Sanfermines y las fiestas taurinas del verano: ¿Cómo se tratan las heridas por asta de toro?
- Andrea Jiménez
Los sanfermines de este año terminaron el 14 de julio su último encierro con un herido leve y cinco contusiones, sin contar, por suerte, con ninguna muerte. El último fallecimiento por una cornada de toro en estas fiestas fue en el 2009. Pero son muchos los accidentes y desgracias en fiestas similares en España. En el 2015, por ejemplo, hubo siete muertos por cornadas de toro en solo dos meses. El periodo anual más frecuente en el que ocurren estos accidentes son los meses de agosto y septiembre, fechas en las que son más frecuentes las fiestas locales en España.
Como señala un trabajo realizado por el equipo de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital de Guadalajara, “las heridas por asta de toro poseen características únicas, pero existe literatura escasa en esta área”.
Este tipo de lesiones produce daños tan graves que toda persona que las sufre debe ser considerada como un paciente politraumatizado, destaca la publicación que abarca una revisión retrospectiva y analítica de 138 casos de pacientes ingresados durante más de 24 horas por heridas por asta de toro y que tuvieron lugar durante periodo de 11 años en el centro sanitario de Guadalajara, cuya provincia celebra entre 500 y 600 festejos taurinos al año.
Para llevar a cabo el análisis de las lesiones se revisaron las historias clínicas electrónicas de 138 pacientes atendidos por el servicio de urgencias e ingresados durante más de 24 horas con el diagnóstico de herida o traumatismo por asta de toro durante el periodo de enero de 2006 a diciembre de 2016. Del total de casos, caracterizados por una mediana de edad de 34,7 años y 5 días de hospitalización, solo un 7 % (10 de ellos), fueron mujeres. El 93 % restante lo protagonizaron hombres.
En el estudio, los pacientes fueron clasificados en dos categorías: el grupo A, aquellos que fueron sometidos a procedimientos bajo anestesia general, y el B, bajo anestesia local. Las variables recogidas se centraron en la edad, sexo, mes del suceso, lo días de hospitalización, región afectada, el Comprehensive Complication Index (CCI), que evalúa la morbilidad, y el Injury Severity Score (ISS), un sistema que proporciona una puntuación general para pacientes con lesiones múltiples. También se analizaron factores como la duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y la mortalidad.
Según concluye el trabajo, existe un mayor riesgo de ser intervenido quirúrgicamente conforme aumentan la edad, el ISS y las zonas de riesgo de lesión visceral (tórax, abdomen y pelvis). El ISS se relaciona directamente con la estancia hospitalaria, la morbilidad posoperatoria (CCI) y el ingreso en UCI, así como también el tipo de tratamiento a recibir.
Con respecto a los parámetros descriptivos, el resto de los resultados fueron similares a los de otras series: la mayoría de los pacientes con herida por asta de toro son de sexo masculino, predominan los miembros inferiores como sitio de lesión principal y ocurren en la época del año en que son más frecuentes los festejos taurinos, el verano.
Datos que refuerzan los resultados extraídos de un estudio realizado en el Hospital madrileño 12 de Octubre en 2008 por un caso de herida por asta de toro en el área maxilofacial.
El trabajo llevado a cabo por el equipo de cirujanos de Guadalajara resalta los miembros inferiores como la región principal afectada, con 83 casos (60 %), seguidos del tronco (tórax, abdomen y pelvis) con 45 casos (33 %), los miembros superiores con 6 casos (4 %), y cabeza y el cuello con 4 casos (3 %). El ingreso en UCI fue necesario en 12 pacientes (9 %), con una mediana de estancia de 8,5 días. La mortalidad, generalmente secundaria suele darse por shock hipovolémico y sepsis, suele ser menor del 5 %, pero en la serie estudiada no hubo fallecimientos.
Cómo tratar a los pacientes heridos por asta de toro
De acuerdo con Aníibal Medina, responsable del estudio, “las heridas por asta de toro más comunes dentro de los pacientes politraumatizados se centran en desgarros tisulares amplios, múltiples trayectos de lesión, presencia de cuerpos extraños e inoculación masiva de gérmenes”.
Además del tratamiento específico en función del órgano afectado, el tratamiento quirúrgico bajo anestesia general de los pacientes tratados en el Hospital de Guadalajara consistió en el lavado de la herida con solución antiséptica, intervención de Friedrich (extirpación de los bordes cutáneos dañados de una herida traumática) y sutura de piel sobre drenajes no aspirativos. Como apunta el estudio, en la mayoría de los casos se utilizó para el cierre de la herida material de sutura no reabsorbible, utilizando el reabsorbible en ocasiones para sitios de mayor profundidad a la piel
En los procedimientos de cirugía bajo anestesia local se utilizó mepivacaína al 1 %, con posterior limpieza de la herida con solución antiséptica y sutura de la piel con colocación de drenajes no aspirativos. La terapia antimicrobiana fue de amplio espectro, con pauta empírica de amoxicilina-ácido clavulánico o gentamicina más metronidazol en caso de alergia a los betalactámicos, modificándose en función de la antibioticoterapia específica en casos de infección de las heridas. El tipo de traumatismo atendido en este ámbito fue variable, desde una simple contusión o laceración por asta de toro hasta desgarros musculares amplios, con penetración a la cavidad abdominal/torácica, pudiendo estar acompañados de lesiones viscerales o vasculares.
Las complicaciones más frecuentes publicadas en otras series fueron infección de herida/absceso y necrosis cutánea. “En nuestra serie, en los pacientes que no se realizaron procedimientos en el quirófano de forma inicial, la complicación más frecuente fue el hematoma, seguido de infección de herida, convertida en un absceso que necesitó drenaje, remarcando la importancia de la adecuada exploración quirúrgica, Friedrich y cura de la herida”, expone el cirujano.
Según determina el estudio, con el objetivo de disminuir la morbilidad y la mortalidad asociadas a este tipo de pacientes es necesaria la disposición de un servicio médico-quirúrgico permanente o temporal en cercanía a las instalaciones donde se celebren espectáculos taurinos. “También se podría plantear la dotación con más personal sanitario a los centros hospitalarios de referencia en los meses en que prevalecen los festejos, especialmente en provincias con mayor cantidad de festejos taurinos al año, considerando nuestra provincia como perteneciente a este grupo”, concluye Medina.
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