La actividad física ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren de acromegalia

  • Pura C. Roy
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La acromegalia es una enfermedad endocrina caracterizada por un exceso de secreción persistente de la hormona del crecimiento que genera un agrandamiento gradual de distintos tejidos y órganos a lo largo de los años. En la mayoría de los casos el exceso de la hormona del crecimiento está provocado por un tumor benigno situado en la hipófisis.

La producción excesiva de hormona del crecimiento en niños, antes del cierre de las epífisis, provoca gigantismo. La acromegalia implica una hipersecreción de esta hormona en la edad adulta.

La mayoría de los casos se dan en personas de mediana edad y, por lo general, se diagnostica entre 10 y 15 años después del inicio de los síntomas, debido a que éstos se presentan de una forma lenta y progresiva.

Los síntomas más habituales de la acromegalia son: crecimiento de partes acras y tejidos blandos (ej. agrandamiento de manos y pies), alteración de rasgos faciales y visceromegalia. Es muy frecuente el dolor de cabeza, y si el tumor hipofisario es grande, puede comprimir las vías ópticas y ocasionar dificultades visuales. Pueden aparecer alteraciones endocrinas como galactorrea, oligomenorrea y patología tiroidea. Es habitual que aparezca hipertensión arterial, elevación del colesterol, de la glucosa en sangre o diabetes mellitus. También pueden presentarse arritmias cardiacas o alteraciones del funcionamiento de las válvulas cardiacas. Además hasta un 80 % de los pacientes presenta apnea obstructiva del sueño.

“Es una enfermedad rara que también produce una gran debilidad muscular. Por eso es fundamental el ejercicio para tener calidad de vida”, explica a Univadis España Nieves Palacios Gil de Antuñano, médica especialista en endocrinología y nutrición y medicina de la educación física del deporte. La Dra, Palacios, coordinadora del grupo de trabajo de la Sociedad Española de Endocrinología, Nutrición y Ejercicio Físico (GENEFSEEN) ha publicado la Guía de Actividad Física para personas diagnosticadas de Acromegalia.

En ella se recoge que el ejercicio físico debe ser considerado como parte del tratamiento de la acromegalia, ya que ayuda a controlar y aliviar diversos síntomas y comorbilidades que presentan las personas diagnosticadas con esta enfermedad, mejorando su calidad de vida.

“La guía empieza poniendo de relieve los beneficios de la actividad física. Creo que ahora casi todo el mundo los conoce y los sabe, pero cuando yo comencé, la actividad física y el deporte eran unos grandes olvidados por parte de la población que era muy sedentaria. Gracias a todos los mensajes que se van difundiendo esto ha cambiado. Pero hay que seguir recalcando sus beneficios en el metabolismo, en el corazón, las mejoras en los sistemas óseos y articulaciones, además de ayudar a reducir la ansiedad y la depresión”, explica Palacios.

Esta guía ilustrada va dirigida a endocrinólogos para que puedan prescribir el ejercicio físico a pacientes autónomos que tienen un ritmo de vida activo y no presentan comorbilidades graves, ya que entonces se necesitaría una atención más personalizada y específica. Se puede adaptar a los pacientes activos, y también a los más sedentarios, que se inician en la práctica del ejercicio físico. “Va dirigida a los endocrinólogos porque son los que ven a los pacientes con acromegalia. Esta guía la podemos hacer llegar a través de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición para que sea distribuida a los enfermos. Aconsejamos, siempre que sea posible, realizar el ejercicio acompañado y guiado por un profesional que ayude a la ejecución correcta de los movimientos”, matiza Palacios. También podría ser repartida a través de las asociaciones de afectados por acromegalia ya que dan soporte a todos los afectados. 

Consejos para un buen entrenamiento

En esta guía se recoge toda una serie de consejos para que la actividad física sea lo más beneficiosa posible mediante una rutina programada. Por ello se recomienda que durante la semana se combinen diferentes actividades y ejercicios para mejorar la flexibilidad, la coordinación, el equilibrio, la resistencia aeróbica y la fuerza muscular. 

“Mejorar la flexibilidad y la coordinación es fundamental para las personas que tienen acromegalia, también la fuerza, la resistencia y el equilibrio, por ello hay ejercicios específicos para manos, cara, espalda, brazos o piernas”, resalta Palacios.

Bajo la gran experiencia deportiva de Palacios, las distintas tablas de ejercicios son explicadas mediante dibujos y pensadas para realizarlas día a día a lo largo de la semana para conseguir una rutina en los entrenamientos.

Junto a los dibujos explicativos de los ejercicios se especifica la duración de los mismos. En el caso de caminar se aconseja dar unos 6.000 pasos a la hora o 3.000 pasos a la media hora y repetir. También sirve hacer tandas de 1.000 pasos durante 10 minutos. 

Para aquellas personas que les guste la natación, se recomienda nadar unos 100 metros cada 90 segundos. Los estilos más útiles son el crol y la espalda. La duración media de esta actividad será entre 45-60 minutos. 

Si se pedalea durante 45 minutos es muy importante que la postura sea correcta y la altura del sillín la adecuada. Tiene que resultar una actividad cómoda, que proteja rodillas y espalda y potencie cuádriceps. 

A pesar de lo completa y sencilla que es la guía, Palacios recalca que “es fundamental que el endocrinólogo compruebe siempre el grado de funcionalidad del paciente para generar, amoldar y aplicar una buena práctica deportiva”.