Mini caso clínico: Debut de cefalea y crisis epiléptica en el puerperio
- Dra. Zaira Medina López
- Maria Baena
- Noticias de Medscape
Historia clínica
Mujer de 24 años de edad, sin antecedentes de interés, actualmente en el puerperio de su primer embarazo. Presenta cefalea intensa brusca seguida de crisis epiléptica tónico-clónica con mordedura lingual y relajación de esfínter vesical. Su familia niega que hubiese presentado fiebre previamente.
Evaluación diagnóstica
En la exploración presenta: presión arterial: 120/80 mm Hg; frecuencia cardiaca: 90 latidos por minuto; frecuencia respiratoria: 19 respiraciones por minuto; saturación de oxígeno: 92 %.
Se realiza una resonancia magnética de encéfalo en secuencia ponderada en T1 con gadolinio en cortes axiales, que muestra la presencia de un defecto de llenado a nivel del seno sagital superior
Diagnóstico más probable: trombosis venosa cerebral
Existen síndromes neurológicos que causan cefalea secundaria durante el embarazo y puerperio que el clínico debe tener en cuenta para realizar estudios de neuroimagen en cuanto se detecten los datos de alarma. Dentro de las características que sugieren cefalea secundaria se incluyen:
- Cefalea "en trueno".
- Papiledema en la exploración.
- Dolor desencadenado por la postura (empeora al decúbito dorsal o por el contrario, al levantarse).
- Fiebre.
- Hipertensión arterial sistémica.
- Neuropatía craneal o anormalidades en la exploración física (incluyendo crisis epilépticas).
- Historia de inmunosupresión.
La trombosis venosa cerebral se presenta en una frecuencia de 2.500 a 10.000 embarazos y es más probable que ocurra si hay un estado de hipercoagulabilidad. Es más frecuente en el tercer trimestre o en el puerperio. Se cree que la elevación importante de los estrógenos en el embarazo tardío causa un estado relativo de hipercoagulabilidad.
Las pacientes debutan con cefalea, crisis epilépticas, déficit neurológico focal y signos o síntomas de hipertensión intracraneal, como papiledema y neuropatía craneal. La veno-resonancia es el método de elección para su diagnóstico en el embarazo y el tratamiento requiere anticoagulación con heparina de bajo peso molecular en la fase aguda y después de la anticoagulación parenteral. Los anticoagulantes orales (antagonistas de la vitamina K) deben usarse durante 3 a 12 meses o periodos más prolongados si existe un estado protrombótico concomitante.
Este es un resumen de un contenido publicado originalmente en Medscape en español al que puedes acceder aquí.
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