La formación de nuestros médicos: ¿podemos mejorar?

  • Ángel Benegas Orrego
  • Editorial
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Las noticias acerca de la sanidad española y de las condiciones laborales que invaden nuestro sistema sanitario están abriendo muchos telediarios y portadas. Todos estamos al corriente de las huelgas de médicos de urgencias, médicos de familia y pediatras que durante estas semanas se han llevado a cabo en la comunidad de Madrid y que sirven de precedente para otras comunidades que han convocado huelga en los próximos días, con el objetivo principal de mejorar las condiciones de sus sanitarios y, por repercusión, mejorar la calidad asistencial que recibe el paciente.  

En esta ocasión he querido hablar con una médico residente, con el objetivo de saber cuál es la visión de una persona que tan solo lleva seis meses inmersa en el Sistema Nacional de Salud (residente de primer año) e intentar poner de manifiesto aquello que podría ser susceptible de cambio.  

Después de 6 meses de residencia, ¿crees haber elegido el camino correcto? 

Creo que he elegido el único camino que me permite ejercer la medicina con "cierta" seguridad. Si no accediera a la residencia, me quedarían dos vías:

  • Acceder a puestos de médico general en los que trabajaría con población sana, reconocimientos médicos, sobre todo. Tengo conocidos en ese mundo, con muy buena calidad de vida y contratos indefinidos, cobrando más que nosotros como residentes, pero para quien, como a mí, le guste la práctica, creo que no le terminaría de llenar. 
  • Contratos en servicios de urgencias o continuada: es decir, acceder a la práctica clínica sin experiencia, lo cual, puede llegar a ser peligroso para el paciente.

Por tanto, la única opción que me queda para poder ejercer con la seguridad de que mi falta de conocimientos no va a suponer un peligro para mis pacientes, es realizar la especialidad vía MIR. Esto, claro está, es algo con lo que, en mi opinión, la administración cuenta y de lo cual se aprovecha.

Ya has comenzado tu itinerario formativo, ¿cambiarías algo de lo que has hecho hasta ahora? 

Si pudiera volver atrás seguramente me formaría en otro país para poder conseguir mi especialidad, aunque marcharme fuera a ejercer es algo que no descarto cuando termine. Es una verdadera lástima que tengamos que plantearnos dejar atrás a nuestra familia y amigos para encontrar un sitio donde nos traten mejor.

¿Permite la vida del residente una conciliación completa con la vida diaria? 

La vida del residente consiste en no tener tiempo libre, pues a la jornada laboral hay que sumarle las guardias a las que estamos obligados y, en muchas ciudades, desesperados por realizarlas para poder llegar a fin de mes. Pero, además de la suma de toda esa jornada laboral, que puede llegar a duplicar la “permitida” en otros sectores, en nuestro tiempo libre tenemos que realizar una cantidad ingente de cursos, estudiar e investigar. Tengo pareja, pero no tengo hijos ni podría tenerlos en este momento.

Se acerca la navidad, fecha muy especial para muchas personas. ¿Trabajas en alguna fecha importante? 

Si, trabajo esas fechas. Los residentes tenemos ciertos huecos que cubrir en las guardias, y “no pueden” quedarse libres. Todos los festivos y pre-festivos se sortean.  

En mi caso, tengo guardia uno de los dos festivos grandes de Navidad, además de otros tres días bastante señalados. Esos días, claro está, no puedo disfrutar de mi familia, pero además los cobraré igual que cualquier otro sábado o domingo cualquiera, porque en mi comunidad no hay distinción entre festivo normal o especial. Si a eso le sumamos que la hora de guardia (hora “extraordinaria”) la cobramos a un precio menor que la hora ordinaria...Hay quien lo llama sacrificio, pero no es más que un abuso disfrazado de formación.  

Ángel Benegas es Médico General.