Las pacientes con cáncer de mama pueden correr un mayor riesgo de cáncer de pulmón

  • Lin FW & al.
  • Cancers (Basel)

  • Univadis
  • Clinical Summary
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En un estudio nacional de Taiwán se ha hallado que las pacientes con cáncer de mama pueden correr un mayor riesgo de otro cáncer primario: cáncer de pulmón. El riesgo de cáncer de pulmón más alto (más del doble) se da entre las pacientes jóvenes con cáncer de mama.

Según los autores, los resultados indican que los profesionales de atención primaria deberían sopesar el cribado habitual de cáncer de pulmón en las pacientes jóvenes con cáncer de mama. Estas pacientes tienen entre 20 y 49 años de edad.

El estudio poblacional y retrospectivo de cohortes nacional se realizó a través de la Taiwan’s National Health Insurance Research Database, que se deriva del Seguro Nacional de Salud de Taiwán. En el estudio se comparó a 94.451 pacientes con cáncer de mama con 377.804 participantes sin cáncer de mama: una proporción de 1:4. Las pacientes con cáncer de mama tenían más de 18 años e ingresaron en el hospital con cáncer de mama en algún momento entre los años 2000 y 2012. Se emparejó por frecuencias a las participantes de control sin cáncer de mama con las pacientes con cáncer de mama según la edad y el año de referencia. El criterio de valoración principal fue la incidencia acumulada de cáncer de pulmón.

En general, el grupo con cáncer de mama tenía un 34 % más de probabilidades que el grupo sin cáncer de mama de recibir un diagnóstico de cáncer de pulmón durante un periodo de seguimiento de hasta 15 años (hazard ratio [HR] ajustada: 1,34; intervalo de confianza 95 % [IC 95 %]: 1,20-1,49). Se realizaron ajustes por edad, urbanización, y comorbilidades. Este resultado principal fue similar cuando la comparación entre el grupo con cáncer de mama y el grupo sin esta enfermedad se realizó tras el emparejamiento por los índices de propensión, una técnica estadística que busca reducir el efecto de los factores de confusión garantizando que las características iniciales entre los grupos son comparables.

Cuando el análisis se centró expresamente en pacientes jóvenes con cáncer de mama (edad de 20 a 49 años), se halló un aumento del riesgo de cáncer de pulmón del 211 % (HR ajustada: 2,11; IC 95 %: 1,72-2,59). De nuevo, se realizaron ajustes por edad, urbanización y comorbilidades. El aumento del riesgo de cáncer de pulmón fue el mayor de cualquier subgrupo examinado.

Otro subgrupo de pacientes con cáncer de mama (las que no presentaban ninguna comorbilidad) también presentó un aumento especial del riesgo de cáncer de pulmón: su exceso de riesgo fue del 94 % (HR ajustada: 1,94; IC 95 %: 1,66-2,26).

La limitación más importante de todos estos análisis es que no se pudo evaluar el hábito tabáquico porque la base de datos no contenía esa información. El tabaquismo es, por supuesto, un factor de riesgo importante de cáncer de pulmón. Sin embargo, esta limitación importante se mitigó mediante el ajuste por comorbilidades que se correlacionan con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, incluyendo arteriopatía coronaria, accidente cerebrovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El ajuste por estas comorbilidades minimiza la influencia del tabaquismo.

Otra limitación del estudio es que las pacientes eran exclusivamente asiáticas.

¿Por qué es posible que las mujeres con cáncer de mama de este estudio se enfrenten a un mayor riesgo de cáncer de pulmón? Los autores especulan que puede haber 2 explicaciones: aumento de la predisposición genética, de la exposición a partículas finas a largo plazo, o ambos. Se sabe que las partículas finas son un perturbador endocrino debido a su contenido (sulfato, nitrato, amonio, etc.); se sabe que la exposición a partículas finas aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, así como el riesgo de cáncer de mama.