Los editores de revistas médicas se movilizan contra la amenaza de guerra nuclear

  • Moheb Costandi
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Un editorial publicado el pasado 1 de agosto simultáneamente en varias revistas ha instado a los profesionales sanitarios a hacer lo posible por reducir el riesgo de guerra nuclear y abolir las armas nucleares.

"Una guerra nuclear a gran escala entre Estados Unidos y Rusia podría matar a 200 millones de personas o más a corto plazo", escriben los editores de las principales revistas médicas, "y causar potencialmente un 'invierno nuclear' global que podría matar de 5 a 6 mil millones de personas, amenazando la supervivencia de la humanidad." 

"El peligro es grande y creciente", continúa el editorial. "Los estados con armas nucleares deben eliminar sus arsenales nucleares antes de que ellos nos eliminen a nosotros... Debemos asumir de nuevo este reto como una prioridad urgente, trabajando para reducir los riesgos de guerra nuclear y eliminar las armas nucleares."

Los profesionales sanitarios llevan décadas advirtiendo del riesgo de una guerra nuclear. En la década de 1980, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW por sus siglas en inglés) contribuyó a poner fin a la carrera armamentística de la Guerra Fría educando al público y a los responsables políticos sobre las consecuencias de una guerra nuclear. 

Más recientemente, las organizaciones médicas internacionales participaron en el proceso previo a las negociaciones que condujeron a la adopción del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares en 2017, presentando las pruebas científicas sobre las catastróficas consecuencias para la salud y el medio ambiente del uso de armas nucleares.

Ahora, la necesidad de esta educación es aún más urgente. En agosto de 2022, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que nos encontramos en "una época de peligro nuclear no vista desde el apogeo de la Guerra Fría." 

"Los médicos y las asociaciones médicas desempeñan un papel cada vez más importante a la hora de contrarrestar las noticias falsas, como en el caso de la pandemia de la COVID-19 y las vacunas, y la cada vez más grave emergencia medioambiental mundial", afirma Vincenzo Costigliola, presidente de la Asociación Médica Europea (EMA), en declaraciones a Univadis. Costigliola no participó en la redacción del editorial. "Un aspecto muy importatne hoy en día es contrarrestar la negación en términos de conflictos y catástrofes nucleares, que pueden presentarse erróneamente y percibirse como acontecimientos locales". 

Los autores del editorial hacen un llamamiento a las asociaciones profesionales sanitarias para que informen a sus miembros sobre la amenaza inminente de una guerra nuclear para la supervivencia humana, y apoyen los esfuerzos de la IPPNW para reducir los riesgos a corto plazo de una guerra nuclear, instando a los estados-nación con armamento nuclear a tomar tres medidas inmediatas:

  1. En primer lugar, deberían comprometerse a no ser los primeros en utilizar armas nucleares.
  2. En segundo lugar, deberían retirar sus armas nucleares del estado de alerta. 
  3. En tercer lugar, los profesionales de la salud deberían instar a todos los Estados actualmente implicados en conflictos a comprometerse pública e inequívocamente a no utilizar sus armas nucleares. 

Convencer a los Estados nación de que actúen en consecuencia es difícil.

"Las Naciones Unidas, y mucho más la Comisión Europea, llevan a cabo importantes estudios y actividades de planificación, pero es demasiado evidente que los Estados-nación no reaccionan adecuadamente", afirma Costigliola.

Por ejemplo, en 2019, el Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme publicó Nuclear Risk Reduction (reducción del riesgo nuclear), que identificaba los riesgos que podrían derivarse del uso de armas nucleares y cómo reducirlos. Asimismo, el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea proporciona tecnologías que pueden actuar como protecciones antinucleares. 

"A pesar de la falta de respuesta de las instituciones políticas, la EMA nunca ha dejado de intervenir sobre los riesgos de una guerra nuclear. Esta información independiente es una herramienta de intervención fundamental para salvaguardar la salud y la vida humanas."

Costigliola considera que educar a los responsables políticos y al público sobre los peligros de una guerra nuclear y otras amenazas existenciales es una responsabilidad de todos los profesionales sanitarios. 

"El papel y la misión de los médicos y su educación y cultura implican el cuidado de los seres humanos, independientemente de las diferencias de nacionalidad, religión y riqueza, y la prevención de enfermedades y amenazas para la salud", afirma, y añade que incluir estos temas en la formación médica es de suma importancia.

"El espacio dedicado a estos temas en la formación de los profesionales sanitarios es ínfimo, y más aún en congresos, reuniones y revistas médicas", afirma. "Hay muchas razones, entre ellas que estas actividades de divulgación ética no tienen patrocinadores públicos ni privados".

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis.com