Guías clínicas para la artritis reumatoide (JCR, 2022)

  • Colegio Japonés de Reumatología

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El Colegio Japonés de Reumatología publicó las guías para el manejo de la artritis reumatoide en marzo de 2022 en Modern Rheumatology.[1]

Se recomienda metotrexato para pacientes con artritis reumatoide activa.

El ácido fólico se recomienda para pacientes con artritis reumatoide tratados con metotrexato.

Se recomienda el tratamiento concomitante con un inhibidor del factor de necrosis tumoral (TNF) para pacientes con artritis reumatoide moderada o grave y respuesta inadecuada a los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos convencionales.

Los inhibidores del TNF (selectivo linfocitos T o modulador de la coestimulación) y los inhibidores del TNF se recomiendan igualmente cuando se combine un fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológico con metotrexato en pacientes con artritis reumatoide moderada o severa con respuesta inadecuada al metotrexato.

Se recomienda un medicamento no inhibidor del TNF (inhibidor de la IL-6) con el tratamiento con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológicos sin metotrexato en pacientes con artritis reumatoide moderada o grave intolerantes al metotrexato o con respuesta inadecuada al metotrexato.

Los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológicos de referencia y biosimilares se recomiendan de igual manera para pacientes con artritis reumatoide moderada o altamente activa con respuesta inadecuada a los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos convencionales.

Se recomienda el tratamiento con dosis adecuadas de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad tras una consideración cuidadosa de la seguridad en pacientes con artritis reumatoide y disfunción renal moderada o grave.

Los reumatólogos deben tratar a los pacientes con artritis reumatoide positivos para el antígeno de superficie de la hepatitis B en colaboración con un hepatólogo. Los reumatólogos deben tratar a los pacientes con artritis reumatoide infectados por el virus de la hepatitis B con antígenos de superficie negativos con la estrategia de tratamiento estándar y vigilancia frecuente para infección por el virus de la hepatitis B.

Los reumatólogos deben tratar a los pacientes con artritis reumatoide infectados por el virus de la hepatitis C con la estrategia de tratamiento estándar en colaboración con un hepatólogo.