Peores resultados de parto para parejas madre-madre
- Heidi Splete
- Maria Baena
- Noticias de Medscape
El parto parece ser más peligroso para las parejas madre-madre que para las parejas madre-padre, según ha descubierto un nuevo estudio.[1]
Según un análisis de más de 1 millón de mujeres en California, Estados Unidos, las mujeres en parejas madre-madre tenían tasas significativamente más altas de resultados adversos graves, como sangrado posparto, que las mujeres con una pareja masculina.
"Nuevos datos muestran que al menos el 7 % de la población de Estados Unidos se identifican como personas pertenecientes a minorías sexuales o de género, o personas a las que comúnmente se les llama LGBTQ+", declaró la líder del estudio, la Dra. Stephanie A. Leonard, Ph. D., de la Universidad de Stanford, en Stanford, Estados Unidos, a Medscape Noticias Médicas.[2]
"Muchas de estas personas tienen hijos o quieren tener hijos, y algunas de ellas lo harán mediante embarazo y parto.[3] Es fundamental que entendamos y satisfagamos mejor sus necesidades únicas de atención médica para apoyar a sus familias".
En un estudio publicado en el American Journal of Obstetrics and Gynecology, la Dra. Leonard y sus colaboradores revisaron los datos hospitalarios de nacidos vivos entre 2016 y 2019. Pudieron realizar el estudio porque el estado cambió sus reglas de informes en 2016 para permitir que los certificados de nacimiento reflejaran los sexos del progenitor que da a luz y del que no da a luz. "Este cambio nos permitió observar los resultados de salud entre las parejas en las que había una madre con una pareja mujer y en las que la pareja era un hombre", continuó la Dra. Leonard.
La población final del estudio incluyó a 1.483.119 madres con pareja paterna, 2.572 madres con pareja materna y 498 padres con cualquier pareja.
En general, las pacientes que dieron a luz en parejas de madre-madre tenían significativamente más probabilidades que las de madre-padre de experimentar hemorragia posparto (8,6 % frente al 4,4 %) y morbilidad grave (3,5 % frente al 1,7 %), según los investigadores.
En comparación con las pacientes que dieron a luz en parejas madre-padre, las pacientes que dieron a luz en parejas madre-madre experimentaron tasas más altas de gestación múltiple (risk ratio ajustado [RRa]: 3,9) e inducción del trabajo de parto (RRa: 1,2), así como una morbilidad grave que no requirió una transfusión de sangre (RRa: 1,4).
Después de excluir las gestaciones múltiples, las diferencias de riesgo para las parejas madre-madre persistieron. Los pacientes que dieron a luz y se identificaron como progenitores con cualquier pareja no tuvieron un riesgo significativamente elevado de ningún resultado adverso obstétrico o de nacimiento de los considerados en el estudio.
Los posibles impulsores de las disparidades en los resultados incluyen políticas que afectan la forma en que las personas de minorías sexuales o de género que están embarazadas acceden a la atención médica, así como las experiencias negativas en los entornos de atención médica tradicionales, según los investigadores. Los datos sugieren que el estrés crónico asociado con la discriminación y el estigma puede tener efectos nocivos en la salud física y mental, escribieron.[4]
Además, "el uso de tecnología de reproducción asistida, que es más frecuente entre las mujeres en parejas del mismo sexo, también se ha asociado consistentemente con un mayor riesgo de complicaciones obstétricas y de parto", informaron los investigadores. "Juntos, estos mecanismos pueden explicar el mayor riesgo de resultados adversos entre las madres con parejas maternas que se observaron en este estudio".
"No pudimos medir el estrés en este estudio y es un área importante para investigar más a fondo y comprender las causas que contribuyen a las disparidades en las parejas madre-madre", comentó la Dra. Leonard a Medscape Noticias Médicas. "Múltiples estudios han demostrado que las personas de minorías sexuales o de género experimentan estrés crónico, y el estrés crónico tiene un impacto negativo en el cuerpo".
Los hallazgos del estudio estuvieron limitados por varios factores, incluido el uso de una lista de roles parentales para inferir el estado de minoría sexual o de género, con el consiguiente potencial de clasificación errónea, señalaron los investigadores. Otras limitaciones incluyeron la posible notificación incorrecta de los nacimientos debido a las variaciones en el lenguaje utilizado para registrar los partos de las personas gestantes en diferentes hospitales, y la posible subestimación de las parejas de minoría sexual o de género, debido a la reticencia de las personas a revelar su estado, indicaron.
Sin embargo, los resultados se vieron fortalecidos por el tamaño de muestra grande y diverso y el uso de certificados de nacimiento modificados recientemente, así como la inclusión de participantes que parieron y se identificaron como padre, escribieron los investigadores.
Llamada de atención
La Dra. Leonard dijo que estaba sorprendida por la magnitud de las disparidades en las complicaciones graves del parto. "Estas también persistieron después de que tomáramos en cuenta las diferencias en factores como la edad, las condiciones de salud crónicas y los embarazos de gemelos", observó. "Creo que disparidades tan grandes y persistentes apuntan a la calidad de la atención médica como un posible factor impulsor y es algo que tenemos la intención de explorar más a fondo", añadió.
El mensaje principal para los médicos es "reconocer que no todos los nacimientos ocurren en parejas de madre y padre y ser conscientes de las necesidades únicas de atención médica de las personas en minorías sexuales o de género", siguió la Dra. Leonard. "Evalúe críticamente lo que su práctica podría hacer de manera diferente para brindar una atención inclusiva y de alta calidad para las personas LGBTQ+ a medida que construyen sus familias con un embarazo y un parto".
Se requiere más investigación para mejorar la atención al paciente
"Las minorías sexuales o de género están construyendo familias y existe una mayor necesidad de comprender sus posibles riesgos obstétricos", puntualizó en una entrevista la Dra. Iris Krishna, profesora asistente en el Departamento de Medicina Materno-Fetal de la Universidad Emory, en Atlanta, Estados Unidos.
La Dra. Krishna dijo que ella también estaba sorprendida por el mayor riesgo de hemorragia posparto y morbilidad grave incluso después de ajustar los factores de confusión en comparación con las parejas madre-padre. También fue de interés el hecho de que los pacientes que dieron a luz que se identificaron como padres, y que probablemente eran hombres trans, parecían tener mejores resultados que las parejas madre-madre, resaltó. La razón de esta diferencia sigue sin estar clara, aunque las parejas madre-madre tenían tasas más altas de tener mellizos y otras gestaciones múltiples.
Los médicos pueden ayudar a reducir las disparidades mediante la creación de un entorno acogedor para todos los futuros padres, incluidas las parejas de minorías sexuales o de género, apuntó la Dra. Krishna. Sugirió usar un lenguaje inclusivo y de afirmación de género en los materiales educativos y el papeleo de admisión, así como en la sala de exploración. También recomendó capacitar al personal, si corresponde, para aumentar la concientización y mejorar las experiencias de las parejas de minorías sexuales o de género.
"En general, parece que la mayoría de las parejas de minorías sexuales o de género no experimentaron resultados adversos", aclaró la Dra. Krishna. Sin embargo, se necesita más investigación para explorar las razones de la disparidad con las parejas madre-madre, señaló.
"Las parejas madre-madre tienen un mayor uso de tecnología de reproducción asistida y tasas más altas de gestación múltiple, y también sería necesario realizar investigación sobre el uso de técnicas de reproducción asistida en esta población. Comprender estos y otros riesgos conducirá a una mejor atención de las parejas de minorías sexuales o de género", finalizó la investigadora.
El estudio fue apoyado por Stanford Maternal and Child Health Research Institute. Las Dras. Leonard y Krishna declararon no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Este contenido fue publicado originalmente en Medscape.com y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional.
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