Mini caso clínico: paciente femenino de 26 años de edad con visión borrosa

  • Dr. Alejandro Cruz Almanza

  • Maria Baena
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Historia clínica

Mujer de 26 años de edad, licenciada en finanzas, acude a la consulta oftalmológica refiriendo visión borrosa de varios años de evolución. Lo achaca al uso del ordenador durante varias horas al día. Cuenta que al conducir del trabajo a casa por las noches, las luces de los coches le molestan bastante. En ocasiones ha olvidado sus lentillas, dificultando su conducción.

Refiere llevar gafas desde hace 17 años y también utiliza lentes de contacto blandas que recambia cada 6 meses.

Examen físico y evaluación diagnóstica

Agudeza visual sin corrección: ojo derecho: 20/200 (.)20/63, ojo izquierdo: 20/200 (.)20/100, posición primaria de la mirada: ortoposición, ducciones y versiones normales sin limitaciones.

Ojo derecho: conjuntiva normal, córnea transparente, cámara anterior formada, iris reactivo, presión intraocular: 15 mm Hg, ángulo abierto, cristalino transparente, vítreo sinerético, retina aplicada, área macular sin alteraciones, nervio óptico con excavación de 0,3.

Ojo izquierdo: conjuntiva normal, córnea transparente, cámara anterior formada, iris reactivo, presión intraocular: 13 mm Hg, ángulo abierto, cristalino transparente, vítreo sinerético, retina aplicada, área macular sin alteraciones, nervio óptico con excavación de 0,3.

Se realiza una topografía de ambos ojos: con resultado normal. 

Diagnóstico más probable: astigmatismo miópico

La paciente presenta un astigmatismo miópico, que forma parte del espectro de las ametropías. Estas alteraciones responden a un desajuste en la relación existente entre la potencia refractiva de córnea y cristalino y la longitud axial del globo ocular.

Globalmente, los defectos refractivos se encuentran entre las causas de consulta oftalmológica más frecuente, lo que significa más del 21 % de todas las consultas. Se trata de trastornos del desarrollo. En este caso la paciente presenta tanto miopía, la longitud axial del ojo es demasiado larga o el poder de refracción del sistema óptico del ojo es demasiado grande (se corrige con un dispositivo refractivo), como astigmatismo, la superficie corneal deformada hace que los rayos de luz que entran al ojo a lo largo de diferentes planos se enfoquen de manera desigual (se corrige con una superficie óptica cilíndrica).

La cirugía ocular con láser permite tratar de forma definitiva muchos errores refractivos. La tercera generación de cirugía refractiva, que es la técnica más moderna, se denomina SMILE (Small Incision Lenticule Extraction). Suele utilizarse para tratar la miopía y el astigmatismo. Es muy precisa, indolora, con rápida recuperación y mínimamente invasiva. El procedimiento dura pocos minutos y consta de tres pasos:

  1. Creación del lentículo (se crea este lentículo con el láser de femtosegundo en aproximadamente 28 a 30 segundos y una pequeña incisión dentro de la córnea de 2 a 4 mm).
  2. Extracción del lentículo (el lentículo se extrae del interior de la córnea a través de la pequeña incisión).
  3. Corrección del error refractivo (al extraer el lentículo se modifica la forma de la córnea, consiguiendo así la corrección visual deseada).

La cirugía SMILE brinda resultados similares en pacientes operados con Femto-LASIK, corrigiendo el astigmatismo miópico de leve a moderado, además de disminuir la incidencia de complicaciones. También disminuye la frecuencia del síndrome de ojo seco en los pacientes operados con esta técnica. A través de diversos estudios se ha observado que la cirugía SMILE es estable, segura y brinda excelentes resultados refractivos en pacientes con miopía o astigmatismo miópico.

La corrección del astigmatismo miópico de manera definitiva en base a la evaluación clínica y parámetros de topografía corneal dentro de los rangos de normalidad se puede realizar con cirugía SMILE.

Comentario

En la paciente se valoran las topografías corneales de ambos ojos, objetivando parámetros dentro de la normalidad, descartando queratocono. Se programa cirugía SMILE de ambos ojos y el procedimiento se realiza sin eventualidades.

Acude a la revisión al día siguiente: agudeza visual binocular: 20/20, en ambos ojos con córnea transparente, zona de interfase normal sin queratitis punteada superficial, presión intraocular de 10 mm Hg, sin datos de infección.

Refracción ojo derecho + 0,50 = -0,50 x 3, refracción ojo izquierdo + 0,50 = -0,25 x 6.

A la semana de la cirugía se revisa, encontrando:

  • Agudeza visual ojo derecho: 20/20; presión intraocular: 10 mm Hg; córnea transparente sin queratitis punteada superficial. Refracción óptica: -0,25 x 3.
  • Agudeza visual ojo izquierdo: 20/20; presión intraocular: 10 mm Hg; córnea transparente sin queratitis punteada superficial. Refracción óptica neutra.

Se realiza topografía corneal de ambos ojos de control, con los parámetros dentro de los rangos de normalidad posterior a la corrección refractiva, y se da de alta de las consultas. 

Datos clave para el médico de Atención Primaria

  • Los mejores candidatos para cirugía refractiva son personas sanas con edad mayor a los 18 años, con córneas sanas y que desean dejar de utilizar gafas o lentes de contacto para realizar sus actividades diarias.
  • Dependerá de cada caso en particular el tipo de técnica de corrección láser que brinde los mejores resultados.
  • El envío con el especialista en oftalmología está indicado cuando exista la inquietud por parte del paciente si es apto para llevar a cabo este tipo de procedimiento, ambulatorio y bilateral.

Este es un resumen de un contenido publicado originalmente en Medscape en español al que puedes acceder aquí.