Guías Fisterra : Disfagia

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¿De qué hablamos?


phagiadys








¿Cómo se clasifica?



  • Disfagia orofaríngea (DOF): el trastorno deglutorio se localiza antes del esófago (boca o faringe).
  • Disfagia esofágica (DE): el trastorno de la deglución se localiza en el recorrido esofágico.
  • Disfagia funcional (DF): forma parte del apartado "Trastornos Funcionales Digestivos" (A3.Criterios de Roma IV).

  • Presbifagia: síndrome geriátrico que se define como la dificultad o imposibilidad en el acto de deglutir o tragar asociado al proceso de envejecimiento. Afecta al 10-30% de la población mayor de 65 años, y aproximadamente a un 51% de los pacientes institucionalizados (Thiyagalingam S, 2021).
  • Disfagia sarcopénica: descrita en el 2012 por Kuroda y Kuroda, es aquella disfagia secundaria a sarcopenia, que afecta al grupo muscular relacionado con la deglución. Desde 2016 está considerada un síndrome geriátrico por la European Society for Swallowing Disorders (ESSD) y la European Union Geriatric Medicine Society (EUGMS) (Ricote Belinchón M, 2020).

¿Cómo se diagnostica?







  • Localización.
  • Tipos de alimentos: sólidos, líquidos o ambos.
  • Duración y tiempo de evolución: aguda, crónica o insidiosa.
  • Progresiva o estable, continua o intermitente.
  • Consumo de fármacos (anticolinérgicos, neurolépticos, antidepresivos, benzodiacepinas, antihistamínicos, entre otros).
  • Hábito tabáquico y/o alcohólico.
  • Síntomas concomitantes: regurgitación, impactación del bolo, síntomas respiratorios durante la deglución, pirosis, reflujo gastroesofágico, sialorrea, xerostomía, disfonía, disartria. Síntomas generales como la pérdida de peso y la astenia, entre otros, pueden orientar la etiología de la disfagia. Sin embargo, en todos los casos puede existir un componente funcional.
1. Disfagia orofaríngea (DOF)






  • Globo faríngeo: aunque es un síntoma muy frecuente, en su definición “no es disfagia” y se trata de un síntoma con el que debe hacerse el diagnóstico diferencial. Habitualmente los pacientes lo describen como “sensación de nudo en la garganta” (Cook IJ, 2008).
  • Odinofagia: puede ser secundaria a patología neoplásica, inflamatoria o infecciosa. También es común tras una intubación endotraqueal prolongada. Si la disfagia se inicia en la fase final de la comida puede ser secundaria a miastenia gravis (Rutegård M, 2011).
  • Otalgia (dolor referido), vértigo y acúfenos asociados a pérdida de peso suelen ser secundarios a lesión neoplásica en hipofaringe, laringe, faringe o base de lengua (Turley R, 2009).
  • La presencia de disfonía o cambios en el tono vocal, disartria, voz nasal y/o dolor durante el habla, pueden ser debidos a disfunción neuromuscular, parálisis de las cuerdas vocales o distrofia muscular (Lin LC, 2002).
  • Sintomatología respiratoria: tos persistente posterior a la ingesta, infecciones respiratorias recurrentes (neumonía broncoaspirativa) e impactación del bolo de alimentos suelen ser secundarias a divertículo de Zenker y disfunción del esfínter esofágico superior (Lin LC, 2002).
  • Síntomas concomitantes: sialorrea, regurgitación nasal, halitosis, deglución repetitiva, astenia y, menos frecuente, xerostomía.
Examen físico






  • Exploración de pares craneales: especialmente aquellos que intervienen en la deglución (ramas sensitivas de V IX X y ramas motoras de V VII X XI XII), descartar parálisis facial central o periférica, desviación lingual o de la úvula, y apraxia bucolinguofacial.
  • Exploración de los grupos musculares faciales y cervicales, afectados en dermatomiositis y/o polimiositis.
  • Valoración de la presencia de disfonía, secundaria a parálisis/paresia de cuerdas vocales de origen neurológico o neoplásico.
  • Exploración de la presencia de ptosis palpebral bilateral y fatigabilidad, atrofia muscular o esfuerzos repetitivos para la deglución, que sugieren patología muscular.
  • Presencia de signos extrapiramidales y discinesias, que puede ser indicativa de enfermedad de Parkinson.
  • En muchos casos la presencia de signos de disfunción motora y sensitiva orientan hacia la presencia de EM.
  • La presencia de fasciculaciones, atrofia lingual, voz monótona y disartria conllevan alta sospecha de ELA.
  • Valoración de los reflejos velopalatino, deglutorio y nauseoso.






Exámenes complementarios 
  • Analítica general, perfil hormonal (hiper o hipotiroidismo, síndrome de Cushing, entre otros) y serología para estudio de patologías infecciosas y autoinmunes (por ejemplo, sífilis, tuberculosis, miastenia gravis).
  • Endoscopia alta (faringe, laringe y esófago superior): es de primera elección si se sospecha patología neoplásica como causa de DOF.
  • Esofagograma baritado: valora la presencia de divertículo de Zencker, síndrome de Plummer-Visson, neoplasia o estenosis esofágica.
  • Videofluoroscopia: también conocida como deglución o trago de bario modificado, es el test de referencia para el estudio de la DOF, ya que aporta información fundamental en el proceso deglutorio y evalúa el riesgo de aspiración.
  • Videoendoscopia de la deglución (FEES): detecta lesiones faríngeas y laríngeas. Está indicada en pacientes con disfonía y disfagia. Es un procedimiento seguro.
  • Manometría faringoesofágica: concretamente indicada para el estudio de la acalasia cricofaríngea, en caso de considerarse la miotomía.
  • Pruebas de deglución del agua: utilizada en las unidades de hospitalización, son realizadas por el personal de enfermería. Recomendadas para diagnostico de DOF.
  • Manometría de impedancia automatizada (MIA): fuerte predictor de aspiración.








 Tabla 1. Causas de disfagia orofaríngea.
Según su fisiopatología Patologías más frecuentes
Neuromuscular
  • Accidente cerebrovascular.
  • Enfermedad de Parkinson.
  • EM/ELA.
  • LOE cerebrales.
  • Traumatismo craneoencefálico.
  • Síndrome de Guillain-Barre.
  • Distrofia muscular ocular faríngea.
Alteraciones músculoesqueléticas
  • Polimiositis/dermatomiositis.
  • Miastenia gravis.
  • Conectivopatías.
  • Síndrome paraneoplásico.

Obstrucción mecánica
  • Divertículo de Zenker.
  • Absceso retrofaríngeo.
  • Tumoraciones cervicales y mediastino superior.
  • Bocio.
  • Cuerpo extraño.
Infecciosas
  • Botulismo.
  • Tuberculosis.
  • Micosis.
  • Enfermedad de Lyme.
Misceláneas
  • Fármacos.
  • Radioterapia.
  • Cirugía de cabeza y cuello.
  • Síndrome de Sjögren.
  • Demencia.
  • Patologías endocrinas: amiloidosis, síndrome de Cushing, patología tiroidea.


2. Disfagia esofágica (DE)















Exámenes complementarios


  • Endoscopia superior: es la prueba más útil para evaluar la mucosa esofágica, ya que permite un diagnóstico preciso, así como la toma de biopsias, citología y cultivos, entre otros, y realización de procedimientos terapéuticos (dilatación de estenosis, colocación de prótesis y extracción de cuerpos extraños).
  • Esofagograma baritado: indicado en pacientes con alta sospecha de lesiones del esófago proximal. Es útil, pero su uso previo a la endoscopia superior es controvertido.
  • El desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías endoscópicas (cromoendoscopia óptica y electrónica, endomicroscopia confocal, autofluorescencia), así como el uso cada vez más extendido de endoscopios de magnificación y alta definición, han supuesto un avance en el diagnóstico de la DE.
  • En algunos pacientes con trastornos de la motilidad esofágica estarían indicados procedimientos específicos como pHmetría/manometría esofágica.
  • Estudios con radionucléidos pueden emplearse para evaluar el tránsito del alimento por el esófago.
  • Otros estudios: las radiografías simples de tórax y de cuello ofrecen información limitada, a menos que se encuentren anomalías estructurales evidentes.


Algoritmo de actuación en la disfagia orgánica


 Tabla 2. Causas de disfagia esofágica.
Según su fisiopatología Patologías más frecuentes
Obstrucción mecánica
  • Anillo esofágico inferior o Schatzki.
  • Divertículos.
  • Cuerpos extraños: impactación del bolo alimenticio.
  • Anomalías vasculares: arteria subclavia aberrante, aneurismas/elongación aórtica.
  • Alteraciones mediastínicas: adenopatías, neoplasia pulmonar, timoma, linfoma.
Alteraciones de la motilidad
  • Acalasia.
  • Espasmos musculatura esofágica: esófago de Jackhammer.
  • Esclerodermia.
  • Mal de Chagas.
Misceláneas
  • Neuropatía diabética.
  • Esofagitis eosinofílica.
  • Enolismo crónico.
  • Patologias endocrinas: hipo e hipertiroidismo, síndrome de Cushing.
Enfermedades de la mucosa.
Estrechan la luz secundarias a inflamación, neoplasia o fibrosis.
  • Neoplasia esofágica.
  • Síndrome de Plummer- Vinson.
  • Secundaria a ingestión por cáusticos y esclerosis de varices esofágicas.
  • ERGE: EP.
  • Secundaria a radioterapia.
  • Esofagitis infecciosa: tuberculosis, cándida, herpes, CMV.
Postquirúrgicas
  • Después de la fundoplicatura, dispositivos antirreflujo.

 Tabla 3. Diferencias entre la disfagia orofaríngea y esofágica.
  Disfagia orofaríngea Disfagia esofágica
Etiología
  • Alteraciones neuromusculares.
  • Alteraciones orgánicas y funcionales.
Localización
  • Región cervical.
  • Región esternal/cuello.
Concomitantes
  • Dificultad para la masticación.
  • Tos.
  • Disartria.
  • Globo faríngeo.
  • Regurgitación nasal.
  • Neumonías a repetición.
  • Voz nasal/disfonía.
  • Pirosis.
  • Regurgitación tardía de la alimentación.
  • Pérdida de peso.
  • Halitosis.
  • Anemia.

3. Disfagia funcional (DF)




  • Sensación de que los alimentos (sólidos y/o líquidos) se pegan o pasan de forma anormal por el esófago.
  • Ausencia de evidencia de reflujo gastroesofágico o esofagitis eosinofílica como causantes de los síntomas.
  • Ausencia de alteraciones de motilidad esofágica con base histopatológica.

¿Cómo se trata?









  • Adaptación de las texturas de los sólidos y la viscosidad de los líquidos usando la escala de MECV-V, considerada en la actualidad la intervención más sencilla, valiosa y con gran eficacia terapéutica, pues mejora la seguridad y minimiza las aspiraciones.
  • Cambios en el volumen de los bolos: más frecuencia y pequeñas cantidades.
  • Es preferible evitar las pajitas y utilizar cucharas antes que jeringas, dado que permiten observar la deglución y estimulan el reflejo deglutorio.
  • Recomendaciones para evitar la broncoaspiración: posición en sedestación o semisedestación posterior a la ingesta, técnicas para la deglución.

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Autora

  • Yohaina Souki Kade
Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Centro de Salud de Pastoriza. Servicio de Atención Primaria de Lugo. España.