La salud de Putin: rumores sin pruebas

  • Dr. Thomas Kron

  • Maria Baena
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¿Está Vladimir Putin gravemente enfermo? ¿ha dejado de controlar sus acciones? ¿O es "solo" un político despiadado pero racional? Dado que el Kremlin y los acontecimientos que allí suceden no son precisamente transparentes, se está especulando mucho al respecto, sobre todo en las redes sociales y especialmente desde el ataque a Ucrania y la amenaza nuclear posterior. Sin embargo, las especulaciones sobre el estado de salud del líder del Kremlin se suceden desde hace años: "Si Vladimir Putin está gravemente enfermo, le importa al mundo", rezaba el titular de un artículo de la revista británica "The Week".

"El líder ruso parecía que deliraba cuando anunció una 'operación militar especial' para 'proteger' el Donbás antes del amanecer en el Kremlin", escribe Robin Wright, columnista de The New Yorker. Putin parece haber "perdido todo contacto con la realidad", cita Nina Khrushcheva, profesora de relaciones internacionales en la New School de Nueva York. No creía que "fuera un suicida, pero está claro que lo es, y se está llevando al mundo y a nosotros con él", dice la bisnieta del ex primer ministro soviético Nikita Khrushchev. Putin, dijo, es un "megalómano despiadado con una gigantesca agenda imperialista" similar a la de Stalin y Mao. 

Putin puede estar gravemente enfermo, dijo hace unos días Udo Lielischkies, experto en el Kremlin y antiguo jefe de la oficina de la ARD (consorcio de radiodifusoras públicas de Alemania) en Moscú, en el programa de ARD "hart aber fair". Putin "no parece el mismo de hace unos meses", dijo Lielischkies, refiriéndose a una especulación de la veterana asesora presidencial estadounidense en temas de Rusia, Fiona Hill. En una entrevista, había expresado la sospecha de que Putin estaba tomando corticoides; esta medicación podría explicar el llamativo comportamiento de Putin, por un lado, y la “redondez” de su cara, por otro.

El tratamiento con corticoides se puede asociar a trastornos cognitivos y síntomas de psicosis. Hace unos años, científicos italianos publicaron un informe exhaustivo sobre los efectos adversos de los corticoides en el comportamiento, la cognición y la psique. Según el artículo, bajo el término "psicosis" relacionada con los corticoides, se han descrito tanto trastornos afectivos agudos como esquizofreniformes, que podrían afectar el funcionamiento diario hasta tal punto que a menudo se requiere una intervención. Los trastornos afectivos en forma de manía o hipomanía son los efectos secundarios mentales más frecuentes tras iniciar el tratamiento con corticoides. También pueden producirse psicosis paranoicas.

Los rumores sobre la salud de Putin llevan años circulando. Se ha hablado de que puede estar padeciendo cáncer o la enfermedad de Parkinson. También se especula con una posible "niebla cerebral", un trastorno cerebral derivado de una infección por el SARS-CoV-2.

Hace unos años, se especuló de forma similar sobre el estado de salud de Donald Trump, del que se sabía que tenía algunos problemas de comportamiento. También en el caso de Trump -además de un narcisismo patológico- se habló de una psicosis inducida por corticoides con síntomas como la euforia, el aumento del impulso y la manía (#SteroidInducedMania). Los comportamientos impulsivos y las contestaciones verbales de Trump han llevado incluso a sugerir que podría estar sufriendo un trastorno cognitivo, como la demencia frontotemporal. "¿Le pasa algo neurológico a Donald Trump?" Este era el título de un artículo del periodista estadounidense James Hamblin en la revista estadounidense "The Atlantic".

Nadie fuera del círculo más cercano puede decir qué hay de cierto en todos los rumores sobre Putin. Es posible que lo que se dice que dijo Esquilo (525-456), el creador de la tragedia griega, hace más de 2.000 años, se aplique también a estos rumores: "En la guerra, la verdad es la primera víctima”.

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis en alemán, parte de la Red Profesional.