Ingesta de proteínas: ¿cuándo aumentarlas o reducirlas en la enfermedad renal crónica?

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Un artículo publicado en la revista Cahiers de nutrition et de diététique revisa la evaluación nutricional de la ingesta de proteínas, calorías y electrolitos en sujetos con enfermedad renal crónica basándose en las recomendaciones de la National Kidney Foundation actualizadas en 2020.

Mensajes importantes

  • La desnutrición es un factor de mal pronóstico en los pacientes con enfermedad renal crónica.
  • La desnutrición proteico-energética se define como una disminución de la masa proteica y de las reservas energéticas. Aumenta linealmente con la disminución de la tasa de filtración glomerular.
  • La ingesta de proteínas debe reducirse a 0,55-0,60 g/kg/día o a 0,3-0,4 g/kg/día con una combinación cetoanalógica en los estadios 3b a 5 de la enfermedad renal crónica sin diálisis y en pacientes metabólicamente estables.
  • En los pacientes en diálisis, la ingesta debe aumentarse a entre 1,0 y 1,2 g/kg/d.
  • En todos los casos, el paciente debe ser evaluado regularmente por un nefrólogo y un dietista, y se debe asegurar una ingesta calórica de entre 25 y 35 kcal/kg/d.
  • En los pacientes con enfermedad renal crónica, la clara asociación entre la desnutrición y el aumento de la morbilidad y la mortalidad hace que el tratamiento nutricional sea una prioridad.

Evaluación del estado nutricional

Esta evaluación, que debe repetirse a lo largo del tiempo, incluye la evaluación clínica de la composición corporal (peso, índice de masa corporal [IMC], bioimpedanciometría), la evaluación biológica y las puntuaciones nutricionales y las encuestas dietéticas.

Recomendaciones nutricionales

Los expertos recomiendan:

  • En los pacientes con enfermedad renal crónica sin suplementos y metabólicamente estables, una reducción de la ingesta de proteínas y el apoyo de la ingesta calórica con un control regular de los parámetros clínicos. El objetivo prioritario es alcanzar al menos 0,8 g/kg/d. A continuación, si el paciente se muestra conforme, se puede plantear una reducción escalonada de 0,2 g/kg/d, siempre asociada al control de la ingesta calórica.
  • En los pacientes en diálisis, en cambio, la ingesta de proteínas debe aumentarse a 1,0 a 1,2 g/kg/d de proteínas, combinada con una ingesta calórica de 25 a 35 kcal/d, para lograr un balance de neutrógeno neutro, sea o no el paciente diabético. 

Relevancia

La enfermedad renal crónica afecta a entre el 5 y el 10 % de la población general y puede progresar de forma irreversible desde el estadio 1 al 5. 

En 2018, casi la mitad de los individuos que recibían terapia sustitutiva (diálisis o trasplante renal) tenían diabetes y el 17 % eran obesos (IMC>30kg/m2). La enfermedad renal crónica se asocia a complicaciones metabólicas y a un riesgo de desnutrición con mal pronóstico. Por lo tanto, son necesarios ajustes dietéticos y dietas específicas. En 2020, se establecieron recomendaciones internacionales para el tratamiento nutricional de la enfermedad renal crónica.

¿Cuál es la causa de la desnutrición en los pacientes con enfermedad renal crónica?

La desnutrición puede estar relacionada con una ingesta insuficiente, el aumento de la pérdida de nutrientes, la inflamación, el estrés oxidativo, las alteraciones hormonales o la acidosis metabólica.

La desnutrición proteico-energética se caracteriza por la presencia de al menos 3 de los 4 criterios siguientes:

  • Alteraciones analíticas: albuminemia <38g/L, prealbuminemia <0,3g/L, colesterol total <0,1g/dL.
  • IMC<23kg/m2 o pérdida de peso significativa no voluntaria o masa grasa <10 % de la composición corporal total.
  • Desgaste muscular medido por la composición corporal, los niveles de creatinina o la circunferencia del brazo.
  • Ingesta baja y no voluntaria de proteínas y energía.

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Francia.