Guías Clínicas para la hemorragia posparto (FIGO, 2022)

  • Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia

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La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) publicó las guías clínicas para la prevención y el manejo de la hemorragia posparto en marzo de 2022 en el International Journal of Gynecology and Obstetrics.[1]

Prevención de la hemorragia posparto

Para prevenir la hemorragia posparto se debe administrar un fármaco uterotónico de forma rutinaria durante la tercera fase del parto en todos los partos. El fármaco preferido es la oxitocina (intravenosa o intramuscular). Si la oxitocina no estuviese disponible, se pueden emplear otros uterotónicos (p. ej., ergometrina/ metilergometrina) misoprostol oral o carbetocina (intramuscular o intravenoso).

Tras la administración de oxitocina profiláctica se debe evitar el masaje uterino prolongado como estrategia preventiva.

Para la detección temprana de atonía uterina, se debe evaluar el tono uterino tras todos los partos.

Para prevenir la hemorragia posparto tras parto por cesárea se recomiendan la administración de oxitocina (intravenosa o intramuscular) y la tracción controlada del cordón umbilical para la extracción de la placenta. 

Manejo de la hemorragia posparto

El fármaco de primera línea para el manejo de la hemorragia posparto es la oxitocina intravenosa. La ergometrina intramuscular, una dosis fija de oxitocina-ergometrina o una prostaglandina (p. ej., misoprostol sublingual) se pueden utilizar si la oxitocina intravenosa no está disponible o si la oxitocina fracasa en el control de la hemorragia.

Además, se debe administrar ácido tranexámico intravenoso tan pronto se diagnostique hemorragia posparto, pero a las 3 horas siguientes de parto vaginal o por cesárea. Se recomienda una segunda dosis si la hemorragia continúa tras 30 minutos o si la hemorragia reaparece a las 24 horas tras la primera dosis.

El masaje uterino se debe incluir en el manejo de la hemorragia posparto. Además, la compresión uterina bimanual o la compresión aórtica externa se pueden emplear para tratar la hemorragia posparto como resultado de atonía uterina tras parto vaginal.

El taponamiento uterino con balón es una opción de tratamiento no quirúrgico si la hemorragia posparto no responde a los fármacos uterotónicos o si estos no estuviesen disponibles. Otra opción de tratamiento conservador es la embolización de las arterias uterinas.

Si los fármacos uterotónicos y las medidas conservadoras fracasen en el manejo de la hemorragia posparto, se recomiendan intervenciones quirúrgicas como las suturas de compresión, la ligadura de las arterias uterinas e hipogástricas y la histerectomía.

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