Las infecciones crónicas por el virus de la hepatitis B sin tratar se asocian con el cáncer extrahepático
- Univadis
- Clinical Summary
De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la Journal of Clinical Oncology, las infecciones crónicas por el virus de la hepatitis B sin tratar se asocian con el aumento del riesgo de la mayor parte de tipos de cáncer extrahepáticos principales. El tratamiento a largo plazo con análogos nucleotídicos o nucleosídicos en los pacientes con hepatitis B crónica redujo el riesgo de presentar tipos de cáncer extrahepático.
Además de reducir el riesgo de casos de cáncer hepático, el tratamiento con análogos nucleotídicos o nucleosídicos, como tenofovir disoproxil fumarato, entecavir, lamivudina, telbivudina, adefovir y clevudina, redujo el riesgo de presentar cáncer de páncreas y de próstata, pero aumentó el riesgo de cáncer de mama.
El Dr. Jeong-Hoon Lee, Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur) dirigió el estudio.
El estudio se basa en el análisis de datos procedentes de reclamaciones del seguro médico surcoreano en el que se incluyó a 90.944 pacientes (6.539 recibieron tratamiento con análogos nucleotídicos o nucleosídicos) con un diagnóstico reciente de infección crónica por el virus de la hepatitis B y 685.436 participantes de control. La mediana de edad de los grupos osciló entre los 47 y los 51 años, y el porcentaje de hombres, entre el 51,3 % y el 62,5 %.
Durante la mediana del periodo del estudio de 47,4 meses, el 3,9 % de los participantes (30.413) presentó cáncer extrahepático. Los pacientes con hepatitis B crónica que no recibieron análogos nucleotídicos o nucleosídicos presentaron un mayor riesgo global que los que recibieron tratamiento con estos fármacos (hazard ratio [HR] de la subdistribución ajustadas: 1,28; p < 0,001) y que los participantes de control (HR de la subdistribución ajustadas: 1,22; p < 0,001).
Los investigadores escribieron que “la dirección del resultado original se mantuvo incluso después del ajuste por factores de riesgo de cáncer como el tabaquismo y el consumo de alcohol”.
En un comentario adjunto, el Dr. Lewis R. Roberts, médico cirujano, de la Clínica Mayo (Rochester, Minnesota), afirmó que lo que quizá sea “el resultado más controvertido… uno que no es objeto directo de su estudio, [es] la observación de que el tratamiento con análogos nucleotídicos o nucleosídicos no se asoció con una disminución del riesgo de neoplasia maligna intrahepática primaria: carcinoma hepatocelular o colangiocarcinoma intrahepático. La disminución observada en el riesgo de neoplasia maligna intrahepática fue del 12 %, con un hazard ratio de la subdistribución ajustado de 0,88 (intervalo de confianza del 95 % [IC del 95 %]: 0,77-1,01; p = 0,08)”.
Como escribió el Dr. Roberts, los autores indicaron que esto podría estar relacionado con la baja prevalencia de cirrosis en el grupo del estudio. “Esta explicación es plausible, ya que se ha demostrado anteriormente que el impacto principal del tratamiento con análogos nucleotídicos o nucleosídicos en la reducción de la incidencia de carcinoma hepatocelular se da en las personas con cirrosis provocada por hepatitis B crónica”, escribió.
El Dr. Roberts añadió que realizar ensayos aleatorizados de análogos nucleotídicos o nucleosídicos para la hepatitis B crónica es difícil porque los fármacos son muy eficaces. “Es posible que la repercusión más importante de este estudio sea la observación de que la hepatitis B crónica se asocia con el aumento del riesgo de diversas neoplasias malignas extrahepáticas, así como la oportunidad de aconsejar a los pacientes con esta enfermedad que cumplan las recomendaciones actuales para el cribado de los principales tipos de cáncer”.
El artículo, escrito por Randy Dotinga, se adaptó a partir de su forma original, que apareció en MDedge.com, parte de Medscape Professional Network.
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