Guías clínicas para la esteatosis hepática no alcohólica (AACE, 2022)

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Estos son algunos de los aspectos destacados de la guía sin análisis ni comentario. Para más información, consulte directamente la guía pulsando en el enlace en la referencia.

La Asociación Estadounidense de Endocrinología Clínica (AACE, por sus siglas en inglés) publicó las guías para el manejo de la esteatosis hepática no alcohólica en Endocrine Practice[1,2] en mayo de 2022 conjuntamente con la Sociedad Estadounidense para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas.

Las guías han sido diseñadas para ayudar a los médicos a cribar e identificar a los pacientes con riesgo de esteatosis hepática no alcohólica en atención primaria con el objetivo de que reciban el tratamiento adecuado lo antes posible.

Se debe cribar a todos los pacientes de alto riesgo para esteatosis hepática no alcohólica, incluyendo a aquellos con prediabetes, diabetes mellitus tipo 2, obesidad y/o al menos dos factores de riesgo cardiometabólicos, o a aquellos a quienes se les haya identificado esteatosis en pruebas de imagen y/o niveles elevados de aminotransferasa durante más de 6 meses.

Se debe evaluar la presencia y la gravedad de la esteatosis hepática no alcohólica en los pacientes sometidos a cirugía bariátrica. La biopsia hepática se debe recomendar a aquellos pacientes cuya estratificación quirúrgica sugiera un riesgo indeterminado o alto riesgo de fibrosis hepática.

Se debe utilizar la puntuación en la escala fibrosis-4 (FIB-4), que se calcula con la edad del paciente, los niveles de aspartato aminotransferasa (AST) y el recuento plaquetario: puntuación FIB-4 = edad (años) x AST (U/l)/plaquetas (109/l) x ALT ½ (U/l). La puntuación FIB-4 clasifica a los pacientes en riesgo bajo, intermedio o alto para fibrosis hepática. La puntuación FIB-4 no se recomienda para los pacientes pediátricos porque la sección de la ecuación correspondiente a la edad no es precisa para esta población; las pruebas de enzimas hepáticas son apropiadas para los pacientes pediátricos de alto riesgo como resultado de factores clínicos.

Los pacientes de bajo riesgo se pueden tratar en atención primaria o endocrinología centrándose en el manejo de la obesidad y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los estudios sobre si la esteatosis hepática no alcohólica es un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardiovasculares y si este riesgo aumenta al evolucionar la esteatosis hepática no alcohólica a una enfermedad más grave ha mostrado resultados mixtos, pero las modificaciones sobre el estilo de vida (p. ej., dieta y ejercicio) y la medicación pueden ayudar a mejorar la salud cardiometabólica y a reducir el aumento del riesgo cardiovascular relacionado con la esteatosis hepática no alcohólica.

Para los pacientes con riesgo intermedio se recomienda una segunda prueba no invasiva, como la medición de la rigidez hepática por elastografía o la prueba de fibrosis hepática avanzada. Se recomienda la derivación a un hepatólogo para más pruebas, incluyendo una potencial biopsia, para los pacientes con alto riesgo o cuyo riesgo no esté claro tras dos pruebas no invasivas.

Los pacientes con alto riesgo en la puntuación FIB-4 deben derivarse a hepatología. Aquellos con riesgo intermedio o alto riesgo requieren un manejo multidisciplinar que incluye a un hepatólogo, un endocrinólogo y otros profesionales para la prevención de enfermedad vascular y el desarrollo de cirrosis.

Para más información, por favor, dirígete a Esteatosis hepática y Patología de la esteatohepatitis no alcohólica.