Seguridad sanitaria global
- Dr, Miguel Álvarez Deza
El Índice de Seguridad Sanitaria Global (GHS) es la primera evaluación comparativa de la seguridad sanitaria y de las capacidades relacionadas con ella realizado en 195 países para prevenir, detectar y responder a las amenazas de enfermedades infecciosas. La primera edición se publicó en octubre de 2019. Solo unos meses después, apareció un nuevo coronavirus y puso a prueba los conocimientos con una pandemia mundial.
El índice GHS de 2021 encuentra que, a pesar de las importantes medidas adoptadas por los países para responder a la pandemia de la COVID-19, todos siguen estando realmente mal preparados para hacer frente a futuras amenazas epidémicas y pandémicas. Y lo que es más importante, todos los países saben lo que supone esta falta de preparación para su salud y bienestar, lo que ofrece una oportunidad para convertir los altos niveles de conciencia política sobre pandemias en ganancias a largo plazo mediante el mantenimiento de las nuevas herramientas desarrolladas y la creación de capacidades adicionales para protegerse contra la próxima pandemia.
El índice GHS se basa en tres principios fundamentales: el primero es la transparencia, solo se pueden evaluar los datos transparentes y disponibles. Otro, es el reconocimiento de los muchos factores que contribuyen a la preparación, como las capacidades básicas en materia de salud pública, las sanitarias y factores transversales como la resiliencia socioeconómica y las vulnerabilidades de la sociedad. Y el tercero se basa en la rendición de cuentas y la responsabilidad de los países.
La transparencia de los datos permite una mejor toma de decisiones relacionadas, entre otras cosas, con los centros sanitarios, el personal y los suministros médicos, de modo que se puedan aumentar los recursos cuando sea necesario.
Cuando se produce un brote en un país, el resto necesitan saber qué capacidades y recursos tiene la región afectada para combatir la transmisión de la enfermedad, de modo que puedan evaluar los riesgos para sus propias poblaciones y determinar si deben ofrecer apoyo y cómo hacerlo.
El índice GHS incluye seis categorías, cada una de las cuales abarca una serie de indicadores y preguntas: prevención, detección y notificación, respuesta rápida, sistema de salud, cumplimiento de las normas internacionales y entorno de riesgo.
En el informe de 2021 cuatro de las seis categorías del Índice tienen una puntuación media inferior a 40 sobre 100, lo que indica la necesidad de una acción más concertada en la prevención, detección y notificación, respuesta y en las áreas de creación de capacidad de los sistemas de salud. Ningún país, de los 195 analizados, se situó en el nivel superior, lo que indica que existen importantes brechas para todos los países y en todas las categorías del índice.
La media mundial global es de 38,9 puntos sobre 100, sin cambios desde 2019, lo que muestra que la seguridad sanitaria mundial sigue presentando graves deficiencias.
España se sitúa en el puesto 17 de la clasificación total de los 195 países, con 60,9 puntos. Nuestras cifras más altas fueron en las categorías de entorno de riesgo con 75,6 y detección y notificación con 70,8 puntos. La más baja fue en prevención con 47,5 puntos.
El 65 % de los países no tiene una respuesta nacional a las emergencias de salud pública para enfermedades con potencial pandémico o epidémico. La puntuación media global de los sistemas sanitarios sigue siendo baja en todos los países, con 31,5 puntos. La tercera parte de los países tienen una capacidad sanitaria insuficiente en clínicas, hospitales y centros de salud.
Muy pocos países cuentan con una planificación o legislación para abordar las poblaciones vulnerables en la preparación de la salud pública. Un tercio cuenta con un plan general, pero solo 33 países incluyen consideraciones para poblaciones vulnerables en sus planes.
El índice GHS debe utilizarse como una evaluación para comprender mejor las capacidades que tienen los países para prevenir, detectar y responder a los brotes ya sean naturales, accidentales o intencionados, y los riesgos políticos, sociales, económicos y medioambientales inherentes a los mismos. No es una herramienta de predicción. Los impactos de una amenaza de enfermedad infecciosa, tanto sanitarios, económicos como sociales, dependen de muchos factores, como la toma de decisiones políticas en medio de una crisis, el tipo de enfermedad, su modo de contagio e incluso el azar.
“Imagine there's no countries. It isn't hard to do. Nothing to kill or die for…” (Imagine, John Lennon).
El Dr. Miguel Álvarez Deza es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
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