Riesgo de aparición de metástasis cerebrales en pacientes con cáncer de mama inflamatorio
- Univadis
- Clinical Summary
Una nueva investigación indica que las pacientes con cáncer de mama inflamatorio, especialmente las que presentan cáncer de mama inflamatorio triple negativo, tienen un riesgo significativo de aparición de metástasis cerebrales. Los resultados indican que la vigilancia con resonancia magnética cerebral podría ser útil en esta población de pacientes.
En un estudio publicado en la revista Cancer, algunos investigadores del Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston revisaron retrospectivamente a 531 pacientes con diagnóstico de cáncer de mama inflamatorio entre 1997 y 2019. De estas, 372 pacientes presentaban enfermedad en estadio III y 159 presentaban enfermedad en estadio IV de nueva aparición.
Durante una mediana de seguimiento de 5,6 años, 124 pacientes presentaron metástasis en el sistema nervioso central. La incidencia de metástasis en el sistema nervioso central a los 5 años fue de casi el 20 % en las pacientes con enfermedad en estadio III y el 30 % a los 2 años en los casos de pacientes con enfermedad de nueva aparición en estadio IV.
Entre las pacientes con enfermedad en estadio III, el 5 % mostró metástasis en el sistema nervioso central al final del primer año después del diagnóstico de cáncer de mama inflamatorio. Esto aumentó al 9 % a los 2 años y al 18 % a los 5 años. Entre las pacientes con enfermedad en estadio IV, la incidencia de metástasis en el sistema nervioso central a 1, 2 y 5 años fue del 17 %, 30 % y 42 %, respectivamente.
La incidencia real puede ser más elevada, ya que el diagnóstico de metástasis en el sistema nervioso central de la mayoría de las pacientes de este estudio se hizo en el contexto de los síntomas neurológicos. Es probable que algunas metástasis cerebrales no se hayan detectado en las pacientes asintomáticas.
Las pacientes con cáncer de mama inflamatorio triple negativo se enfrentaron a un riesgo 2,27 veces mayor de metástasis en el sistema nervioso central y, cuando sí sufrieron metástasis cerebrales, la duración de su supervivencia fue más breve que la de las que presentaban cáncer de mama con receptor del factor de crecimiento epidérmico humano 2 (HER2) que experimentaron metástasis cerebrales.
También se observaron mayores riesgos de metástasis cerebrales en las pacientes con metástasis viscerales, especialmente cuando se produjeron a una edad joven.
“La incidencia relativamente elevada de metástasis cerebrales observada en la población del estudio destaca la necesidad de continuar la investigación sobre la posible función de la vigilancia mediante imágenes cerebrales en las pacientes de alto riesgo. Hay un estudio abierto en fase 2 de un único grupo en el Instituto Oncológico Dana-Farber que explora este escenario”, afirmó la autora principal, la Dra. Laura Warren. “También se incide en la necesidad de obtener imágenes cerebrales en pacientes con cáncer de mama inflamatorio que presenten síntomas neurológicos, dada la elevada incidencia de metástasis cerebrales en esta población”.
La cohorte metastásica del presente estudio es una de las más grandes hasta la fecha para investigar la incidencia y la supervivencia asociadas con las metástasis cerebrales en pacientes con cáncer de mama inflamatorio, y los resultados indican que puede estar justificado un cambio en las guías de práctica actuales.
Las recomendaciones de la Sociedad Europea de Oncología Médica desaconsejan llevar a cabo pruebas de imagen cerebrales de forma habitual durante el estudio diagnóstico para la estadificación en todas las pacientes asintomáticas con cáncer de mama metastásico. Sin embargo, afirma que la obtención de imágenes cerebrales puede estar justificada en las pacientes asintomáticas con cáncer de mama metastásico con HER2 o triple negativo si la detección de metástasis en el sistema nervioso central alterará la elección del tratamiento sistémico.
Las directrices actuales de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica sobre el tratamiento del cáncer de mama avanzado con HER2 con metástasis cerebrales indican que en la actualidad no hay datos suficientes para recomendar o desaconsejar la vigilancia habitual con resonancia magnética cerebral para las pacientes asintomáticas. Se trata de un cambio con respecto a las directrices anteriores de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, en las que se desaconsejaba la vigilancia con resonancia magnética cerebral en estas pacientes.
En un editorial que acompaña a los resultados del estudio, el Dr. Ajay Dhakal, de la Universidad de Rochester (Nueva York) y la Dra. Carey K. Anders, de la Universidad Duke (Carolina del Norte) afirmaron, dado que el cáncer de mama inflamatorio comprende menos del 2 % de la población con cáncer de mama:
“Proponemos que el cribado habitual mediante resonancia magnética cerebral podría identificar a las pacientes asintomáticas con metástasis cerebrales más pequeñas y en menor cantidad, que podrían ser candidatas a recibir un tratamiento local más focalizado. Este enfoque podría llevar a un diagnóstico más precoz, a evitar la radioterapia del cerebro completo y posiblemente eludir la aparición de posibles déficits neurológicos permanentes”.
El siguiente paso es determinar si una detección más precoz de las metástasis cerebrales lleva a mejoras en la supervivencia y en la calidad de vida. En estos momentos está llevándose a cabo un estudio prospectivo del cribado mediante resonancia magnética cerebral en pacientes con cáncer de mama inflamatorio en estadio III en el momento del diagnóstico para cuantificar la incidencia de metástasis en el sistema nervioso central, determinar las tasas de utilización de radioterapia del cerebro completo y recopilar los resultados en calidad de vida notificados por las pacientes.
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