La esteatosis hepática no alcohólica es frecuente, pero puede remitir

  • Miriam E Tucker
  • Resúmenes de artículos
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Conclusión práctica

La esteatosis hepática no alcohólica afecta aproximadamente a una cuarta parte de los europeos septentrionales blancos de mediana edad. En el transcurso de siete años, la enfermedad apareció en una quinta parte de las personas que no la padecían al inicio del estudio.

De los pacientes con esteatosis hepática no alcohólica, una quinta parte remitió. Los cambios en el índice de masa corporal (IMC) y en el perímetro de cintura predijeron de forma independiente tanto la incidencia como la remisión de la esteatosis hepática no alcohólica.  

Antecedentes y/o implicaciones

La esteatosis hepática no alcohólica es un problema creciente de salud pública que afecta a un tercio de la población mundial y europea. 

La enfermedad puede evolucionar a esteatohepatitis, cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular y es un factor de riesgo de afecciones no hepáticas, como las enfermedades cardiovasculares.

En pocos estudios se ha examinado la incidencia de la esteatosis hepática no alcohólica y las tasas de remisión en Europa.

Diseño del estudio

Datos del estudio prospectivo Young Finns Study en cinco ciudades finlandesas, incluyendo 1.260 participantes de entre 3 y 18 años en 1980, con un seguimiento medio de 7,2 años entre la ecografía hepática realizada en 2011-2012 y 2018-2020 (ninguno tenía una ingesta excesiva de alcohol).

Resultados

El 14,4 % (181/1260) de los participantes presentaban esteatosis hepática no alcohólica al inicio del estudio y el 26,9 % (339/1260) durante el seguimiento.

En el transcurso de los 7,2 años, la esteatosis hepática no alcohólica apareció en el 18,3 % (198/1079) de los participantes que no la padecían al inicio del estudio (tasa de incidencia, 26 casos por 1.000 años-persona).

Al mismo tiempo, se produjo una remisión de la esteatosis hepática no alcohólica en el 22,1 % (40/181) de los participantes que la padecían al inicio del estudio (tasa de incidencia, 30 casos por 1.000 años-persona). 

Tras tener en cuenta la multicolinealidad de los predictores, un modelo multivariante adicional mostró que los predictores independientes de la incidencia de esteatosis hepática no alcohólica eran la edad (odds ratio, 1,07; p = 0,009), el perímetro de cintura basal (por desviación estándar; 2,77; p < 0,001), los triglicéridos (2,31; p < 0,001), la alanina aminotransferasa (1,9; p = 0,006) y el cambio del IMC durante el seguimiento (4,12; p < 0,001).

Los predictores independientes de una menor remisión de la esteatosis hepática no alcohólica fueron el cambio en el perímetro de cintura (odds ratio, 0,38; p < 0,001) y la aspartato aminotransferasa basal (0,23; p = 0,007).

Limitaciones

Se utilizaron ecógrafos diferentes en las citas iniciales y de seguimiento, con una posible mejor detección de la esteatosis hepática en el seguimiento.

La biopsia hepática, y no la ecografía, es el método de referencia para la detección de la esteatosis hepática no alcohólica.

No se incluyó la genética, la resistencia a la insulina del tejido adiposo ni la estimación de la lipogénesis de nueva aparición hepática.

No hay mediciones del perímetro de la cadera para calcular la relación cintura-cadera ni datos sobre el consumo de vitamina E.

El grupo que tuvo remisión era relativamente pequeño.

Financiación 

Este estudio fue financiado por la Academia de Finlandia y otras entidades no farmacéuticas.