Nueva guía clínica sobre tratamientos antirresortivos en pacientes con periodontitis

  • Susan London
  • Resúmenes de artículos
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Conclusión práctica

Según se recoge en las guías clínicas de un par de sociedades profesionales italianas, el enfoque integrado y multidisciplinario es fundamental para controlar el riesgo de osteonecrosis de la mandíbula en pacientes con periodontitis que reciben tratamiento antirresortivo para la osteoporosis. Las recomendaciones se han publicado en la revista Journal of Orthopaedics and Traumatology.

Antecedentes y/o implicaciones

Los fármacos antirresortivos (p. ej., bisfosfonatos, denosumab, romosozumab) tratan eficazmente la osteoporosis y previenen las fracturas por fragilidad. Los pacientes que sufren periodontitis pueden necesitar extracción de dientes, cirugía periodontal o implantes dentales, que son los principales factores de riesgo para la osteonecrosis de la mandíbula en quienes reciben medicamentos antirresortivos.

Proceso

Un grupo de expertos convocado por la Sociedad Italiana de Ortopedia y Traumatología y la Sociedad Italiana de Periodoncia e Implantología utilizó un proceso de consenso para desarrollar guías de buenas prácticas clínicas sobre el manejo del riesgo de osteonecrosis de la mandíbula en pacientes con periodontitis que consideran o reciben tratamiento antirresortivo para la osteoporosis.

Resumen

Los expertos sostienen que “debe alentarse un enfoque más integrado entre el prescriptor, el dentista, el periodoncista y el higienista dental, particularmente en el manejo de pacientes afectados por periodontitis que toman medicamentos antirresortivos para trastornos osteometabólicos”.

Aconsejan que los pacientes se sometan a una evaluación de las condiciones orales y periodontales antes de comenzar el tratamiento antirresortivo. Se deben tomar medidas para controlar cualquier inflamación intraoral y luego mantenerla bajo control durante el tratamiento.

Los expertos recomiendan que no se suspenda de forma rutinaria la terapia con bisfosfonatos en pacientes que necesitan procedimientos dentales o periodontales, ya que los medicamentos ya están depositados en los sitios del esqueleto y continúan liberándose durante meses o años. En algunos pacientes, el riesgo puede controlarse en parte con profilaxis antibiótica.

Del mismo modo, denosumab no se debe suspender de forma rutinaria por un efecto rebote que puede aumentar el riesgo de fractura. En su lugar, los dentistas y los periodoncistas deben utilizar una ventana terapéutica de menor riesgo en función de la última vez que el paciente recibió el fármaco, junto con la profilaxis antibiótica según sea necesario.

Según aconsejan los expertos, “es recomendable calibrar el momento de la extracción dental y los procedimientos quirúrgicos entre el odontólogo y los prescriptores de acuerdo con la condición oral, el estado de salud general y el tiempo y tipo de medicamentos antirresortivos utilizados. La suspensión del tratamiento antirresortivo o el aplazamiento de la administración de denosumab deben ser decididos únicamente por el prescriptor”.

Las recomendaciones de las guías se resumen en tres algoritmos clínicos.

Financiación

La guía fue financiada por la Sociedad Italiana de Ortopedia y Traumatología y la Sociedad Italiana de Periodoncia e Implantología. Un autor declaró relaciones financieras con varias empresas que fabrican fármacos antirresortivos.