Los nuevos fármacos para tratar la migraña ofrecen seguridad cardiovascular

  • Olga Fernández Castro
  • Noticias
El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados. El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados.

La migraña, una patología neurológica prevalente caracterizada por ataques de cefalea incapacitantes, afecta a más de cinco millones de personas en España y es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). 

En las últimas décadas se han desarrollado nuevos fármacos específicos para su tratamiento y diferentes ensayos clínicos han medido su seguridad cardiovascular. Ahora una revisión española de 29 ensayos clínicos sobre gepantes y ditanes, publicada en Revista de Neurología, concluye que el perfil de seguridad cardiovascular de estos nuevos tratamientos es favorable. 

La mayoría de los ensayos revisados incluyeron a pacientes con factores de riesgo cardiovascular y patologías vasculares estables, pero ninguno incluyó a participantes con enfermedades cardiovasculares agudas o no controladas. “En total hemos revisado unos 20 ensayos clínicos de gepantes y 9 de lasmiditán, el único fármaco de los ditanes que progresó en los ensayos clínicos, el resto no progresaron por hepatotoxicidad. En los estudios se ha tratado de ver si tenían o no efecto vasoconstrictor y si había efectos adversos cardiovasculares (elevación de la tensión, taquicardia, palpitaciones, alteración en el electrocardiograma, etc.). Y hasta el momento parece que son seguros”, dice a Univadis España Abigail Pérez Rodríguez, neuróloga y responsable de la Unidad de Cefaleas y de Neurología General del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid, y autora principal del estudio. 

Pacientes con patología cardiovascular controlada

“Hasta ahora, el único tratamiento específico que teníamos para la migraña han sido los triptanes, pero están contraindicados en pacientes con patología cardiovascular, neurovascular, cardiovascular isquémica, hipertensión descontrolada o patología vascular periférica, porque tienen un efecto vasoconstrictor que está mediado por los receptores serotoninérgicos 5-HT1B”, explica la neuróloga. En consecuencia, un grupo de pacientes se quedaba sin tratamiento: “No conseguíamos cortarles la migraña porque tienen contraindicados los triptanes y los antiinflamatorios no les hacen efecto, de manera que solo teníamos para ellos paracetamol, nolotil y poquito más”, apunta. 

La investigación de nuevos fármacos (gepantes y ditanes), sin efecto vasoconstrictor demostrado, ha abierto una esperanza para los pacientes con patología cardiovascular controlada. “Los ditanes son muy selectivos para los receptores 5-HT1F, por lo que, según la evidencia hasta ahora publicada, no dan lugar a un efecto vasoconstrictor que estaría mediado por los 5-HT1B, porque no actúan sobre ellos. Y en el caso de los gepantes, que son unas pequeñas moléculas antagonistas del receptor del péptido relacionado con la calcitonina (CGRP), tampoco parecen tener un efecto vasoconstrictor. Serían una alternativa muy interesante para los pacientes que no encuentran alivio con los triptanes o que los tienen contraindicados”, aclara la doctora. 

Efectos secundarios tolerables

El trabajo sí detecta en algunos ensayos clínicos efectos cardiovasculares, como palpitaciones y taquicardias, aunque según la doctora Abigail Pérez, “al analizarlo no se vio que fuera estadísticamente significativo, por debajo del 2 %, y clínicamente tampoco han sido llamativos. Además, no se pudo comprobar que estuviesen directamente relacionados con el fármaco porque no se hizo un estudio electrocardiográfico a la vez, parecían más taquicardias subjetivas”. En cuanto a los efectos adversos, los más frecuentes registrados en los distintos ensayos son náuseas, mareos, fatiga, un poco de somnolencia y boca seca, “generalmente leves y tolerables en la mayoría de los pacientes”, dice la neuróloga. Quien además apunta que las reacciones adversas han sido similares en pacientes con y sin factores de riesgo cardiovascular.

Aunque esta revisión arroja un perfil positivo de los nuevos fármacos, los autores sí señalan que para confirmar estos resultados son necesarios estudios de seguridad a más largo plazo. “Todos los ensayos clínicos incluidos tienen, como máximo, un año de duración. Son fármacos muy nuevos, por eso se necesitan estudios a más largo plazo después de la comercialización. Estudios de fase IV que nos permitan decir en un futuro que son totalmente seguros”, advierte la neuróloga.

Los nuevos fármacos, que se utilizan ya en Estados Unidos, se espera que lleguen a Europa en breve. “Rimegepant ha sido aprobado en abril de 2022 por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la idea es que se empiece a comercializar este verano, sería el primer gepante de acción dual como tratamiento agudo y preventivo. Y lasmiditán ha sido aprobado en agosto de 2022 pero no sé cuándo se comercializará”, concluye Abigail Pérez.