Potenciar el uso de la bicicleta: un asunto de salud pública que podría evitar hasta 205.000 muertes prematuras cada año
- Andrea Jiménez
- Maria Baena
- Noticias
El uso de la bicicleta podría evitar hasta 205.000 muertes prematuras cada año. Es la conclusión de un estudio que ha calculado el impacto en la salud de un cambio global hacia el ciclismo urbano en 17 países en 2050. La investigación, llevada a cabo por la Universidad Estatal de Colorado y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), comparó las tendencias actuales de uso de la bicicleta en distintos puntos del mundo con un escenario hipotético para 2050 en el que la ciudad media alcanzase los mismos niveles de uso urbano de la bicicleta que la mejor ciudad de cada país en este aspecto.
“A la hora de plantear la investigación, nos basamos en un estudio previo publicado por la Global High Shift Cycling Scenario en torno a los patrones que se iban a seguir en la movilidad urbana y que incluía a Alemania, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Países Bajos, Reino Unido, Rusia y Sudáfrica”, explica Julen Egiguren, investigador de ISGlobal y primer autor de la publicación. “Ya se habían realizado bastantes estudios a nivel europeo y Canadá, pero queríamos conocer otras realidades donde existen niveles de contaminación más altos, como en la India”, añade.
Para estimar los impactos en la mortalidad por todas las causas los investigadores llevaron a cabo una metodología de evaluación cuantitativa del impacto en la salud que consideraba, por un lado, los beneficios asociados a la actividad física y, por otro, los riesgos asociados a las muertes por accidentes de tráfico y a la inhalación de contaminación atmosférica durante el viaje en bicicleta, “basada únicamente en la inhalación de PM2.5, un indicador que ha mostrado una fuerte asociación con la mortalidad por todas las causas”, señala el investigador del ISGlobal.
La investigación planteaba distintos escenarios tomando de base la tasa de mortalidad base de cada país y centrándose en la población adulta entre 20 y 64 años. “Es muy probable que la población más joven a esa franja sea más activa en bicicleta, pero nos interesaba hacer un seguimiento de trayectos prácticos del día a día, como la ida a la universidad o al trabajo, y no el uso de la bicicleta como ocio”, aclara Eguiguren.
Incluso en los países en los que había un alto riesgo de accidentes de tráfico, se prevenían más muertes por el hecho de aumentar la actividad física que el riesgo asumido por la pérdida de mortalidad en accidentes de tráfico. “Nuestro estudio muestra que en todos los países y escenarios analizados los beneficios de la actividad física superaran los riesgos de mortalidad relacionados con la inhalación de la contaminación del aire y las muertes por accidentes de tránsito”, concluye el investigador.
Para perseguir un escenario en el que se diera un alto nivel del uso de la bicicleta se deberían introducir de políticas que han demostrado aportar un rápido aumento de los niveles de uso de la bicicleta como: añadir infraestructura ciclista a las carreteras existentes para crear redes troncales en calles arteriales, pequeñas calles residenciales y carreteras interurbanas; implantación de sistemas de bicicletas compartidas en las grandes ciudades; creación y aplicación de leyes para proteger mejor el transporte activo; inversión en instalaciones para caminar y en transporte público para ofrecer opciones de movilidad que puedan combinarse con los viajes en bicicleta. “No contamos con leyes que protejan a los usuarios de bicicleta en el ámbito urbano por lo que hay que generar marcos legales, y también desincentivar el uso de vehículos motorizados, no privilegiar como se hace el uso de coches en el ámbito urbano”, incide Egiguren.
Iniciativas ejemplares
Si bien el investigador del ISGlobal pone como ejemplos las políticas llevadas a cabo hace décadas en países como Dinamarca o Países Bajos y donde en la actualidad el uso de la bicicleta es más acusado, señala otras iniciativas en España como modelo. “En el 2019 Vitoria-Gasteiz ya contaba con 63 super manzanas, y había otras 48 planeadas como proyectos. Esta iniciativa redujo un 27 % el uso del coche en algunos puntos de la ciudad y la contaminación del dióxido de carbono disminuyó en un 42 %. Se llegó a conseguir que en la ciudad el 50 % de los desplazamientos fueran a pie y un 15 % en bicicleta”.
Ante los beneficios demostrados en el uso de la bicicleta como transporte el Gobierno aprobó en junio la primera Estrategia Estatal de la Bicicleta para redibujar la movilidad con menos coches y motos. Para Eguiguren “una prometedora iniciativa cuyo diseño de infraestructura tiene puntos muy interesantes. Pero que debe ser acompañada de financiación”, apunta y recuerda que la bicicleta como medio de transporte “no solo es una cuestión de movilidad sino también de salud pública y del bienestar de la población”.
Desafortunadamente este artículo no esta disponible para usuarios no logados
Has alcanzdo el límite de artículos por usuario
Acceso gratuito Un servicio exclusivo para profesionales sanitarios