¿Tienen los inmigrantes menor riesgo de muerte prematura por cáncer que los nativos en España?
- Equipo editorial Univadis
- Noticias
La literatura sobre estudios migratorios ha descrito ampliamente la conocida como “paradoja del inmigrante sano”, un fenómeno observado en muchos países desarrollados en los que los inmigrantes tienen mejores resultados de salud que los nativos.
Ahora, una nueva publicación española ha querido comprobar si este fenómeno se da también en cuanto al riesgo de muerte prematura (aquella producida antes de los 65 años) por cáncer.
La "paradoja del inmigrante sano"
Este fenómeno se considera paradójico ya que los inmigrantes suelen estar expuestos a condiciones más adversas en los países de acogida, pudiendo tener un impacto en su salud. Este efecto se ha atribuido a varios factores, en primer lugar, la migración podría estar sujeta a un efecto de selección positivo, es decir, las personas más jóvenes con mejor salud tendrían más probabilidades de migrar y tener éxito en el proceso. En segundo lugar, algunos estudios han postulado que los hábitos de vida de los migrantes podrían ser más sanos que los de los nativos. Y por último, se ha sugerido que la población migrante tiende a regresar a sus países de origen cuando se jubila, envejece o enferma gravemente.
En España, esta "paradoja del inmigrante sano" está poco estudiada, sobre todo en lo que se refiere a causas específicas de muerte. Por este motivo, un equipo español ha realizado esta investigación publicada recientemente en el European Journal of Public Health.
Para el estudio se recogió la información acerca de las causas de muerte por causa específica en España a partir de los registros administrativos entre 2012 y 2015, así como las características de los participantes del censo español de 2011. En total se incluyó en el estudio información de 2.276.491 individuos: 49,6 % hombres y 50,4 % mujeres. 93,6 % nativos y 6,4 % inmigrantes.
Tras un análisis de regresión de riesgos proporcionales de Cox se calculó el riesgo de mortalidad en la población inmigrante y la nativa, así como el riesgo de la primera en función de su origen. Se tuvieron en cuenta las características sociodemográficas, socioeconómicas y migratorias.
Menor riesgo de mortalidad prematura por cáncer en población inmigrante
Los resultados apoyan la "paradoja del inmigrante sano". El riesgo de mortalidad prematura por cáncer fue menor en la población inmigrante que entre la nativa siendo la diferencia mayor en hombres que en mujeres.
La tasa de mortalidad prematura en hombres nativos fue de 129,9 por cada 100.000 y de 78,1 en inmigrantes. Los tumores supusieron el 48,2 % de la mortalidad prematura total en los nativos varones y el 40,4 % en los inmigrantes. Entre las mujeres, la tasa de mortalidad prematura por cáncer fue de 80,3 por 100.000 para las nativas y de 60,6 para las inmigrantes. Al igual que en los hombres, los tumores representaron una proporción mayor de la mortalidad prematura total en las mujeres nativas (61,3 %) que en las inmigrantes (54,3 %).
Por origen, la mortalidad fue menor entre la población latinoamericana (hombres un 81 % menor riesgo, mujeres 54 % que la población nativa). Los varones procedentes de Europa del Este presentaron un riesgo un 56 % menor, aquellos procedentes de Europa y de otros países desarrollados un riesgo un 73 % menor y del Magreb un 74 % menor. Sin embargo, los inmigrantes asiáticos y subsaharianos no mostraron diferencias significativas en la mortalidad por cáncer con respecto a los nativos. En el caso de las mujeres, solo las inmigrantes procedentes de América Latina y el Caribe tenían menos probabilidades de morir de cáncer que las nativas.
En los hombres se observó que el riesgo de mortalidad prematura por cáncer seguía un claro gradiente social: cuanto mayor era el nivel educativo y la clase social ocupacional, menor era el riesgo de mortalidad prematura por cáncer. Sin embargo, este efecto no fue tan claro entre las mujeres.
Los datos mostraron también que un mayor número de años de residencia en España redujo esta diferencia del riesgo respecto a los nativos. No se observaron diferencias significativas en la mortalidad por cáncer entre los nativos y los inmigrantes que llevaban 15 o más años residiendo en España.
Desafortunadamente este artículo no esta disponible para usuarios no logados
Has alcanzdo el límite de artículos por usuario
Acceso gratuito Un servicio exclusivo para profesionales sanitarios