La lucha de los MIR por sus condiciones laborales y el derecho a descansar

  • Andrea Jiménez

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Acabar con la explotación laboral y mejorar tanto las condiciones de trabajo como las retribuciones constituyen las reivindicaciones más importantes por las que lleva años luchando el colectivo de médicos MIR en España. “La forma en que se ha viciado el sistema de las guardias de los residentes, sin derecho al descanso, es un despropósito”, manifiesta Alejandro Cuéllar, coordinador y portavoz de FSE Unida, plataforma que engloba a unos 15.000 profesionales de todas las formaciones sanitarias especializadas y para quien el problema de la falta de regulación del descanso semanal y festivos es una cuestión de urgencia que solucionar. “No es posible que si se hace guardia un sábado no se pueda descansar durante dos semanas seguidas”, denuncia.

Una reclamación a la que el pasado abril el poder judicial atendió cuando el Tribunal Supremo estimó el recurso de casación presentado por la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (Amyts), en el que se exigía el derecho a 36 horas de descanso ininterrumpido por las guardias de 24 horas en sábado y vísperas festivos. “Una sentencia histórica para los derechos de médicos en formación”, manifiesta Sheila Justo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y vicepresidenta del sindicato médico Amyts. “Con la respuesta del Supremo se zanja a nivel estatal y de una vez por todas cada uno de los recursos individuales que se han ido imponiendo desde hace años”, celebra la experta.

Como detalla Justo, en Madrid ya se había ganado este derecho, “gracias a la huelga de residentes de 2020”, cuando después de que centenares de médicos en bata blancas llevaran a cabo una huelga indefinida en la capital, consiguieron llegar a un acuerdo con la Consejería de Sanidad. “Además de condicionantes retribuciones, se reconoció el derecho a descansos, el cual ya estaba en normativa, pero era difícil de ejecutar porque no había instrucciones al respecto y sí una resistencia por parte de los servicios”, señala la vocal del sindicato médico. En su opinión, aquel logro supuso una gran mejora para las condiciones laborales en Madrid. “Y ahora, los residentes del resto de comunidades pueden empezar a reclamar desde ya el cumplimiento de lo que ha dictado el Supremo”.

Los residentes: trabajadores de mano de obra barata en el sistema sanitario

“El problema de las guardias es la suma de dos factores que se superponen”, opina Cuéllar. “Por un lado, nos enfrentamos a la incapacidad del sistema para de dar respuesta a la demanda de una asistencia sanitaria continua. Por otro, necesitamos esas guardias de 24 horas para llegar a un salario digno”, explica.

Los actuales sueldos de los residentes es otra de las quejas del colectivo.  “En España, los residentes están cobrando de media unos 1.000 euros netos llevando a cabo una jornada laboral de 40 horas semanales”, señala el portavoz de FSE Unida, organización que lleva años exigiendo una actualización de las retribuciones que aumente el salario de los médicos más jóvenes, “que tanto poder adquisitivo han perdido en los últimos años”, incide Justo.

De acuerdo con los datos, el sueldo médico de un residente sin guardias en el 2006 era de 1.112 euros, pasando a ser de 1.283,68 en la actualidad. “Esto implica que han perdido un gran porcentaje de poder adquisitivo entre 2009-2022”, resalta la representante de Amyts. “Llevamos tiempo exigiendo una subida del salario de los MIR, sobre todo porque se están utilizando como mano de obra barata”, denuncia Cuéllar.

En opinión de Justo, esto sucede porque se hace un mal uso de la figura del residente, “el cual es personal en formación y tiene como objetivo obtener su título de especialista. Sustituir las deficiencias del sistema con su actividad es desvirtuar la imagen del residente”, señala. “Por ley, los residentes no constituyen personal estructural del centro de turno, estamos para formarnos. Sin embargo, la funcionalidad de muchos servicios hospitalarios depende de residentes, y por eso no pueden librar guardias”, resalta el coordinador de FSE Unida. Una opinión que comparte Justo: “No tiene nada que ver contratar a alguien en formación que a un adjunto, los sueldos difieren bastante. Y por eso se habla de que se está utilizando mano de obra barata”, sentencia la experta. “Por otro lado, cuando un centro cuenta con residentes, la plantilla obligatoriamente debe ser mayor con el objetivo de que se supervise el trabajo de la persona en formación, lo que implica un mayor esfuerzo del centro”, denuncia Justo.

“Pero en vez de ser así, se ha creado un sistema viciado, que va haciendo aguas y al que se le va poniendo tiritas”, apunta Cuellar, manifestando otro de los grandes problemas de la sanidad española: el Sistema Nacional de Salud carece de suficientes médicos.

“Con tal déficit de plantillas, tendrán que plantearse cómo provisionan los puestos de médicos a largo plazo, tendiendo en cuenta la inestabilidad laboral y que estamos perdiendo muchos profesionales. Recordemos que sin médicos no hay sanidad”, concluye la vocal de Amyts.