Síntomas de COVID-19 persistente en adolescentes

  • Heather Mason

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Un estudio de casos y controles realizado en Dinamarca mostró que los adolescentes con pruebas positivas para el SARS-CoV-2 tenían más síntomas de larga duración y baja por enfermedad, mientras que los del grupo de control (sin una prueba positiva) tenían más síntomas de corta duración y peor calidad de vida.

En el estudio, publicado en The Lancet Child & Adolescent Health, se incluyó a 24.315 adolescentes con una prueba positiva de SARS-CoV-2 (grupo de casos) y a 97.257 controles equiparados a los que se invitó a responder a una encuesta. Los autores investigaron los síntomas de COVID-19, la asistencia a la escuela y la calidad de vida relacionada con la salud utilizando preguntas auxiliares de la Encuesta Rápida de COVID-19 Persistente para Niños y cuestionarios validados, en concreto el Inventario de Calidad de Vida Pediátrica (PedsQL) y el Inventario de Síntomas Somáticos de los Niños-24 (CSSI-24).

De los adolescentes encuestados, 2.997 casos respondieron a la encuesta y se incluyeron en el grupo de la COVID-19 persistente, mientras que el grupo de control incluyó a 21.640 participantes. Los participantes del grupo de casos tenían mayores probabilidades de presentar al menos un síntoma de COVID-19 persistente (entre los 23 posibles) que durara al menos dos meses en comparación con el grupo de control.

Los participantes del grupo de casos también tuvieron más días de enfermedad y más ausencias escolares que el grupo de control, pero informaron de mejores puntuaciones de calidad de vida en el PedsQL que el grupo de control, señalaron los autores.

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Reino Unido, parte de la Red Profesional.