Nueva guía europea reduce "drásticamente" la idoneidad de las estatinas

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Los nuevos umbrales de riesgo que se utilizan para guiar el tratamiento con estatinas como prevención primaria de la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica en la última guía europea reducen drásticamente la idoneidad para el uso de estatinas en los países de bajo riesgo, según se observó en un nuevo estudio.[1]

Los autores informaron que los nuevos umbrales de riesgo que se eligieron para el tratamiento con estatinas en la guía de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) de 2021 reducen la  de idoneidad estatinas a solo el 4 % de la población establecida como objetivo y eliminan esencialmente una indicación de estatinas en las mujeres.

"Tenemos guías para tratar de prevenir las enfermedades cardiovasculares, pero el umbral de riesgo de esta nueva guía significa que casi nadie cumple los requisitos para recibir tratamiento en muchos países, lo que hará que casi no se prevengan las futuras enfermedades cardiovasculares en esos países", comentó a Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. Martin Bødtker Mortensen, del Hospital Universitario de Aarhus, en Aarhus, Dinamarca.

"Estamos a favor de que los umbrales de riesgo deben reducirse para que la idoneidad de estatinas en los países europeos esté en consonancia con los umbrales del Reino Unido y Estados Unidos, que se basan en ensayos controlados aleatorizados", añadió.

El estudio fue publicado en versión electrónica en JAMA Cardiology el 6 de julio.

En un editorial adjunto describieron los resultados del estudio como "alarmantes" y, si se confirman, se corroboraría que las guías deben revisarse para "evitar un paso atrás en el uso de estatinas como prevención primaria".[2]

Para el estudio, el Dr. Mortensen y sus colaboradores se propusieron comparar el rendimiento clínico de la nueva guía de prevención europea con las del Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC) y la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), la del Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido (NICE) y las guías europeas de 2019 en una cohorte europea contemporánea de 66.909 individuos aparentemente sanos del Estudio de Población General de Copenhague.

Durante los nueve años de seguimiento, se observó un rango de 2.962 a 4.277 eventos cardiovasculares no mortales y mortales, según los modelos de las distintas guías.

Los resultados mostraron que, aunque la nueva guía europea de 2021 introdujo un nuevo y mejorado modelo de riesgo, conocido como SCORE2, las recomendaciones actualizadas específicas de edad redujeron drásticamente la elegibilidad de una recomendación de clase I para el tratamiento con estatinas a solo el 4 % de los individuos, de 40 a 69 años, y a menos del 1 % de las mujeres.

Esto contrasta fuertemente con la anterior guía europea de 2019, al igual que con las actuales guías del Reino Unido y las de Estados Unidos, que ofrecen al 20 %, 26 % y 34 % de los individuos, respectivamente, recomendaciones de clase I/fuertes, con mejor rendimiento clínico tanto en hombres como en mujeres, informaron los autores.

Los investigadores también informan sobre otros análisis en los que la sensibilidad de la nueva guía europea mejoró considerablemente al reducir los umbrales de tratamiento.

El Dr. Mortensen explicó a Medscape Noticias Médicas que el modelo de riesgo SCORE original utilizado en la guía de la Sociedad Europea de Cardiología era problemático, ya que solo predice el riesgo de eventos cardiovasculares ateroescleróticos mortales a diez años, mientras que los de Estados Unidos y el Reino Unido utilizaban tanto eventos cardiovasculares mortales como no mortales.

"Ahora la Sociedad Europea de Cardiología ha actualizado su modelo y el nuevo es mucho mejor en el sentido de que predice tanto los eventos mortales como los no mortales, y el riesgo predicho se correlaciona bien con el riesgo real. Así que es un gran paso adelante. Sin embargo, los nuevos umbrales para el tratamiento con estatinas son demasiado elevados para los países europeos de bajo riesgo, ya que muy pocos individuos cumplirán ahora los requisitos para recibir un tratamiento con estatinas", observó.

"El problema es que, si utilizamos esta guía, a la gran mayoría de los individuos que desarrollarán una enfermedad cardiovascular en un plazo de diez años no se les asignará un tratamiento con estatinas que pueda reducir este riesgo. Habrá muchos individuos con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, pero esta guía no identificará que necesitan tomar estatina", comentó el Dr. Mortensen.

"Si utilizamos las guías del Reino Unido o de Estados Unidos, muchas más personas de estos países europeos de bajo riesgo podrían recibir tratamiento con estatinas y evitaríamos muchos más eventos que si utilizamos la nueva guía de la Sociedad Europea de Cardiología", añadió.

El Dr. Mortensen explicó que el problema surge de que en Europa hay cuatro modelos diferentes de puntuación de riesgo para zonas de diferente riesgo, pero en todos se utilizan los mismos umbrales de riesgo para el tratamiento con estatinas.

"En general, los países de Europa del Este tienen un riesgo más elevado que los de Europa Occidental, por lo que esta guía puede funcionar bastante bien en los países de Europa del Este, pero en los países de Europa Occidental de bajo riesgo, donde se utiliza el modelo de puntuación de bajo riesgo, muy pocas personas cumplirán los requisitos para recibir tratamiento con estatinas", dijo.

Aunque el Dr. Mortensen no está en contra de la idea de diferentes modelos de riesgo en áreas que tienen diferentes riesgos, externó que esto debe ir acompañado de diferentes umbrales de riesgo en las diferentes áreas de riesgo.

A la pregunta de si existe el argumento de que la mayoría de los individuos de los países de bajo riesgo no necesitan tomar estatina, el Dr. Mortensen respondió: "Uno de los motivos por los que el riesgo es bajo en muchos de estos países europeos es el considerable uso de la medicación preventiva. Por tanto, si se utiliza un umbral demasiado alto, la mayoría de la gente dejará de tomar estatina y el riesgo en estos países volverá a aumentar".

Los autores del editorial adjunto, la Dra. Ann Marie Navar, del Centro Médico de Universidad del Suroeste de Texas, en Dallas, el Dr. Gregg C. Fonarow, de la University of California, en Los Angeles, y el Dr. Michael J. Pencina, del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Durham, todos en Estados Unidos, coincidieron con el Dr. Mortensen en que los problemas parecen derivarse del uso de una puntuación de riesgo muy influida por la carga cardiovascular regional.

Señalaron que, según la guía actual, una mujer de 55 años (fumadora, con presión arterial sistólica de 130 mm Hg, niveles de colesterol no HDL de 4,0 mmol/l) tendría un riesgo previsto a diez años de sufrir un evento cardiovascular del 5 % en Dinamarca, pero un riesgo previsto del 18 % en Rumanía.

"Aunque puede haber diferencias regionales en los factores de riesgo ambientales, la ubicación por sí sola no debería causar una diferencia de cuatro tantos en el riesgo cardiovascular previsto de un individuo", comentaron.

Los editorialistas también profundizan en el punto del Dr. Mortensen de que la nueva guía crea un sistema que acaba siendo víctima de su propio éxito.

"A medida que los países logran implantar el tratamiento con estatinas para reducir las enfermedades cardiovasculares, las tasas de enfermedad cardiovascular descienden, y progresivamente menos individuos son entonces elegibles para el mismo tratamiento que contribuyó al descenso de las enfermedades cardiovasculares en primer lugar", señalaron.

Los editorialistas piden que el análisis se reproduzca en otros países de bajo riesgo y se extienda a las regiones de mayor riesgo, centrándose en el posible sobretratamiento de hombres y adultos mayores.

"Si se confirman, los presentes hallazgos deberían ser un catalizador para que la Sociedad Europea de Cardiología revise o aumente su actual guía a fin de evitar un retroceso en el uso de estatinas en la prevención primaria", concluyeron.

Medscape preguntó a la Sociedad Europea de Cardiología si quería responder a las conclusiones, pero nadie estuvo disponible para hacer comentarios al cierre de la edición.

Este trabajo fue apoyado por la Fundación Lundbeck, el Hospital de Herlev y Gentofte, el Hospital Universitario de Copenhague, la Fundación del Condado de Copenhague y la Universidad de Aarhus, en Dinamarca. El Dr. Mortensen ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este contenido fue publicado originalmente en Medscape.com y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional.