Los nuevos tratamientos frente a la obesidad propician la utilización de herramientas digitales

  • Santiago Cervera
  • Salud Digital
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Una nueva clase de tratamientos para la obesidad está generando una enorme expectación social en muchos países. Han pasado de los ensayos clínicos a ocupar espacios en la prensa generalista, las televisiones y las redes sociales. Se trata de medicamentos aGLP-1, análogos del péptido similar al glucagón, que están demostrando poder reducir el peso en determinadas circunstancias, pero sobre todo que atraen la atención, entre otros motivos, porque algunas celebridades reconocen estar usándolos. Hay quienes opinan que pueden constituir una solución solvente y de futuro frente a uno de los problemas de salud más prevalentes en el mundo desarrollado, la obesidad.

Esta clase de medicamentos, que también se emplean para tratar la diabetes tipo 2, están acreditando ante las agencias reguladoras una eficacia suficiente como para que puedan ser autorizados con la indicación de reducción del peso, y como tales fármacos están sujetos a los procedimientos de autorización, precio y reembolso a los que se someten todos los demás, y además a criterios de prescripción ética. 

Los responsables de las carteras de servicios de diversos sistemas sanitarios y compañías aseguradoras están valorando cuál puede ser la manera de adecuar su utilización a criterios de utilidad, seguridad y sostenibilidad. En un reciente estudio sociológico, se comprobó que uno de cada tres norteamericanos tenía interés por probar este tipo de tratamientos. Sin embargo, perder peso o combatir la obesidad no es tan sencillo como una parte de la población puede llegar a creer.  

El problema sanitario de la obesidad

La obesidad afecta a aproximadamente a una quinta parte de la población adulta española, con una prevalencia que va en aumento. La tasa de obesidad en adultos en España es una de las más altas de Europa, según la OCDE, y la previsión para 2035 es que el número de adultos con obesidad aumente hasta cerca del 37 %.

La obesidad es un fenómeno muy complejo, porque es la consecuencia de la interacción entre factores genéticos, ambientales y fisiológicos. Los hábitos de vida son significativamente relevantes en su desarrollo, y de ahí que habitualmente se sitúe en la esfera personal de responsabilidad las medidas principales para su control. El sistema sanitario suele acuar de manera reactiva, aunque es indudable el consenso científico-sanitario que existe sobre el hecho de que se trata de una alteración crónica y de alto impacto en la salud de quien la padece.

El análisis que hoy se haga del fenómeno de la obesidad no puede escapar al hecho de que vivimos en el mundo de la imagen, en el que se concede un valor superlativo a todo lo que tenga que ver con un determinado aspecto físico socialmente aceptado, y que este fenómeno también está fuertemente influido por las redes sociales, especialmente en los más jóvenes.

Lo que los sistemas sanitarios y de aseguramiento médico se preguntan hoy es si será posible pagar estos nuevos tratamientos, y sobre todo si se debería hacer teniendo en cuenta que las intervenciones sobre los estilos de vida son más baratas. En otras palabras, si los eficaces medicamentos que están llegando pueden justificar cambios en las estrategias sanitarias desarrolladas hasta ahora. 

La oportunidad digital

En cualquier caso, la evidencia publicada hasta el momento sobre estos nuevos tratamientos viene a confirmar que se puede recuperar peso rápidamente cuando se deja de tomar el medicamento, lo que indica la necesidad de un uso continuo o, alternativamente, asociarlos a otras intervenciones que sean complementarias y que propicien un manejo de los comportamientos más duradero. Y es aquí donde surge una buena oportunidad para la utilización 

Omada Health es una empresa de tecnología de la salud que ya ha cumplido 10 años, y que desde su inicio se centró en la prevención y el manejo de enfermedades crónicas, en particular, la obesidad y las enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Lo que comercializa son programas digitales basados en la evidencia científica y orientados a la finalidad de cambiar el estilo de vida y adoptar hábitos más saludables, lo que constituye una estrategia efectiva para la pérdida de peso y la mejora de la salud general. 

Omada, que es pionera en evaluación de la intervención digital, ha desarrollado tecnología y ciencia del comportamiento para ofrecer a sus usuarios las herramientas y el apoyo necesarios para lograr cambios duraderos en su estilo de vida. Son conscientes de que una limitación importante a la hora de propiciar modificaciones deseadas en la conducta es el hecho de que en muchas ocasiones los pacientes no lo consigue por sí mismos y sin apoyo, y por ello pueden entrar en un ciclo prolongado de frustración, culpa y vergüenza. 

El programa principal (y más tradicional) de Omada Health es el Programa de Prevención de la Diabetes, que se apoya en el Programa Nacional de Prevención de la Diabetes de los Estados Unidos. Está diseñado para ayudar a las personas en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a través de la pérdida de peso, la adopción de una dieta saludable y la incorporación de actividad física en su rutina diaria. Emplea abundante validación de estrategias basada en la evidencia y se adapta a las necesidades individuales de cada participante. Sus programas incluyen instrumentos como el asesoramiento personalizado, el seguimiento de la actividad física, la monitorización de la ingesta de alimentos, el apoyo de grupo en línea y la retroalimentación e incentivación constante. Utiliza tecnología digital, como aplicaciones móviles y dispositivos portátiles, para facilitar la participación y el seguimiento del progreso.

La clave del enfoque de Omada Health radica en la combinación de la tecnología y el apoyo humano para motivar y guiar a las personas en su viaje hacia un estilo de vida más saludable. Sus programas ya han demostrado que son efectivos para reducir el peso y mejorar los indicadores de salud en general, y en su base de negocio está ofrecer validación constante de sus resultados y generación de evidencia..

Pues bien, esta experiencia es el punto de partida desde el que Omada Health quiere tener también un sitio en todo lo que va a llegar de la mano de los nuevos tratamientos. Acaba de anunciar un programa específico que incorpora el uso de tratamientos aGLP-1 para pacientes con obesidad crónica, y que está diseñado de manera híbrida: apoyar el cambio de comportamientos y estilos de vida basado en tecnología digital, como llevan haciendo diez años, junto con la prescripción del medicamento.

El programa que ha estructurado Omada ofrece cuatro instrumentos conjuntos. Por una parte, la actualización de sus herramientas previas adaptadas al eventual uso del medicamento. En segundo lugar, el refuerzo de la figura de los asesores en salud (health coaches), un elemento sustantivo de la mayoría de sus programas. Junto a ello, materiales informativos y motivacionales que tiene patentados, y la promoción de la interacción y los apoyos comunitarios. Por último, un acercamiento comercial a los seguros médicos para que consideren el eventual reembolso a determinados pacientes.

El caso de Omada Health es significativo. Comenzó siendo una alternativa que se demostró útil para la modificación consistente de los hábitos. Con ese antecedente, pretende ahora acoplar sus herramientas, ya validadas, a una nueva realidad, en la que la pérdida de peso puede estar significativamente condicionada por nuevas portaciones farmacológicas.