La osteoinmunología permitirá conocer mejor los mecanismos de la destrucción ósea
- Pura C. Roy
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La osteoinmunología es una rama emergente de investigación multidisciplinar enfocada a la comprensión de las relaciones entre el sistema inmunitario y las células óseas. Esta especialidad ha puesto de manifiesto que se dan un amplio repertorio de interacciones celulares, cuyo conocimiento está proporcionando bases científicas para un cambio de paradigma en el campo de las enfermedades osteoinmunes, lo que posibilitará el desarrollo de terapias más eficaces y seguras en los próximos años. En la práctica clínica la osteoinmunología permitirá saber mejor cómo se produce la destrucción ósea en enfermedades reumáticas como la osteoporosis, pero también la espondilitis anquilosante o la artritis reumatoide.
Enrique Casado, miembro de la Sociedad Española de Reumatología y reumatólogo del Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) señala, en declaraciones para Univadis España que “con la osteoinmunología es posible conocer mejor los mecanismos y las bases moleculares que dan lugar a determinadas lesiones en algunas enfermedades reumáticas que presentan una base inflamatoria y saber de qué manera las células del sistema inmunitario como los linfocitos B, T, macrófagos, tienen un efecto sobre el esqueleto o sobre el hueso. Esto explicaría por qué algunos pacientes con enfermedades inmunitarias o autoinmunes o con inflamaciones crónicas, tienen más riesgo de osteoporosis y de sufrir más fracturas. Conociendo más detalladamente los mecanismos implicados en el desarrollo de la pérdida de masa ósea podremos conseguir un mayor beneficio para los paciente que tengan estas enfermedades”.
Según Casado, cada año se van descubriendo diferentes vías de señalización, moléculas y mensajeros intermediarios entre las dos vías que indican que el esqueleto y el sistema inmune emplean los mismos sistemas de señalización. Un ejemplo de ello es la vía Notch, “que es una vía de señalización celular que está en muchas células y que también promueve la relación entre las células inmunes y las células óseas cuando hay un proceso inflamatorio. Otra línea interesante de estudio es la interacción que puede haber entre la esclerostina y el sistema inmune. La esclerostina desempeña un papel en la regulación del metabolismo óseo, como queda demostrado por los cambios en la masa ósea que se producen cuando se inhibe su actividad mediante anticuerpos monoclonales. Tal vez su papel es indirecto, pero todo está relacionado. Mejorar la biología ósea puede abrir nuevas oportunidades terapéuticas”.
En el estudio de la artritis reumatoide y otras enfermedades afines se ha generado un enorme interés por el estudio de las conexiones y la colaboración entre el osteoclasto y otras células como las dendríticas al tener la capacidad de interactuar con las células T. “Todos estos hallazgos deberían conducirnos a una mejor comprensión de la patogenia de algunas enfermedades que afectan a ambos sistemas, lo que posibilitará el mejor control de las mismas. Por otro lado, en pacientes oncológicos, los tumores producen un aumento de citocinas inflamatorias que pueden originar osteoporosis y fracturas. Probablemente, la osteoinmunología nos ayudará a entender mejor a estos pacientes”, explica Casado
Casado opina que los conocimientos de la osteoinmunología servirán para el desarrollo de nuevos medicamentos dirigidos contra estas moléculas o estas vías de señalización intermedias entre el sistema inmunológico y el hueso. “Inhibir o frenar la vía Notch tiene unos efectos sobre el hueso. Actualmente los medicamentos que se están desarrollando van más dirigidos a pacientes oncológicos que a pacientes con osteoporosis. Pero los avances en oncología sobre la inmunoterapia pueden sernos de gran ayuda”.
Para este reumatólogo, “los medicamentos pueden tener una doble actuación sobre la osteoporosis y sobre el sistema inmune por ello se necesita revisar ciertas terapias. Los glucocorticoides se utilizan en las enfermedades autoinmunes, pero estos a su vez pueden modificar el sistema inmune y por tanto empeorar la osteoporosis. Los pacientes que toman corticoides pueden tener un mayor riesgo de fracturas por fragilidad. Por eso es importante la dosis diaria y las dosis acumuladas. Cuantos menos corticoides y menos acumulado en el tiempo mejor. Hay que identificar con mayor antelación los problemas derivados de ciertas patologías con riesgo de osteoporosis, a veces se llega ya tarde. El saber de las alteraciones del sistema inmune nos ayuda a corregir ciertas complicaciones”.
La osteoinmunología es una disciplina en la que están involucrados reumatólogos, inmunólogos, biólogos y otros especialistas en ciencia básica. En la parte clínica tiene aplicación en diversas especialidades médicas, como son Reumatología, Nefrología o Medicina Interna.
Crear líneas de trabajo conjunto fue una de las prioridades de las III Jornada de osteoinmunología, recientemente celebradas y auspiciadas por dos sociedades científicas importantes de España que se encargan del metabolismo óseo, entre otras enfermedades, que son la Sociedad Española de Reumatología (SER) y la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM). “Estas reuniones entre expertos de diferentes especialidades hace que entre todos entendamos más sobre la osteoinmunología”, finaliza Casado.
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