¿Puede el enriquecimiento de los alimentos reducir la carga de mortalidad por cáncer en Europa?

  • Niedermaier T & al.
  • Eur J Epidemiol

  • Univadis
  • Clinical Summary
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De acuerdo con un informe sobre el enriquecimiento de los alimentos en 34 países de la Unión Europea, cada año podrían prevenirse unas 129.000 muertes por cáncer en dichos países mediante el enriquecimiento con vitamina D de productos alimenticios habituales.

La mayoría de los países no tenía enriquecimiento obligatorio, y casi tampoco voluntario, de los alimentos.

El Reino Unido y Finlandia tenían enriquecimiento obligatorio, con una cantidad aceptable en una gama de productos también aceptable. Suecia tenía enriquecimiento voluntario generalizado, pero en cantidades insuficientes, o enriquecimiento obligatorio aceptable de muy pocos productos. Irlanda tenía enriquecimiento obligatorio insuficiente y algún enriquecimiento voluntario, mientras que Bélgica, Croacia, Dinamarca, España, Estonia, Francia, Países Bajos y Portugal no tenían enriquecimiento obligatorio, pero sí enriquecimiento voluntario de algunos alimentos.

Alemania, Austria, Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, República Checa y Rumanía no tenían enriquecimiento obligatorio y tampoco enriquecimiento voluntario de casi ningún alimento.

En la Unión Europea, aproximadamente 1,1 millones de personas de >50 años murieron por cáncer en 2017 (632.000 hombres y 486.000 mujeres). Se calcula que se perdieron un total de 12,6 millones de años de vida debido a muertes relacionadas con el cáncer en 2017.

Es probable que se previnieran aproximadamente 27.400 muertes por cáncer en Europa en 2017, con el potencial de prevenir otras 129.000 muertes por cáncer (9 % de las muertes por cáncer) si todos los países de la Unión Europea utilizaran un enriquecimiento aceptable de los alimentos con vitamina D, lo que se traduciría en la prevención de 1,2 millones de años de vida perdidos o alrededor del 9 % de las muertes por cáncer en toda Europa.

Aunque los resultados dan lugar a hipótesis, no se tuvieron en cuenta posibles factores de confusión, como la obesidad. Para comprender mejor el efecto en la vida real del enriquecimiento con vitamina D sobre la mortalidad por cáncer, la Dra. JoAnn Manson, que no había participado en la investigación, sugirió un análisis de tendencias temporales de seguimiento en el que se explorara si “los países que decidieron establecer el enriquecimiento de los alimentos obtuvieron una mayor reducción de las muertes por cáncer que los países que no lo hicieron”.