Identificados los factores de riesgo de la disfunción sexual en la esclerosis múltiple
- Susan London
- Resúmenes de artículos
Conclusión práctica
La discapacidad, el tabaquismo y la depresión, entre otros factores, aumentaron de forma independiente el riesgo de disfunción sexual en pacientes con esclerosis múltiple, mientras que la terapia modificadora de la enfermedad disminuyó el riesgo.
Los pacientes con disfunción sexual tenían una peor calidad de vida.
Relevancia
Con el cribado se pueden identificar los factores de riesgo y varios de ellos son potencialmente modificables con cambios de conducta y tratamiento.
Diseño del estudio
Estudio de cohortes transversal de un solo centro en Austria con 152 pacientes sexualmente activos con esclerosis múltiple de 18 a 65 años (75 % con curso de enfermedad recurrente; 25 % con curso de enfermedad progresiva).
Criterios principales de valoración: disfunción sexual (determinada con el Cuestionario de Intimidad y Sexualidad en Esclerosis Múltiple 19) y sus factores de riesgo y prevención.
Financiación: ninguna declarada.
Resultados fundamentales
El 47 % de los pacientes sufrían disfunción sexual.
En el análisis multivariante, el riesgo fue mayor para los pacientes que habían fumado alguna vez (odds ratio [OR], 3,36; p = 0,023), sufrían discapacidad medida por la Escala de estado de discapacidad ampliada (OR, 1,99; p < 0,001), padecían depresión (OR 4,26; p = 0,047), o disfunciones vesicales e intestinales (OR 8,82; p < 0,001).
El riesgo fue menor para los pacientes que estaban recibiendo terapia modificadora de la enfermedad (OR, 0,32; p = 0,043).
En la Escala de Impacto de la Esclerosis Múltiple 29, los pacientes con y sin disfunción sexual presentaban una peor calidad de vida física (puntuación, 40 frente a 6,3; p < 0,001) y psicológica (puntuación, 33,3 frente a 8,3; p < 0,001).
Las mujeres con y sin disfunción sexual presentaban niveles más altos de hormona luteinizante y hormona estimulante del folículo, y niveles más bajos de 17-β estradiol, androstenediona, sulfato de dehidroepiandrosterona, estrona y hormona antimulleriana.
Los hombres con disfunción sexual tenían niveles de inhibina B significativamente más bajos que los hombres sin disfunción sexual.
Limitaciones
La depresión se evaluó solo mediante entrevista y revisión de expedientes.
No todos los pacientes se sometieron a pruebas urodinámicas para confirmar la disfunción vesical.
En el estudio no se midieron factores potencialmente importantes como la fatiga.
Los hallazgos pueden haberse visto afectados por la causalidad inversa.
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