Queridos compañeros, enhorabuena
- Dr. Ángel Benegas Orrego
- Editorial
Son muchos los días que han transcurrido desde que se realizase el examen de Formación Sanitaria Especializada y, durante estos días, los nervios están a flor de piel. Y no es para menos. Todos los compañeros que superaron el examen están convocados a la adjudicación de plazas que, en el caso del grado en Medicina, comenzó el pasado 17 de abril.
Pensábamos que el ministerio de Sanidad, con su nuevo titular, pondría en jaque lo que la anterior ministra, la Sra. Darias y su equipo tuvieron a bien promulgar como imperativo legal. Muchos de nosotros, no solo este año sino desde que finalizó el estado de alarma ocasionado por la emergencia sanitaria causada por la COVID-19, hemos estado solicitando por diferentes vías cómo creemos que debería ser esta elección de plazas y es que, en la actualidad y bajo mi punto de vista, es de todo menos garantista.
El aspirante con número de orden 360 cuya plaza se adjudicó el primer día, tuvo que realizar una lista vía internet de, mínimo, 360 plazas. Es decir, tuvo que elegir especialidad y hospital hasta 360 ocasiones y ordenarlas según su preferencia, con el objetivo de garantizar una plaza. ¿Sabéis lo que puede llegar a suponer ordenar 360 especialidades y hospitales sabiendo que tu futuro depende de ello? A nivel mental debe ser agotador y demuestra la no realización del “primum non nocere” por parte del ministerio a sus futuros sanitarios.
Después, recibiendo un simple correo electrónico, finaliza todo el proceso de acceso a Formación Sanitaria Especializada. Se recibe un correo, con un PDF, en el que te dicen la plaza que ha resultado adjudicada en base a tu listado de preferencias. ¿Cumple este sistema con las garantías y la transparencia necesaria para este momento de nuestras vidas? La respuesta vuelve a ser negativa.
Tras ello, y permitiéndome escribir este párrafo, estamos quitando la transparencia al futuro de nuestra sanidad, echando por tierra la cantidad de recursos y tiempo empleados para poder llegar a este momento de adjudicación (que no de elección) de la plaza que nos brindará la especialidad soñada y cumplir así con esa parte de nuestro proyecto biográfico. Me gustaría que no cayese en saco roto todas las reivindicaciones que desde numerosos colectivos se han ido realizando durante este periodo de tiempo de cara a conseguir una transparencia real en este acto que, desde fuera puede parecer un simple hecho, pero, para los opositores, supone el inicio de una nueva vida. Por ello, y en justificación al desarrollo de la pandemia (aún vigente por parte de la Organización Mundial de la Salud), considero que la elección debe poder realizarse en formato presencial y en tiempo real, para disipar todas las dudas que puedan estar sobrevolando al futuro de la sanidad española.
Para terminar, queridos compañeros, enhorabuena. El camino hasta aquí no ha sido fácil y solo vosotros podéis saberlo. Escojáis la especialidad que escojáis, os deseo la mayor de las suertes y que los años que teneis por delante solo aporten cosas buenas y una formación de calidad. Dejáis de lado la tarjeta de estudiante para coger la de Médico Interno Residente, con todo lo que ello conlleva. Apoyaos en los compañeros y seguid luchando, desde otro punto de vista, por el futuro de la sanidad del país.
Dr. Benegas Orrego, Angel
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