Infecciones de transmisión sexual, la importancia de la prevención
- Dr. Álvaro Moyán Barón
- Noticias
En la década de los noventa las infecciones de transmisión sexual tenían una relevancia médica y social muy importante con artículos, publicidad y concienciación de la sociedad de los riesgos de tener relaciones sexuales sin protección. El miedo al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) marcó a una generación y con ello tomaron relevancia todas las prácticas sexuales seguras, pero ¿sigue la sociedad igual de concienciada? Veamos las cifras de infecciones de transmisión sexual en España.
Este artículo es resultado de la colaboración editorial entre la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y Univadis. Aquí puedes acceder a todos los contenidos de la Alianza Editorial.
La información epidemiológica poblacional sobre las infecciones de transmisión sexual en España proviene de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). El último informe de situación de infecciones de transmisión sexual[1] es del año 2019 y analiza la evolución de la sífilis e infección gonocócica entre 1995 y 2019, de la sífilis congénita desde el año 2000 y de la infección por Chlamydia trachomatis y linfogranuloma venéreo desde 2016. A continuación, vamos a analizar los datos de la infección gonocócica y la sífilis:
Infección gonocócica
Se observa un marcado descenso en las tasas desde 1995 (11,69 por 100.000 habitantes) hasta 2001 (2,04 por 100.000 habitantes). A partir de esa fecha se mantiene un incremento progresivo hasta situarse, en el año 2019, en una tasa de 28,88 por 100.000 habitantes.
Las tasas más elevadas se produjeron entre los 20 y los 24 años (122,99 por 100.000 habitantes) y hay una diferencia entre sexos: las tasas en hombres fueron superiores a las de mujeres (46,84 frente a 11,51 por 100.000 habitantes). La razón hombre:mujer se sitúa en 3,9. En ambos grupos las tasas de incidencia han sufrido un incremento en los últimos años.
Sífilis
En un primer periodo hay un ligero descenso que se sitúa entre los años 1995 y 2001. Los años siguientes hasta el 2011 se observa un ascenso para estabilizarse los contagios entre 2011 y 2016. A partir de 2016 y hasta 2019 la tendencia es en aumento de casos.
Las tasas más elevadas se produjeron entre los 25 y los 35 años (42,31 por 100.000 habitantes) y hay una diferencia entre sexos: las tasas en hombres fueron superiores a las de mujeres (25,14 frente a 3,09 por 100.000 habitantes). La razón hombre:mujer se situó en 7,4. En ambos grupos las tasas de incidencia han sufrido un incremento en los últimos años.
Esta tendencia al alza de la sífilis y la gonorrea se observa también en el resto de las infecciones de transmisión sexual del informe, salvo en la sífilis congénita donde no existe un aumento.
En el Estudio HBSC 2018 en España sobre conducta sexual[2], la edad de inicio de las relaciones sexuales se situó entre los 14 y los 15 años. Esas primeras relaciones sexuales y el conocimiento de los métodos anticonceptivos son fundamentales para evitar conductas de riesgo en otras edades. En ese mismo estudio se muestra como hasta 2006 en uso del preservativo estaba en aumento (83 % de los jóvenes encuestados contestaron que en su última relación sexual habían usado preservativo), pero, en 2010 mostró un descenso (hasta situarse en el 77,9 %) que ha ido en aumento hasta 2018 (75,4 %). A pesar del gran acceso de la población al preservativo, se puede comprar en multitud de establecimientos, la publicidad, el mayor acceso a información, etc., su uso no solo se ha ralentizado, sino que está disminuyendo y, este puede ser uno los factores más importantes para este aumento de las infecciones de transmisión sexual en España. Conocemos que la mayor parte, por no decir la totalidad, de estas infecciones de transmisión sexual se podrían haber evitado utilizando métodos de barrera, principalmente el preservativo masculino o femenino, durante las relaciones.
¿Podemos hacer algo los Médicos de Familia? Yo creo que sí.
Estos datos nos deben poner en alerta y recordarnos que uno de nuestros cometidos, sino el más importante, es la prevención. Se recomienda constantemente a nuestros pacientes que bajen peso, que eviten el tabaco, que realicen ejercicio físico, etc. Una serie de conductas que eviten la posible enfermedad futura. Sin embargo, en el ámbito de las infecciones de transmisión sexual parece que tenemos un talón de Aquiles. La población nos sigue pidiendo más información sexual y nos siguen tomando como referentes en medidas preventivas. Tenemos que intentar revertir estos datos. Algunas actuaciones podrían ser:
- En la revisión de los 14 años deberíamos informar de los métodos anticonceptivos y de las conductas de riesgo, ya que, como vemos, en un periodo de tiempo corto nuestros adolescentes iniciarán las relaciones sexuales
- Seguir con la información del uso del preservativo, que tan bien parecía haber calado en la época de los 90 con campañas de publicidad tan importantes como “Póntelo, pónselo” que parece que se están olvidando. Debemos de preguntar a nuestros pacientes por conductas sexuales de riesgo en las consultas.
- En las embarazadas informar de conductas sexuales de riesgo tanto para ella como para su feto. Además, en recientes estudios[3], estas mujeres nos transmiten esta necesidad de información.
- Conocer y tratar de forma precoz las infecciones de transmisión sexual para evitar su transmisión y poder disminuir su incidencia.
Parece una tarea difícil, pero en la década de los 90 conseguimos grandes logros y podemos avanzar y mejorar. Evitemos que todo ese trabajo se quede en el olvido. Informemos e insistamos en la importancia de la prevención.
El Dr. Álvaro Morán Bayón es médico de Atención Primaria. Miembro del Grupo de Trabajo de Urgencias de SEMERGEN. Secretario Nacional del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas, Migrantes, Vacunas y Actividades Preventivas (IMVAP) de SEMERGEN.
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