Mini caso clínico “5 minutos de endocrinología”: mujer con hiperprolactinemia en estudio

  • Dr. José Gotés Palazuelos

  • Maria Baena
  • Noticias de Medscape
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Historia clínica

Mujer de 26 años, derivada a la consulta de endocrinología por hiperprolactinemia. Dos años antes se le había solicitado una analítica en la que se objetivó un valor de prolactina de 45 ng/ml. Se repitió el examen tiempo después y se obtuvo un resultado de 63 ng/ml, motivo por el cual se le realizó una resonancia magnética de hipófisis en la que no se encontraron alteraciones pituitarias.

En la valoración endocrinológica inicial la paciente negó galactorrea y refirió periodos menstruales regulares. Negó uso previo de fármacos, embarazo u otra sintomatología. A la exploración física no se encontró galactorrea provocada ni lesiones mamarias. 

Se solicitó analítica de nuevo en la que se observaron valores de prolactina de     
71,7 ng/ml, tirotoxina libre y hormona estimulante de la tiroides (TSH), así como resto de bioquímica sanguínea normales.
 
Tabla 1. Exámenes de laboratorio

Parámetro Resultado Valor de referencia
Prolactina 71,7 ng/ml 3,9 a 29,5 ng/dl
Tiroxina libre 1,16 ng/dl 0,63 a 1,34 ng/dl
Hormona estimulante de la tiroides (TSH) 0,5 mUI/l 0,3 a 5 mUI/l
Glucosa 86 mg/dl 70 a 99 mg/dl
Creatinina 0,7 mg/dl 0,7 a 1,3 mg/dl
Bilirrubina total 0,7 mg/dl 0,3 a 1 mg/dl
Fosfatasa alcalina 56 U/l 34 a 104 U/l
Alanina aminotransferasa (ALT) 15 U/l 7 a 52 U/l
Aspartato aminotransferasa (AST) 17 U/l 13 a 39 U/l

Comentario

La hiperprolactinemia es una causa común de consulta endocrinológica. Se estima que su prevalencia ronda entre 30 casos por 100.000 mujeres, en comparación con los 10 casos por cada 100.000 hombres. En adultos la causa más frecuente de hiperprolactinemia no relacionada a aspectos fisiológicos (embarazo, lactancia, ejercicio, etcétera) es el uso de fármacos.

Múltiples clases farmacológicas pueden generar hiperprolactinemia, como antipsicóticos (típicos y atípicos), antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina, metoclopramida, domperidona y verapamilo, entre otros. La paciente negó el uso previo de fármacos, por lo que se descartó esta posibilidad.

Asimismo, los adenomas pituitarios productores de prolactina constituyen entre el 40 % y el 55 % de los adenomas pituitarios. Por lo general los valores de prolactina correlacionan con el tamaño de la lesión, de tal manera que los microprolactinomas (lesiones menores a 1 cm) generan niveles entre 100 y 200 ng/dl, mientras que en los macroprolactinomas los niveles superan los 200 ng/dl. En el caso clínico la paciente nunca tuvo este grado de elevación, además en el estudio de resonancia magnética de hipófisis no se observó lesión.

Otras causas de hiperprolactinemia, como el fracaso renal, hepático e hipotiroidismo se descartaron con los resultados de laboratorio.

Llama la atención que la paciente se mantuvo en todo momento asintomática. La elevación de prolactina puede alterar la vía de producción de gonadotropinas (por la supresión de la liberación de la hormona liberadora de gonadotropinas hipotalámica) lo que al final conduce a alteraciones menstruales, como amenorrea u oligomenorrea. Además la galactorrea (provocada o espontánea) puede aparecer en casi el 80 % de las pacientes, en especial en la etapa premenopáusica. Ninguno de estos síntomas fue comentado por la paciente. Cuando existe elevación de los niveles de prolactina, pero sin síntomas, se debe considerar la posibilidad de macroprolactinemia.

La prolactina es una hormona peptídica monomérica con masa molecular de 23 kDA que se une a los receptores de prolactina para generar sus efectos fisiológicos. La macroprolactina consiste en una molécula de prolactina monomérica a la que se une un anticuerpo anti-prolactina de tipo inmunoglobulina G, produciendo un complejo de alto peso molecular (150 kDA), que por lo general no tiene actividad fisiológica y en consecuencia, no produce alteraciones clínicas como cambios menstruales o galactorrea.

Para la medición de macroprolactina, un método accesible es la precipitación con polietilenglicol. En esta prueba, después de combinar el suero del paciente con polietilenglicol, las moléculas grandes de macroprolactina se precipitan y se "libera" la prolactina monomérica. La recuperación de menos del 40 % de esta prolactina "liberada" se considera compatible con macroprolactinemia.

El porcentaje de recuperación de prolactina en nuestra paciente fue del 37 %, estableciéndose el diagnóstico de macroprolactinemia. No se pidieron diluciones de prolactina dado que estas se solicitan cuando existe evidencia de lesión pituitaria y los valores de prolactina son normales, con el propósito de descartar el fenómeno de gancho. Tampoco se pidieron estudios de imagen de la mama dado que en la exploración física no se encontraron lesiones francas.

Una vez hecho el diagnóstico de macroprolactinemia no hay necesidad de dar tratamiento farmacológico, simplemente seguimiento evolutivo. 

Este es un resumen de un contenido publicado originalmente en Medscape en español al que puedes acceder aquí.