La realidad virtual en la simulación de entornos clínicos para la formación en enfermería

  • Salud Digital
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Un grupo de escuelas de enfermería norteamericanas están participando en un programa conjunto que pretende evaluar la utilidad de la realidad virtual para mejorar la formación en enfermería, mediante módulos que permiten simular entornos clínicos reales. Son centros formativos de la Universidad de Villanova, la Universidad de Indiana, la Universidad de Rochester, la Universidad de Massachusetts Boston, la Universidad de Florida Central y la Universidad de Virginia. Todas ellas están aplicando la misma tecnología, una herramienta llamada vrClinical desarrollada por la empresa Wolters Kluwer.

La formación en enfermería en Estados Unidos se viene enfrentando a problemas estructurales que afectan especialmente al desarrollo de las prácticas en centros sanitarios. Cada vez hay menos preceptores clínicos disponibles para la docencia, los espacios para desarrollar la formación a pie de cama son cada vez más escasos, y las escuelas de enfermería con recursos más limitados tienen serios problemas para proporcionar suficientes experiencias clínicas reales a los estudiantes. 

Pero además, los planes de formación en enfermería cada vez inciden más en las habilidades para optimizar el uso de recursos, entre ellos el tiempo, y en las capacidades de priorización, por ejemplo, cuando hay que atender a varios pacientes a la vez. 

Por eso, se hace muy necesario generar pautas de adiestramiento en las que los estudiantes enfrenten problemas como los que tendrán durante su desempeño profesional, entre los que se encuentran cómo priorizar la atención entre múltiples pacientes y en condiciones reales de premura y complejidad. Proporcionar esta formación es especialmente difícil para los centros pequeños, en los que hay menos casuística, y supone un riesgo de pérdida de calidad formativa frente a la que se adquiere en entornos más diversificados.

Para suplir estas carencias es para lo que se ha desarrollado un modelo formativo que se basa en construcciones virtuales que emulan los espacios clínicos en los que habrá de desempeñarse comúnmente una enfermera, desarrollados a través de realidad virtual.

Estos módulos tienen dos ventajas. Una es la versatilidad: pueden recrear espacios virtuales de muy diversa complejidad, en los que el alumno ha de ser capaz de tomar decisiones adaptadas a cada entorno, que se diseñan con las características que se consideren necesarias. La segunda es la escalabilidad: es posible extender el uso de los módulos allá donde sea necesario, en escuelas grandes o pequeñas, asociadas a hospitales mayores o menores.

El factor humano

La pregunta que surge en relación con la utilidad de estos sistemas es inmediata. Si lo que hacemos es recurrir a la realidad virtual como una forma para brindar experiencias más accesibles e inmersivas y que los estudiantes se preparen para las demandas de la práctica de enfermería, ¿dónde queda el contacto interpersonal que da sentido a los cuidados de enfermería?

Algunos directores docentes de estas escuelas universitarias norteamericanas piensan que para que una enfermera esté adecuadamente formada y sea competente para la práctica asistencial es necesario que disponga de tantas experiencias como sea posible. El sistema de realidad virtual que ahora se está empleando no es una creación que surja de la nada, sino que se ha diseñado tomando como base casos reales recopilados durante los últimos 10 años en diversas plataformas formativas. 

El valor que tiene la realidad virtual es precisamente la capacidad de acercarse al máximo a la experiencia a pie de cama, y está comprobado que permite entender lo que ahí ocurre con menos distracciones o equívocos interpretativos que los que se experimentaban con las tecnologías precedentes, como el análisis académico de casos.

Uno de los objetivos principales de estos módulos consiste en entrenar al alumno en la gestión simultánea de múltiples pacientes, como ocurre en los entornos clínicos habituales, y aprender a priorizar y delegar cuando corresponda. Esta es una habilidad que es importante aprenderla en un ambiente seguro, como en el que proporciona el metaverso, donde no se pone en riesgo a ninguna persona si se produce un fallo técnico - profesional. La realidad virtual permite desarrollar habilidades complejas en entornos similares a los del trabajo real, pero sin comprometer al paciente por eventuales errores.

Cómo es la experiencia

El uso de estos sistemas de realidad virtual para la formación especializada tiene una cierta tradición en el ejército norteamericano, donde por ejemplo se usa para simular la acción dentro de helicópteros sin tener que emplear para ello la aeronave real. En el área de la enfermería, los estudiantes pueden participar como protagonistas en situaciones que han sido diseñadas por los profesores de enfermería, y que pueden modificarse flexiblemente, según sea necesario para orientar el aprendizaje práctico. Por ejemplo, reproduciendo el cuidado de pacientes con insuficiencia cardiaca, el cuidado posoperatorio tras una cirugía de reemplazo de cadera, o la administración segura de medicamentos.

La incorporación de la realidad virtual en los planes de estudio avanza progresivamente en Estados Unidos. Permanentemente se crean módulos sobre un determinado concepto o disciplina, y se evalúan nuevas oportunidades de uso. Por ejemplo, se pueden ajustar automáticamente los escenarios clínicos en los que una misma enfermera tenga que atender a un número variable de pacientes, y estructurar recorridos formativos más adaptados a la realidad sanitaria que hay fuera de las aulas. También, se puede usar en programas de posgrado, en los que se deba alcanzar un determinado nivel de especialización sobre un área concreta.

Los estudiantes no usan los módulos de realidad virtual en solitario, sino que trabajan los escenarios en pequeños grupos y bajo la supervisión de sus profesores, y se hacen pausas para valorar las decisiones que se hayan tomado o establecer correcciones. De esa manera, los alumnos puedan beneficiarse de los éxitos y errores de los demás. Al interactuar entre ellos se comprende mejor el valor del trabajo en equipo y multidisciplinar, y se enriquece la experiencia enfermera. Mientras que en los entornos clínicos reales un estudiante solo podría ver a uno o dos pacientes a la vez, mediante la realidad virtual se les obliga a enfrentarse a situaciones mucho más complejas.

Evaluación y futuro de la formación

Los módulos realidad virtual son capaces de registrar y evaluar por sí mismos el resultado del aprendizaje, y parte de su valor consiste en que mediante una auditoría posterior se puede generar un análisis crítico de lo que se ha hecho. Los profesores pueden programarlos para que generen informes detallados y emitan sugerencias o referencias de mejores prácticas.

El Consejo Nacional de Juntas Estatales de Enfermería, que es el organismo encargado de otorgar las licencias profesionales para el ejercicio profesional de la enfermería en Estados Unidos, ha cambiado recientemente el examen de licenciatura. Ahora se orienta fundamentalmente a evaluar el juicio clínico y el pensamiento crítico, más que a las habilidades memorísticas. Pretende corregir el hecho de que los estudiantes de enfermería no siempre han sido capaces de aplicar lo que aprenden en las aulas al entorno clínico. Por eso, se cree que el uso de realidad virtual para la formación puede reducir la brecha entre la universidad y el hospital, facilitando a los estudiantes una mayor cercanía con las experiencias clínicas consistentes, aunque sea en entornos virtualizados.