Queridos Reyes Magos
- Dr. Ángel Benegas Orrego
- Editorial
La llegada del año nuevo lleva consigo numerosas acciones encaminadas a “sentirnos útiles”, sobre todo durante los primeros días. Todos conocemos los listados de proyectos y acciones que a nivel personal queremos encaminar durante los 365 días que quedan por delante. Y en mi caso, no iba a ser menos.
Uno de estos propósitos marcados en mi lista es la humanidad. Seguir trabajando QUERIDOS REYES MAGOS…
La llegada del año nuevo lleva consigo numerosas acciones encaminadas a “sentirnos útiles”, sobre todo durante los primeros días. Es bien sabido por todos la realización de listados de proyectos y acciones que a nivel personal queremos encaminar durante los 365 días que quedan por delante. Y en mi caso, no iba a ser menos.
Uno de estos propósitos marcados en mi lista es la humanidad. Seguir trabajando en la humanidad que tanto requiere nuestra profesión en nuestro día a día. Seguir encaminando cada consulta como una oportunidad de hacer que el paciente se sienta atendido, respetado y, sobre todo, escuchado. Una humanidad que día a día, con las generaciones venideras, vemos que se comienza a recuperar y comienza a dibujar la profesión perfecta que tan emborronada se ha encontrado durante mucho tiempo.
Una de las acepciones de la palabra humanizar en el diccionario de Oxford Language es “… hacer algo más justo, menos riguroso…” y es que es una de las funciones, poco enseñada en nuestras facultades, más características de nuestra profesión. No podemos olvidarnos de todo lo que conlleva un diagnóstico, un tratamiento o, mirando más superficialmente, una correcta anamnesis. Por ello, queridos Reyes Magos, este año quiero que no me falte la humanidad en la consulta que tantos pacientes me agradecen a lo largo del día.
Además, señores majestades de Oriente, este año quiero ponerme serio con un aspecto que abre telediarios todos los días últimamente. Quiero que me entregues la capacidad de saber interrelacionar todo lo que mis pacientes me confían. Quiero que entregues a esta profesión la capacidad de detectar de forma precoz, y aún más efectiva, de reconocer una víctima de violencia de género. Hemos visto como la normativa que existe alrededor de este tipo de violencia cambia de forma repentina, y sin ningún motivo aparente, los casos se han disparado. Somos conscientes desde nuestra profesión que, en numerosas ocasiones, lo que comienza con una simple contusión costal, si conseguimos esa humanidad y esa confianza con la persona que tenemos delante, puede convertirse en un caso de violencia de género. Si, Melchor, este año pido también seguir siendo capaz de reconocer este tipo de actitudes en consulta y poner todo lo que esté en mi mano para evitar que sigan muriendo personas por esta causa, que lo suficientemente injusta es la vida ya como para aumentar las cifras de fallecidos con este tipo de violencia.
No quería terminar esta carta a los Reyes Magos sin hablar de otra de las preocupaciones que a nivel médico se evidencia en los últimos años, y es el incremento de enfermedades de transmisión sexual. Por eso, querido Gaspar, no quiero dejar pasar la oportunidad de pedirte que exista una educación sanitaria holística, completa e interdisciplinar para que toda nuestra población sea consciente de los problemas emergentes que tenemos de forma actual.
Acabando, Baltasar, espero que nos dejéis unas condiciones reales para que ningún compañero o compañera deba abandonar nuestro Sistema Sanitario con el objetivo de sentirse más valorado en el desempeño de sus funciones. La salud no se compra. La vocación, tampoco.
Espero poder ir tachando cosas y objetivos de esta lista a medida que los vayamos cumpliendo. Tenemos 365 oportunidades para mejorar nuestro Sistema Sanitario, en pro de nuestros pacientes.
Ángel Benegas Orrego. Médico General.
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