Sublinajes BA.4 y BA.5 de ómicron: más transmisibles y evasivas

  • Paolo Spriano

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Las variantes BA.4 y BA.5 de ómicron son más evasivas y transmisibles, lo que refleja la continua evolución del virus. Las nuevas variantes, como ómicron, están provocando la reactivación de la pandemia de la COVID-19, siendo ya esta variante la dominante en muchas regiones, incluida España. Ómicron acumula mutaciones muy rápidamente y abre nuevos escenarios evolutivos que afectan a las estrategias de vacunación.

La vacunación contra el SARS-CoV-2 se basa principalmente en vacunas que inducen la inmunidad contra la proteína de la espícula. Estas vacunas representan la herramienta más eficaz en la respuesta de los sistemas sanitarios mundiales frente al SARS-CoV-2 y España, con un 54,0 % de la población con la dosis de refuerzo, se encuentra en una situación favorable. Sin emabrgo, la eficacia de las vacunas se ve amenazada por los sublinajes de ómicron BA.4 y BA.5, que han demostrado una mayor transmisibilidad y evasión de la inmunidad del huésped.

BA.4 y BA.5: el escenario del verano

Según el GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data) el número de casos de BA.4 y BA.5 ha aumentado desde principios de 2022 en todo el mundo. Estos nuevos linajes de ómicron han sustituido rápidamente a BA.2. BA.4 y BA.5 tienen secuencias idénticas en la proteína de la espícula.

Las tasas de secuencia de BA.4 y BA.5 alcanzaron el 35 % y el 20 % respectivamente a finales de abril de 2022 en Sudáfrica. Según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) BA.5 representaba aproximadamente el 37 % de los casos positivos en Portugal desde el 8 de mayo de 2022. [1]

Estas tasas de crecimiento sugieren que las variantes BA.4 y BA.5 pueden ser más transmisibles que otros linajes de ómicron. El aumento de la tasa de crecimiento de BA.4 y BA.5 puede deberse a su capacidad para evadir la protección inmunitaria inducida por la infección vírica previa y/o la vacunación. BA.4 se ha detectado sobre todo en Sudáfrica, pero también en otros países de Europa, como España, al igual que BA.5. 

Ómicron y la inmunidad

La ola inicial de ómicron fue causada por la cepa BA.1, que, en comparación con las cepas ancestrales, contiene sustituciones que causan grandes reducciones en los títulos neutralizantes de la vacuna o del suero inmune natural, lo que lleva a altos niveles de infecciones en personas vacunadas y contribuye a la intensidad de la ola provocada por ómicron. 

Al mismo tiempo que se notificaba la aparición de la variante BA.1 también se notificaron las variantes BA.2 y BA.3, altamente relacionadas, pero con modificaciones en la proteína de la espícula. La cepa BA.2, que tiene una pequeña ventaja de transmisión, se ha convertido en la dominante a nivel mundial. El sublinaje BA.3, con pocas secuencias notificadas en comparación con BA.1 y BA.2, parece ser un mosaico de BA.1 y BA.2 (con 3 diferencias en la proteína de unión al receptor respecto a BA.1 y 3 diferencias con BA.1 BA.2). Se cree que los casos de infección por BA.2 después de BA.1 son poco comunes debido a los buenos niveles de anticuerpos neutralizantes cruzados después de la vacunación.[2]

Los sublinajes BA.2.12.1 y BA.4/5 presentan mutaciones adicionales en la proteína de la espícula teniendo capacidad para evadir los anticuerpos neutralizantes, lo que compromete aún más la eficacia de las vacunas contra la COVID-19 y de los anticuerpos monoclonales terapéuticos. BA.2 .12.1 es solo ligeramente (1,8 veces) más resistente al suero de individuos vacunados que BA.2. Mientras que BA.4 y BA.5 son sustancialmente (4,2 veces) más resistentes y, por lo tanto, más propensos a provocar infecciones en personas vacunadas. La mutación en el aminoácido L452 en la proteína de la espícula que se encuentra tanto en BA.2.12.1 como en BA.4/5 facilita el escape de algunos anticuerpos dirigidos a las llamadas regiones de clase 2 y 3 del dominio de unión al receptor. La mutación F486V en BA.4/5 facilita la evasión de algunos anticuerpos de clase 1 y 2, pero afecta a la afinidad de la proteína de la espícula por el receptor viral. Entre los anticuerpos terapéuticos autorizados para el uso clínico, solo el bebtelovimab conserva una potencia total contra los sublinajes BA.2.12.1 y el BA.4/5. [3]

Los sublinajes y las vacunas

Los datos emergentes indican que la variante ómicron evade la neutralización de los sueros obtenidos de personas vacunadas con una o dos dosis de la vacuna, especialmente cuando los títulos de anticuerpos están disminuyendo. Los estudios han demostrado que tres dosis de de la vacuna solo ofrecen una protección parcial contra la infección por esta variante. La evasión inmunológica por parte de ómicron puede haber contribuido a las altísimas tasas de transmisión en países con altas tasas de vacunación o inmunidad natural. 

En estudios recientes se ha investigado la capacidad de los sueros inducidos por la vacuna y por la infección para neutralizar los nuevos sublinajes BA.2.12.1, BA.4 y BA.5 del SARS-CoV-2 en comparación con BA.1 y BA.2. Los resultados han mostrado que el suero de los individuos triplemente vacunados (Pfizer, AstraZeneca o CoronaVac) y de los individuos vacunados que manifestaron una infección por BA.1 tenía una capacidad reducida de neutralizar BA.4/5 y BA.2.12.1 en comparación con BA.1/2 como resultado de las mutaciones L452R y F486V (BA.4/5) y L452Q (BA.2.12.1) en el dominio de unión al receptor.[4] Se han informado resultados similares para la mayoría de los anticuerpos monoclonales disponibles en el mercado en cuanto a una mayor reducción de la actividad de neutralización contra las nuevas sublíneas de ómicron. [5]

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Italia.