Guías de práctica de la ESC para la evaluación cardiovascular y el manejo de pacientes en los que se realiza cirugía no cardiaca
- Guías de Práctica Clínica
Sociedad Europea de Cardiología
Estos son algunos de los aspectos más destacados de la guía, sin análisis ni comentarios. Para más información, ve directamente a la guía pulsando en el enlace de la referencia.
La Sociedad Europea de Cardiología (ESC) publicó en octubre de 2022 una guía para la evaluación cardiovascular y el manejo de pacientes en los que se realiza cirugía no cardiaca en European Heart Journal. [1] A continuación, se describen algunas de las nuevas recomendaciones de clase I (recomendadas o indicadas).
Evaluación del riesgo clínico
Hay que obtener una anamnesis y un examen clínico precisos en todos los pacientes en quienes se haya programado cirugía no cardiaca. Se debe llevar a cabo una evaluación del riesgo preoperatorio, idealmente de forma simultánea cuando se proponga un procedimiento de cirugía no cardiaca. Si hay tiempo suficiente antes de la operación, se debe optimizar el tratamiento de la enfermedad cardiovascular y los factores de riesgo cardiovascular recomendados en la guía.
Independientemente de la edad y los síntomas, en los pacientes con antecedentes familiares de miocardiopatía genética debe obtenerse un electrocardiograma (ECG) y una ecocardiografía transtorácica antes de la cirugía no cardiaca.
Se recomienda la ecocardiografía transtorácica antes de la cirugía no cardiaca para los pacientes que presenten un soplo recién identificado y signos o síntomas de enfermedad cardiovascular, así como antes de la cirugía no cardiaca de alto riesgo en aquellos con un soplo recién identificado indicativo de un trastorno clínicamente significativo.
Se recomienda llevar a cabo pruebas diagnósticas adicionales antes de la cirugía no cardiaca para los pacientes con cirugía electiva programada que presenten dolor torácico u otros síntomas que indiquen una enfermedad coronaria no detectada.
En el caso de los pacientes que requieran cirugía no cardiaca urgente y que también presenten dolor torácico u otros síntomas que parezcan indicar enfermedad coronaria no detectada, se debe emplear una estrategia de evaluación multidisciplinar para determinar el tratamiento con el menor riesgo total para el paciente.
A menos que se tenga la certeza de que existe una causa no cardiaca en los pacientes con disnea o edema periférico, o ambos, se debe obtener un ECG y una determinación del péptido natriurético de tipo N-terminal pro-B (NT-proBNP)/BNP antes de la cirugía no cardiaca. Se recomienda realizar una ecocardiografía transtorácica antes de la cirugía no cardiaca en los pacientes cono disnea o edema periférico y elevación del NT-proBNP/BNP.
Herramientas de evaluación preoperatoria
Para emprender estrategias de reducción del riesgo, la ESC recomienda la ecocardiografía transtorácica en los pacientes con capacidad funcional deficiente o NT-proBNP/BNP elevados, o ambos, o en el caso de soplos detectados antes de una cirugía no cardiaca de alto riesgo.
Estrategias generales de reducción de riesgos
Para reducir las complicaciones posoperatorias y la muerte, los pacientes deben dejar de fumar más de cuatro semanas antes de la cirugía no cardiaca. Además, se recomienda controlar los factores de riesgo cardiovascular (p. ej., presión arterial, dislipidemia, diabetes) antes de la cirugía no cardiaca.
Se debe interrumpir el tratamiento con ácido acetilsalicílico durante al menos siete días antes de la cirugía en pacientes sometidos a una intervención con alto riesgo de hemorragia (por ejemplo, neurocirugía intracraneal, espinal, cirugía ocular vitreoretiniana).
En el marco de una intervención quirúrgica urgente, interrumpir inmediatamente el tratamiento con anticoagulantes orales no antagonistas de la vitamina K.
Para la cirugía con riesgo de hemorragia menor y otros procedimientos que conlleven una hemorragia fácilmente controlada, se debe llevar a cabo la intervención quirúrgica sin interrumpir el tratamiento con anticoagulante oral.
En los pacientes que toman anticoagulantes orales no antagonistas de la vitamina K, hay que realizar los procedimientos menores con riesgo de hemorragia cuando los niveles son mínimos (típicamente 12-24 horas después de la última ingesta).
Tromboprofilaxis
Es preciso adaptar las decisiones relativas a la tromboprofilaxis perioperatoria en la cirugía no cardiaca a los factores de riesgo específicos del paciente y de la intervención.
Si la tromboprofilaxis fuese necesaria, se debe seleccionar el tipo y la duración de la tromboprofilaxis (heparina de bajo peso molecular, anticoagulantes orales no antagonistas de la vitamina K o fondaparinux) en función del tipo de cirugía no cardiaca, la duración de la inmovilización y los factores específicos del paciente.
Suministro de sangre
Hay que determinar los niveles de hemoglobina preoperatorios en los pacientes con cirugía no cardiaca programada de riesgo intermedio a alto.
Se ha de tratar la anemia antes de la cirugía no cardiaca para reducir la necesidad de transfusión de unidades de eritrocitos durante la cirugía no cardiaca.
En los pacientes que se sometan a una intervención quirúrgica con una pérdida de sangre prevista de al menos 500 ml, la ESC recomienda utilizar sangre autóloga filtrada y lavada.
Hay que utilizar el diagnóstico analítico en el punto asistencial para guiar la hemoterapia, cuando esté disponible.
Para más información, consulta Manejo Cardiaco Perioperatorio y Tratamiento Anticoagulante Perioperatorio.
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