Guías para el tratamiento de la tromboembolia venosa en pacientes con cáncer

  • Farge D & al.
  • Lancet Oncol

  • Univadis
  • Clinical Summary
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La Iniciativa Internacional sobre la Trombosis y el Cáncer (ITAC) actualizó lasguías de práctica clínica para el tratamiento y la prevención de la tromboembolia venosa en los pacientes con cáncer, incluidos aquellos con cáncer y COVID-19.

“Dado que los pacientes con cáncer presentan un mayor riesgo inicial de tromboembolia venosa en comparación con los pacientes sin cáncer, la combinación de COVID-19 y cáncer (y su efecto sobre el riesgo de tromboembolia venosa y su tratamiento) es preocupante”, afirmaron los autores, dirigidos por la Dra. Dominique Farge, de la Universidad Norte de París (París, Francia).

Añadieron que las guías actualizadas de la Iniciativa Internacional sobre la Trombosis y el Cáncer de 2022 incluyen nuevos datos sobre el tratamiento y la profilaxis de la trombosis asociada al cáncer, incluido el caso de los pacientes con cáncer y COVID-19.

“La tromboembolia venosa asociada al cáncer sigue siendo un problema clínico importante que se relaciona con un aumento de la morbimortalidad”, observaron la Dra. Farge y sus colaboradores.

Pacientes con COVID-19

El tratamiento y la prevención de la tromboembolia venosa en los pacientes con cáncer infectados por el SARS-CoV-2 siguen siendo los mismos que para los pacientes sin COVID-19.

El riesgo de tromboembolia venosa debe evaluarse en los pacientes con cáncer y COVID-19, como en cualquier otro paciente, ya estén hospitalizados, hayan recibido el alta hospitalaria o sean ambulatorios. En el caso de los pacientes con cáncer y COVID-19 que están hospitalizados, la profilaxis farmacológica debe administrarse en la misma dosis y con el mismo tipo de anticoagulante que en los pacientes hospitalizados con cáncer que no presentan COVID-19.

Después del alta hospitalaria, no se recomienda la profilaxis de la tromboembolia venosa en el caso de los pacientes con cáncer infectados por el SARS-CoV-2 ni se recomienda la profilaxis farmacológica primaria habitual de la tromboembolia venosa para los pacientes ambulatorios con COVID-19.

Tratamiento inicial de la tromboembolia venosa establecida

El tratamiento inicial de la tromboembolia venosa establecida durante un máximo de 10 días de anticoagulación debe incluir heparina de bajo peso molecular cuando el aclaramiento de creatinina sea ≥30 ml/min.

Se recomienda una pauta de heparina de bajo peso molecular una vez al día; si se requiere una pauta de dos veces al día, solo puede utilizarse enoxaparina.

En el caso de los pacientes con un riesgo bajo de hemorragia gastrointestinal o genitourinaria, puede administrarse rivaroxabán o apixabán en los primeros 10 días, o edoxabán después de al menos 5 días de anticoagulación por vía parenteral cuando el aclaramiento de creatinina sea ≥30 ml/min.

También puede utilizarse heparina no fraccionada o fondaparinux cuando la heparina de bajo peso molecular o los anticoagulantes orales directos estén contraindicados.

Tratamiento de mantenimiento inicial (hasta 6 meses) y a largo plazo (a partir de los 6 meses)

Cuando el aclaramiento de creatinina sea ≥30 ml/min, heparina de bajo peso molecular (preferible al antagonista de la vitamina K) o anticoagulantes orales directos (en ausencia de interacción farmacológica o de deterioro de la absorción gastrointestinal) durante al menos 6 meses.

Tratamiento de la recurrencia de la tromboembolia venosa

En el caso de recurrencia de la tromboembolia venosa, pueden sopesarse tres opciones: aumento de heparina de bajo peso molecular en un 20 %-25 % o cambio a anticoagulantes orales directos; en el caso de los anticoagulantes orales directos, cambio a heparina de bajo peso molecular, y en el caso de un antagonista de la vitamina K, cambio a heparina de bajo peso molecular o anticoagulantes orales directos.

Tratamiento de la trombosis relacionada con el catéter

Se recomienda el uso de heparina de bajo peso molecular durante al menos 3 meses y mientras el catéter venoso central esté colocado.

Profilaxis de la tromboembolia venosa en pacientes que han recibido tratamiento quirúrgico

Se recomienda la heparina de bajo peso molecular (cuando el aclaramiento de creatinina sea ≥30 ml/min) o heparina no fraccionada en dosis bajas tres veces al día.

Para prevenir la tromboembolia venosa posoperatoria, se recomienda el uso de la dosis profiláctica más alta de heparina de bajo peso molecular.

Después de una intervención quirúrgica abdominal o pélvica mayor, se recomienda la profilaxis prolongada (4 semanas) con heparina de bajo peso molecular.

Profilaxis en pacientes hospitalizados que han recibido tratamiento médico y presentan movilidad reducida

Se recomienda la heparina de bajo peso molecular o el fondaparinux cuando el aclaramiento de creatinina sea ≥30 ml/min.

En el caso de los pacientes ambulatorios que estén recibiendo tratamiento antineoplásico sistémico y cuyo riesgo de tromboembolia venosa sea intermedio, se recomienda rivaroxabán o apixabán en los pacientes con mieloma que estén recibiendo tratamiento inmunomodulador más esteroides u otros tratamientos sistémicos.

Profilaxis de la trombosis relacionada con el catéter

No se recomienda el uso de anticoagulantes como profilaxis habitual de la trombosis relacionada con el catéter.

Tratamiento de la tromboembolia venosa en situaciones únicas

Las guías también formularon recomendaciones para los pacientes con tumores cerebrales, los pacientes con insuficiencia renal/hepática, los niños con trombosis relacionada con el catéter y los niños con leucemia linfoblástica aguda que reciben quimioterapia de inducción.