Miopía: escenarios de cirugía refractiva

  • Paolo Spriano
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La miopía es un trastorno en el que el poder de enfoque (refracción) del ojo es superior al necesario para una visión clara a distancia. En función de la dioptría (D), la miopía puede dividirse en tres niveles: miopía baja (de 0,00 a -3,00 D), miopía moderada (de -3,00 a -6,00 D) y miopía alta (más de -6,00 D).

Las continuas innovaciones tecnológicas y los cambios en las técnicas quirúrgicas han ampliado el abanico de posibilidades disponibles para el tratamiento de los defectos refractivos. La cirugía refractiva con láser es una de las cirugías oculares más frecuentes, con excelentes resultados visuales y elevados perfiles de seguridad. Además, es un tipo de cirugía asociada a una mejor calidad de vida y una elevada satisfacción de los pacientes.

Cirugía a medida

Los avances en la obtención de imágenes y las evaluaciones preoperatorias han permitido la ablación con láser personalizada para mejorar la agudeza visual y la calidad de los resultados. Se recomienda que los cirujanos elijan el método para tratar el defecto refractivo teniendo en cuenta las características del examen preoperatorio, los valores obtenidos y las preferencias personales del paciente, y se mantengan al día de las nuevas técnicas.[1]

Existen dos tipos principales de corrección quirúrgica para la miopía de moderada a alta: el láser Excímer y las lentes intraoculares fáquicas. 

La cirugía refractiva con láser Excímer para la miopía funciona eliminando el estroma corneal para disminuir el poder refractivo de la córnea y enfocar la imagen de un objeto que se ve en la retina en lugar de delante de ella. 

Las lentes intraoculares fáquicas para el tratamiento de la miopía actúan desviando los haces de luz para que la imagen de un objeto visualizado se enfoque en la retina y no delante de ella. Las lentes intraoculares fáquicas pueden colocarse en la cámara anterior del ojo, delante del iris, o en la cámara posterior del ojo, entre el iris y el cristalino.

Tratamiento quirúrgico ablativo de la miopía

La queratectomía fotorrefractiva (PRK) y la queratomileusis epitelial con láser (LASEK) son dos de los distintos procedimientos de cirugía refractiva. La PRK utiliza láseres para eliminar el estroma corneal, mientras que la LASEK crea primero un colgajo epitelial y luego lo sustituye tras la ablación del estroma corneal. Una revisión del Grupo Cochrane de Trastornos de los Ojos y la Visión (Cochrane Eyes and Vision Group) de 11 ensayos aleatorizados que comparaban las dos técnicas mostró resultados comparables, con un porcentaje de ojos con agudeza visual no corregida de 20/20 o mejor a los 12 meses de seguimiento tanto en el grupo LASEK como en el PRK (RR 0,98; IC del 95 %: 0,92 a 1,05), pero señaló la baja calidad de las pruebas disponibles.[2] No se encontraron informes que compararan LASEK frente a PRK en sujetos con miopía alta.

La cirugía refractiva corneal con láser Excímer se ha desarrollado rápidamente y su efecto a corto plazo está plenamente establecido. Sin embargo, su efecto a largo plazo, sobre todo más allá de los 10 años, preocupa a la mayoría de los oftalmólogos y pacientes.

Lentes intraoculares fáquicas: ventajas y limitaciones

Las lentes intraoculares fáquicas se utilizan para la corrección quirúrgica de la miopía de moderada a alta y presentan una eficacia similar y una mayor precisión y seguridad en comparación con los procedimientos ablativos de la córnea. La cataractogénesis en casos con lentes intraoculares fáquicas in situ puede estar causadas por un trauma quirúrgico, una bóveda extremadamente baja, trastornos del flujo acuoso o cataratas relacionadas con la edad.[3]

El parámetro de la bóveda central se define como la distancia entre la parte posterior de la superficie de la lentes intraoculares fáquicas y el polo anterior de la lente. La bóveda se considera un índice importante para evaluar la seguridad tras la implantación de una lente intraocular. Aunque en el postoperatorio la mayoría de los pacientes pueden conseguir una bóveda ideal, no se pueden evitar las bóvedas excesivas o insuficientes. La bóveda es un intervalo dinámico en el que influyen muchos factores, como el tamaño de la lente, la posición de la cámara posterior de la lente, la edad y el tamaño de la pupila. Un tamaño inadecuado de la lente, especialmente un tamaño demasiado grande, causado por una medición preoperatoria inexacta, suele provocar una cámara anterior poco profunda, pérdida de pigmentación, glaucoma y pérdida endotelial corneal debido a una bóveda excesiva.[4]

Comparación de técnicas de cirugía refractiva

Los resultados visuales y la calidad óptica de la extracción de lentículas con incisión pequeña asistida por láser de femtosegundo (SMILE) y la colocación de la lente implantable de colámero Visian (ICL V4c; STAAR Surgical) han demostrado ser seguros y eficaces para la miopía moderada a alta, lo que confirma que, en comparación con la SMILE, la implantación de la ICL V4c podría proporcionar una mejor calidad visual postoperatoria en pacientes con miopía alta en el postoperatorio temprano.[5]

Los resultados de una revisión publicada por Cochrane Lybrary sugieren que las lenes intraoculares fáquicas son más seguras que la corrección quirúrgica con láser Excímer para la miopía moderada a alta en el rango de -6,0 a -20,0 D y son las preferidas por los pacientes. Existen pruebas a favor del tratamiento con lentes intraoculares fáquicas frente a la corrección con láser Excímer incluso para los niveles más moderados de miopía.

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Italia.