro, autor del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico.
“Debemos aceptar, pues, que en un país como España, de ciencia dependiente, todo autor médico es en buena medida también traductor”, señala el facultativo, poniendo de manifiesto que es posible una mejor traducción de ciertos términos anglosajones.
Recientemente Anales de Pediatría publicaba un artículo en el que se pone de manifiesto la importancia de una traducción adecuada. En esta ocasión en relación a la adaptación transcultural y validez de tres escalas de riesgo nutricional. Los autores justifican el estudio alegando que “existen diversas escalas diseñadas para determinar el riesgo de desnutrición al ingreso hospitalario en población infantil, sin embargo, la mayor parte de estos instrumentos se desarrollan y publican en lengua inglesa, siendo preceptiva su adaptación transcultural y validación para poder ser utilizados en España”.
Desnutrición nosocomial infantil: importancia del diagnóstico precoz
La desnutrición nosocomial se define como un desequilibrio nutricional adquirido durante el ingreso hospitalario que puede producirse tuviera el paciente o no desnutrición antes del ingreso.
En países desarrollados la incidencia se estima entre un 13,5 % y un 44,5 % si aplicamos la definición de pérdida de más del 2% del peso corporal y del 3 % al 25,4 % aplicando la definición de pérdida de peso superior al 5 %.
La desnutrición infantil asociada a la enfermedad puede condicionar y agravar la situación de base, impactando en la salud del niño a corto y largo plazo (afectando al desarrollo cognitivo y motor, aumentando la incidencia de infecciones y reduciendo la calidad de vida). La desnutrición nosocomial se asocia con estancias más prolongadas, mayor incidencia de comorbilidades y un mayor mortalidad.
Por ello es importante una correcta evaluación para facilitar el diagnóstico temprano así como estudios que clarifiquen los apartados a tener en cuenta para un posible diagnóstico.
Entre las 3 escalas más utilizadas para valorar el riesgo nutricional se encuentran la: Pediatric Nutritional Risk Score (PNRS), Screening Tool for Risk on Nutritional status and Growth (STRONGkids) y la Screening Tool for the Assessment of Malnutrition in Paediatric (STAMP). Sin embargo, estas fueron desarrolladas y publicadas en inglés, siendo necesaria la adaptación transcultural para su aplicación en España.
Adaptación de las escalas de riesgo nutricional al español
El estudio aporta las versiones en castellano adaptadas transculturalmente de las escalas PNRS, STRONGkids y STAMP.
Para ello se contó con tres traducciones inversas diferentes siguiendo las recomendaciones de las Guías de la Comisión Internacional de Tests para la Traducción y Adaptación de Pruebas, y un panel de expertos.
Cada una de las versiones originales de las escalas fueron traducidas por tres traductores independientes (licenciados en filología inglesa, traducción e interpretación y traductor nativo de Reino Unido) a los que se solicitó que primaran la equivalencia semántica con la versión original y no una traducción literal.
Las nueve traducciones (tres por escala) fueron enviadas a un panel de siete expertos a los que se les solicitó valorar qué traducción consideraban más apropiada, modificando en caso necesario aquellas palabras o expresiones que consideraran mejorables.
Bajo siete criterios básicos se evaluaron cada apartado de las escalas midiendo cuatro criterios: ambigüedad, sencillez, claridad y relevancia, y se obtuvieron tres posibles versiones para cada apartado de las escalas, llegando hasta cinco versiones diferentes para apartados como el de “peso y talla” de la escala STAMP.
Los autores concluyeron que las escalas PNRS y STRONGkids presentaban un contenido válido para ser aplicadas en el contexto hospitalario español. Sin embargo, STAMP requería la adaptación de su apartado “peso y altura” para considerar adecuado su uso en población infantil española.
“No resultó fácil establecer el criterio sobre el que basar la elección de una u otra versión de la traducción, considerando el criterio más completo aquel que aunara un punto de vista tanto cuantitativo -número de expertos que defendían una misma versión- como cualitativo -observaciones que los expertos hacían con respecto a la semántica de los apartados y consulta de las definiciones de las palabras en función del uso normal del lenguaje-. Por ejemplo, en la escala PNRS encontramos incidencias en las definiciones operativas. En el apartado ‘ingesta alimentaria’ se valoraron tres traducciones completamente diferentes para la definición operativa: ‘consumo<50% de la dieta asignada/dieta recomendada/requerimientos dietéticos’. Se justificó la expresión definitiva ‘dieta recomendada’ basándose en la definición de la Real Academia Española que define asignar como ‘señalar lo que corresponde a alguien o algo’ y define recomendar como ‘aconsejar algo a alguien para bien suyo’”, alegan los expertos en el artículo.
El estudio considera que la escala PNRS se debe aplicar a las 48 horas del ingreso para que la valoración de la ingesta dentro del proceso de hospitalización sea lo más correcta. Además, así se permite corregir los posibles estados de deshidratación/sobrehidratación que afectan al peso del paciente y valorar cómo interactúa el niño con la dieta recomendada del hospital.
Aunque haya elementos subjetivos, la escala STRONGkids contiene dos preguntas que deben ser respondidas por el profesional sanitario y otras dos diseñadas para el cuidador principal del niño (acerca de la ingesta y pérdidas nutricionales y la pérdida de peso o escasa ganancia ponderal). Esto permitirá saber si el paciente padece una enfermedad de alto riesgo nutricional. “En la escala STRONGkids, comparada con el resto de escalas, encontramos menos dilemas semánticos en su adaptación transcultural”, expresan los autores.
Con respecto a las tablas que facilita STAMP, es preferible elegir aquellas que se encuentren registradas en los sistemas informáticos sanitarios. Muchas veces se utilizan las originales inglesas por los que los autores creen que para la cuestión de definir mejor el apartado “Weight and Height” (peso y altura) es necesario seguir investigando y desarrollando clasificaciones en función de tablas de referencia utilizadas en el contexto español que mejoren su validez.
Conclusiones y escalas adaptadas
En el estudio se incluyen versiones definitivas de las escalas tal y como podrían aplicarse en población infantil en España, con el consecuente interés clínico e investigador que aportan.
La escala PNRS, en su versión en castellano, posee un contenido válido (en términos de relevancia, claridad, sencillez y ausencia de ambigüedad de sus apartados) para determinar riesgo de desnutrición en población española. Precisa incluir en las definiciones operativas herramientas validadas al castellano para valorar, por ejemplo, el dolor en niños de 6 años o mayores y su utilización en las 48 horas tras el ingreso.
En la escala STRONGkids, en su versión en castellano, posee un contenido válido -en términos de relevancia, claridad y sencillez de sus apartados para determinar riesgo de desnutrición en población pediátrica española. Se considera necesario valorar los apartados que son contestados por cuidadores y/o familia del niño.
Hasta determinar su reproducibilidad en la valoración que aportan diferentes cuidadores es necesario establecer la aplicación de la escala en el momento en el que el niño esté acompañado de su cuidador principal. STRONG-KIDS es buena como herramienta de tamizaje para identificar a los pacientes con peso bajo al momento del ingreso.
La escala STAMP en su versión en castellano no posee un contenido válido para determinar riesgo de desnutrición en población española. Los autores consideran necesaria la modificación del apartado “peso y altura”, simplificando la operatividad del apartado y adaptando su valoración a patrones de crecimiento utilizados en el contexto sanitario español. A pesar de los inconvenientes, el método STAMP es una herramienta sencilla y útil para el cribado nutricional.
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