Los niveles de vitamina D de la población de Cataluña son más bajos que en muchos países el norte de Europa

  • Pura C. Roy
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Un nuevo estudio español advierte que, a pesar de que la vitamina D es una hormona esencial para el metabolismo y por tanto es necesario mantenerla en niveles adecuados, en España no se analizan suficientemente los niveles y cuestiona la práctica habitual de no suplementar a la población. La investigación, liderada por la doctora Diana Díaz Rizzolo, profesora de Estudios de Ciencias de la Salud en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), se ha publicado recientemente en Scientific Reports.

Para el análisis se estudiaron datos de más de 500.000 adultos mayores de 18 años recopilados en Cataluña entre enero del 2018 y abril del 2021 con el apoyo del eHealth Center de la UOC, a partir de información del programa PADRIS (Public Data Analysis for Health Research and Innovation Program).

Niveles de vitamina D subóptimos en la población mediterránea

Los datos muestran que menos del 10 % de la población se había sometido a una medición de los niveles de vitamina D y que el grupo en el que más se solicitaban niveles era en mujeres de 45 años o más. Actualmente no se recomienda el análisis sistemático de los niveles de esta hormona y se reserva para grupos de riesgo (embarazadas, personas institucionalizadas, mayores de 70 años o con problemas óseos).

Para calcular los niveles de vitamina D se utilizaron los criterios de la Sociedad de Endocrinología Clínica. Según esta clasificación se consideran óptimos niveles de vitamina D por encima de 30 ng/ml, insuficientes entre 20 y 30 ng/ml y deficitarios aquellos por debajo de 20 ng/ml. Cabe destacar que algunas sociedades internacionales no consideran insuficiencia hasta un nivel menor a 20 ng/ml y déficit hasta un nivel inferior a 10 ng/ml.

Teniendo en cuenta estos parámetros el 80 % de la población joven analizada tenían niveles inferiores a los deseables y la mayoría no recibían suplementos. Sin embargo, las mujeres mayores de 45 años sí los recibían, lo que provocaba que los jóvenes fueran el grupo con el nivel más bajo de vitamina D.

La paradoja de los países mediterráneos

La principal vía de obtención de vitamina D es la producción endógena por exposición solar, por lo que cabría esperar que los países mediterráneos tuvieran unos niveles de vitamina D más elevados. 

“El déficit detectado, es paradójico, ya que es difícil de entender estos niveles bajos en un país como España que tiene muchísimas horas de sol ”, manifiesta la doctora Díaz Rizzolo a Univadis España. Y añade: “Es paradójico también que en países mediterráneos, los niveles de vitamina D de la población sean más bajos que en países nórdicos como Finlandia, Islandia, Suecia, pero también Reino Unido e Irlanda”. 

En muchos países del norte de Europa existen políticas para promover la suplementación de vitamina D ya que el acceso a esta exposición solar es menor. Existen campañas de fortificación sistemática de los alimentos de consumo habitual. Sobre todo leches, pero también cereales y harinas.

Protectores solares y su posible impacto

Un factor que puede limitar la absorción de vitamina D, y que el estudio destaca, es el uso continuado de protectores solares. “Es un elemento fundamental para protegernos de riesgos dermatológicos y oncológicos, sin embargo limita la producción de vitamina D de manera endógena”, señala la Dra. Díaz Rizzoli.

Por otro lado, “las numerosas horas de calor que tenemos actualmente, nos impiden salir a la calle y exponernos al sol. Llevamos muchos años diciendo que los protectores solares deben utilizarse antes de salir de casa, durante las salidas y aunque esté nublado o sea invierno. Indicaciones que son necesarias, pero entorpecemos la absorción endocrina de la vitamina D”, continua. 

Futuras líneas: cribado y suplementación

Se necesitan más estudios sistematizados en toda la población en un periodo determinado para tener más información y poder decidir sobre las recomendaciones, tanto de cribado como de suplementación. 

Por el momento no existe un criterio claro para la suplementación de las personas con niveles deficitarios de vitamina D. Esta hormona es esencial para numerosos procesos del organismo como la absorción del calcio y para el mantenimiento del sistema inmunitario. A pesar de ser inocua, no se puede prescribir de forma indiscriminada y su tratamiento con pautas no rigurosas en cuanto a dosis, frecuencia y duración, puede dar lugar a la aparición de efectos adversos y supone una carga económica para el sistema sanitario. 

“Tenemos el problema de que no podemos asegurar que la suplementación de esta vitamina proteja frente a otras enfermedades. Estamos ante un dilema, pero opino, que ante una posible duda sobre riesgo-beneficio es mejor recetar un suplemento, ya que en pequeñas cantidades no es perjudicial”, finaliza Díaz Rizzolo.